Santos Juli¨¢, el historiador contra los estereotipos
La Residencia de Estudiantes acoge un homenaje al fallecido pensador


Escribi¨® Santos Juli¨¢ (Ferrol, 1940-Madrid, 2019) que ¡°quienes decidieron mudar la Residencia de Estudiantes de la calle Fortuny a las alturas del Hip¨®dromo decidieron irse m¨¢s lejos y m¨¢s alto¡±, porque esta instituci¨®n fue ¡°construida m¨¢s all¨¢ del ensanche, como espacio intelectual alejado¡±. Este apunte vino a cuento de la supuesta divisi¨®n que hab¨ªa entre Jos¨¦ Ortega y Gasset y Manuel Aza?a, entre Residencia y Ateneo, entre mundo nuevo y mundo viejo, que el historiador, estudioso del presidente de la Rep¨²blica, pas¨® a matizar y hasta cierto punto a desmontar. No fue algo extra?o, porque Juli¨¢ odiaba los t¨®picos, como se record¨® ayer en un acto de homenaje que reuni¨® a m¨¢s de 200 personas que acompa?aron a su viuda Carmen y a sus hijos Adri¨¢n y Carmen en el sal¨®n de la misma Residencia.
Juli¨¢ se pas¨® toda su vida como acad¨¦mico, analista pol¨ªtico y ciudadano luchando con rigor y fino estudio contra estereotipos adquiridos. ¡°Lo manido despertaba su c¨®lera b¨ªblica¡±, record¨® Jorge Mart¨ªnez Reverte en un texto que fue le¨ªdo por Mercedes Fonseca.
Jos¨¦ Garc¨ªa Velasco, presidente de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, abri¨® el acto recordando las visitas de Juli¨¢ a la Residencia. En una de ellas, en 2011, se celebr¨® la presentaci¨®n del libro La mirada del historiador: un viaje por la obra de Santos Juli¨¢, y el aludido aprovech¨® entonces para agradecer su apoyo y entrega a quienes llam¨® sus ¡°acreedores preferentes¡±. Ayer fue a ¨¦l a quien su alumno y colaborador Javier Moreno Luz¨®n alab¨® por los tres cauces ¡°que marc¨® y con los que nos hizo mejores¡±: por su consejo, por su ejemplo y entrega al trabajo de historiador artesano y por su autoridad te?ida de carisma.
Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, adjunto a la direcci¨®n de EL PA?S, habl¨® de la relaci¨®n del historiador con el peri¨®dico, que se mantuvo durante m¨¢s de 30 a?os. ¡°Ha hecho de historiador, de analista, ha ayudado a muchos directores y ha sido consejero ¨¢ulico¡±, apunt¨®. ¡°Junto a Javier Pradera y Joaqu¨ªn Prieto reunieron la Memoria de la transici¨®n, una serie en fasc¨ªculos que acab¨® reunida en un libro. En su pr¨®logo quedaban marcadas dos l¨ªneas fundamentales: que la Transici¨®n no fue un tiempo de silencio ni de cerebros lobotomizados, y que para superar las fronteras entre vencedores y vencidos de la Guerra Civil se establecieron corrientes en ambas direcciones¡±.
Mar¨ªa Cifuentes, editora de no ficci¨®n de Galaxia Gutenberg, record¨® el tiempo que pas¨® en los setenta con Juli¨¢ y su familia en Oxford, donde compartieron cenas, charlas y crianza de los hijos. M¨¢s adelante arranc¨® su relaci¨®n entre editora y autor, que se materializ¨®, por ejemplo, en el libro que le vali¨® el Premio Nacional de Historia en 2005, Historia de las dos Espa?as.
Su colega Jos¨¦ ?lvarez Junco subray¨® la brillante aportaci¨®n de Juli¨¢ al estudio de asuntos como la Segunda Rep¨²blica, de la que demostr¨® que no era simplemente un pr¨®logo de la Guerra. Siguieron las palabras de su hija Carmen Juli¨¢, que habl¨® de c¨®mo su padre les dec¨ªa cuando eran ni?os que ser¨ªan el b¨¢culo de su vejez. La cantaora flamenca Carmen Linares, a quien tanto admiraba el historiador, acompa?ada del piano de Pablo Su¨¢rez y de la actriz Luc¨ªa Esp¨ªn, acabaron interpretando La nana de Galapaguito.
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