La biblioteca, tel¨®n de fondo de la cuarentena
Los libros se han convertido en el decorado obligatorio en toda videollamada o entrevista televisiva. ?Qu¨¦ dicen sobre qui¨¦nes somos y por qu¨¦ los ponemos en escena?

El meme del tel¨®n decorativo de cart¨®n para videollamadas con la fotograf¨ªa de una biblioteca a escala real ha recorrido el mundo en las ¨²ltimas semanas. "Perfecto para actores, periodistas y c¨®micos", rezaba su argumento de venta. Al mirarla con atenci¨®n, un ojo entrenado llega a detectar que se trata de una biblioteca de habla hispana: en ella figura la colecci¨®n de narrativa extranjera de Anagrama, de lomos color amarillo p¨¢lido, ejemplares de las colecciones de Alianza Bolsillo dedicadas a la obra completa de autores can¨®nicos y algunos vol¨²menes de la editorial Acantilado, con sus sobrios lomos negros coronados por un detalle rojo.
Por lo visto se trataba de una broma: no es cierto que vendan esa biblioteca de pega por 150 euros en Amazon ¨Clo he comprobado¨C, pero lo que no es una inocentada es el vinilo con una nutrida biblioteca que sirve como tel¨®n de fondo, y que la misma plataforma de venta comercializa por menos de 30 euros. El ¨²nico inconveniente es que esos libros son meras piezas de atrezo sin t¨ªtulo, as¨ª que cualquier persona con ganas de detectar lo espurio descubrir¨ªa la trampa. No lo compren, por tanto, si su objetivo es impresionar a su p¨²blico virtual.
Lo que se desprende de todo esto es que el inter¨¦s por la lectura sigue estando muy bien considerado: la gente le¨ªda a¨²n mantiene un estatus alto, no solo intelectual y social, sino incluso moral. "Si vas a casa de alguien y no tiene libros, no te lo folles", proclamaba John Waters, y el mensaje ha calado en camisetas, bolsas de tela y otros complementos que lucen los bibli¨®filos orgullosos de su pasi¨®n, sin tener en cuenta que quiz¨¢ esa gente que vive en casas de paredes desnudas atesore hoy m¨¢s t¨ªtulos que la Biblioteca Brit¨¢nica, solo que en formato electr¨®nico.

La pregunta que surge ante este exhibicionismo libresco es si estamos realmente a la altura de nuestras bibliotecas dom¨¦sticas. Por eso, debido a la cantidad de horas que pasamos casi todos ante el ordenador durante esta gran reclusi¨®n, han aparecido muchos voyeurs de bibliotecas que sacan conclusiones diversas. En Twitter, la cuenta humor¨ªstica Bookcase Credibility, reci¨¦n creada y centrada en entrevistados en cuarentena y sus telones de fondo rebosantes de libros, pretende desmontar fingimientos y, de paso, hacer un divertido an¨¢lisis de la personalidad de los protagonistas. El "dime qu¨¦ libros tienes y te dir¨¦ qui¨¦n eres" est¨¢ a la orden del d¨ªa tambi¨¦n en Estados Unidos, donde un examen de bibliotecas dom¨¦sticas (tanto de apartamentos como palaciegas) en The New York Times nos permite comprobar que el Pr¨ªncipe Carlos de Gales es un lector coherente con la imagen p¨²blica que ofrece, pues entre sus libros cuenta con un thriller de Dick Francis sobre carreras ecuestres, y una novela de Basil Taylor sobre el pintor dieciochesco brit¨¢nico George Stubbs, conocido por sus lienzos de caballos.
Al observar las bibliotecas de los personajes nacionales, tambi¨¦n se puede llevar a cabo una peque?a investigaci¨®n que arroje respuestas sobre sus inclinaciones literarias. La de Joaqu¨ªn Sabina, entrevistado en Lo de ?vole (Atresplayer), nos dice que es lector de ficci¨®n, en concreto de la que publica la editorial Tusquets, como se aprecia en su estanter¨ªa esquinera. Asimismo, en ella se avizora una monograf¨ªa de Jos¨¦ Hern¨¢ndez; no sabemos si se trata del pintor y grabador espa?ol o del escritor hom¨®nimo argentino, autor del Mart¨ªn Fierro. Es un coffee table book grande, de tapa dura, que podr¨ªa colocarse tambi¨¦n en una mesa baja para dotarla de empaque. En otro estante se distinguen algunos vol¨²menes de cubiertas color crema y textura mate. Si estuvi¨¦semos ante un entrevistado franc¨¦s, enseguida pensar¨ªamos que se trata de los cl¨¢sicos libros de la editorial Gallimard, pero en este caso quiz¨¢ no lo sean. Sabina, a diferencia de otros m¨²sicos como Leiva, prefiere aparecer ante sus libros y no ante su colecci¨®n de ced¨¦s.

En cambio, cineastas como Chus Guti¨¦rrez dejan ver que su biblioteca es al mismo tiempo mediateca, rica en DVDs, pero tambi¨¦n en libros como la antolog¨ªa de las obras teatrales de Juan Mayorga que public¨® la editorial La U?a Rota y alg¨²n otro volumen a?ejo encuadernado en piel que podr¨ªa venir directamente de los puestos de la Cuesta de Moyano. Por su parte, la directora y escritora ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde estren¨® su cuenta de Instagram el pasado 22 de abril con un retrato suyo junto a su biblioteca. Solo alcanzamos a ver un estante que no deja lugar a dudas: varios t¨ªtulos de C¨¦sar Aira y otros tantos de Borges permiten incluirla en el selecto club de los amantes de la literatura argentina.
Un dato que los editores deber¨ªan apuntar es que en los estantes de la gran mayor¨ªa de los entrevistados abundan los libros ilustrados de gran tama?o. Pedro Almod¨®var, en su entrevista con Andreu Buenafuente para Late Motiv, nos permite ver que en el encantador desorden que reina en su estanter¨ªa modular color cerezo conviven su estatuilla del Oscar y su Le¨®n de Oro con libros como Advertising Today, del que quiz¨¢s haya obtenido algo de inspiraci¨®n visual.
Qu¨¦ l¨¢stima que la reciente entrevista a Pablo Iglesias para cuartopoder haya tenido lugar en su despacho del Ministerio y no en su casa de Galapagar. Por suerte, a principios de este a?o pudimos acceder a su biblioteca dom¨¦stica, que probablemente incluya tambi¨¦n t¨ªtulos pertenecientes a Irene Montero. Iglesias convers¨® con el periodista Andr¨¦s Gil para eldiario.es ante una estanter¨ªa repleta de libros. El b¨²ho (?o es un gato?) de barro posado sobre uno de los estantes nos garantiza que no estamos en la sede de una editorial, donde a menudo se entrevista a autores en plena promoci¨®n de sus libros. Destacan, por el tama?o de la tipograf¨ªa del lomo, la biograf¨ªa de Adolfo Su¨¢rez a cargo de Gregorio Mor¨¢n (Debate) y el ensayo de Luis Mart¨ªn-Cabrera Insurgencias invisibles (Oveja Roja), acerca de la lucha contra el capitalismo en Estados Unidos. Todo ello junto a una secci¨®n m¨¢s centrada en manuales como Psicolog¨ªa social o El desaf¨ªo de educar en un mundo incierto y temarios de cursos encuadernados con el cl¨¢sico gusanillo negro estudiantil.

Para evitar que nos inmiscuyamos demasiado en sus bibliotecas ¨Ces decir, en sus almas¨C, los entrevistados muy bien podr¨ªan seguir la tendencia que divulga la revista de interiorismo AD. La llaman #backwardsbooks y consiste en colocar los lomos de los libros hacia dentro, de modo que los estantes enmudecen y su paleta crom¨¢tica pasa a oscilar entre los tonos marfil y crema de las p¨¢ginas, lo ¨²nico visible. Otra opci¨®n es posar ante objetos que revelen otros intereses, como hace la actriz ?rsula Corber¨® (de La casa de papel) en una entrevista para Movistar Plus, en la que solo se ven caballetes de pintura al fondo. Para obtener ideas al respecto, es posible inspirarse en los retratos de intelectuales y escritores a cargo de los m¨¢s c¨¦lebres fot¨®grafos del siglo XX, quienes no siempre los mostraban ante sus bibliotecas. Quiz¨¢ porque la profesi¨®n ¨Cs¨ª, con efe¨C iba por dentro, Jean Genet accedi¨® a posar para Cartier-Bresson en la terraza del Caf¨¦ de Flore parisino y Victoria Ocampo se dej¨® retratar por Gis¨¨le Freund en plena resoluci¨®n de un solitario con baraja francesa, sin rastro de libros al fondo.
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