Martin Newell: ¡°La fama es un vestido que no le queda bien a todo el mundo¡±
El l¨ªder de la banda Cleaners From Venus, exc¨¦ntrico padrino de lo-fi brit¨¢nico y mejor artista desconocido de los ochenta, regresa con su cincuentavo disco, 'Dolly Girls & Spies'
Vlad¨ªmir Mayakovski dijo que ¡°la fama se arrastra tras el genio como una viuda inconsolable en una procesi¨®n funeraria¡±, pero eso, como tantos apotegmas rusos, es inexacto. Para empezar, suele ser el genio quien pierde el culo por la fama. De su uni¨®n es el genio quien emerge como ¡°viuda inconsolable¡±, pero la fama no solo sigue viva, sino que est¨¢ bailando sobre el f¨¦retro, magreando a un boy en tanga y haci¨¦ndole la higa al genio con la mano libre. No resulta extra?o que, vistas las cosas, algunos genios prefieran mantenerse bien alejados de la fama y pulir su oficio con ah¨ªnco.
El m¨²sico pop Martin Newell es, como dijo Giles Smith en Lost in music, la ¡°industria artesanal¡± del pop ingl¨¦s. La cerveza casera de los discos estupendos. Cleaners From Venus han sido tildados de mejor banda desconocida de los ochenta, con raz¨®n. En 1983, cuando 'Karma chameleon' de Culture Club rozaba el mill¨®n de ventas, Newell colocaba 250 copias de su casete The Golden Autumn. Living with Victoria Grey (1986), tambi¨¦n autoeditado, llevaba la leyenda ¡°Si te ha gustado, d¨ªselo al lechero¡±, indicaci¨®n clara de sus miras. Cuando sobre la misma ¨¦poca Captain Sensible (ex Damned) invit¨® a un equipo de compositores para que le fabricaran un hit, Newell lleg¨® al estudio en bicicleta, a tiempo para ver a Graham Gouldman (10CC) despegando en helic¨®ptero. ¡°La fama no siempre sienta bien¡±, comenta Newell. ¡°Mick Jagger dijo que 'la fama es un vestido que no le queda bien a todo el mundo, y a algunos les queda fatal'. Yo soy de esos. Se habla de las sustancias qu¨ªmicas que el miedo despide en tu torrente sangu¨ªneo, y que crean toda clase de problemas, pero sucede lo mismo con la fama. Es mala para la salud. La sobreexposici¨®n es da?ina. As¨ª que me niego a hacerlo¡±.
A Martin Newell le llaman rey del casete underground y ¡°padrino del DIY (hazlo t¨² mismo) ingl¨¦s¡±, pero ambas etiquetas dan una idea imprecisa de su visi¨®n. Su pop es lustroso a la vez que artesanal, y su ¡°h¨¢bito de arte¡±, que dir¨ªa Flannery O¡¯Connor, nace de la optimizaci¨®n, no de la flaca ambici¨®n. ¡°Cleaners From Venus es mi marca¡±, dice. ¡°Si adquieres un ¨¢lbum nuestro sabes los par¨¢metros a los que te enfrentas: no estar¨¢ grabado en un estudio caro, ni tendr¨¢ productor, pero estar¨¢ lleno de canciones bien escritas y tocadas al modo exc¨¦ntrico. Cada d¨ªa soy mejor productor, as¨ª que ni siquiera podr¨¢n llamarme lo-fi. Ahora soy mid-fi [r¨ªe].
El arte newelliano funciona mejor aut¨®nomo y local, sin exigencias comerciales o distracciones publicitarias. Si James Brown era ¡°el hombre m¨¢s trabajador del show business¡±, Newell lo es de la grabaci¨®n en cuatro pistas. Su modus operandi es de estar por casa, pero sus aspiraciones son elevadas. ¡°No soy un gran m¨²sico, considerando la de a?os que llevo en esto¡±, responde. ¡°Puedo escribir cosas mucho m¨¢s sofisticadas que las que puedo tocar. A menudo, los grandes virtuosos del jazz o del rock no eran buenos compositores, y al rev¨¦s. Burt Bacharach no era un gran m¨²sico, pero escrib¨ªa grandes canciones. Creo que soy como ¨¦l. Lo m¨ªo es una mezcla de lo que me encantar¨ªa hacer y lo que soy capaz de hacer [r¨ªe]. ?Mi habilidad? Encajar palabras en m¨²sica. Me interesa lo que escribo, y luego la coloco en un marco exc¨¦ntrico. Me gustan Frank Sinatra y Don Fagen [Steely Dan], y eso, combinado con mi talento, produce Cleaners From Venus. El resultado no es desagradable. Mi ¨²nico mantra es: no trates de seguir los pasos de los sabios. Busca lo que ellos buscaban¡±.
La aleaci¨®n CFV mezcla Kinks y Beatles, sin duda, pero tambi¨¦n crooners,?vodevil, nanas, baladas folk o pop pre-rock. Y en verdad les digo, lectores, que sus composiciones, aunque las grabe en el cuartucho de la fregona, acompa?ado al banjo por un fulano que conoci¨® en el pub, vuelan a la altitud de sus maestros. ¡°Siempre pens¨¦ que lo m¨ªo era un talento innato, de savant, ahora s¨¦ que tiene relaci¨®n con el Asperger. Pero el talento no es la habilidad innata de hacer algo. Un director le pide a un actor que interprete un papel, y el actor sobreact¨²a, luego se queda corto, y al final lo pilla. Entonces le obligan a repetirlo cien veces [r¨ªe]. Esa es la diferencia entre un profesional y un amateur. Mucha gente cree que puede llevar un restaurante porque cocina bien, pero tienes que hacer el mismo plato cada d¨ªa, y al mismo nivel. El talento es la habilidad de hacer algo por lo que ten¨ªas inclinaci¨®n, y llevarlo a la perfecci¨®n, y mantenerlo en la distancia¡±.
El ampl¨ªsimo ¨¢mbito tem¨¢tico de Newell es tan remarcable como (supongo) inevitable. Uno no puede pasarse treinta y cinco ¨¢lbumes (¡°Cincuenta¡±, apunta, ¡°si incluyes los casetes¡±) repitiendo yeah-yeah y I-love-you-beybe. 'Drowning butterflies'; 'Call me Michael Moonlight'; 'Christmas in Suburbia'; 'Clara Bow'; 'Ilya Kuryakin looked at me'; 'Ragged winter band'... Canciones que hablan de dandis y dementes, granujas dickensianos y esp¨ªas televisivos, recesi¨®n y guerra, campanas de iglesia y f¨¢bricas cerradas ¡ ?l las defini¨® como ¡°canciones con eco sobre estaciones de tren abandonadas¡±, una frase que no suena precisamente a Oasis. ¡°Me interesa la historia¡±, dice. ¡°Somos la misma gente que entonces. Existe la idea de que somos distintos porque se ha descubierto tal y tal cosa cient¨ªfica, pero aquellas personas ten¨ªan los mismos intelectos, y nobleza, y vileza, lascivias y amores, que nosotros. Los grandes compositores de musicales, como Hoagy Carmichael, sol¨ªan citar a autores griegos. Hoy en d¨ªa escuchamos a chavales con cajas de ritmos recitando su lista de la compra de agravios sociales, o chavalas con cajas de ritmos cantando canciones infantiles sobre amor perdido y tibio empoderamiento feminista. Ya nadie busca entretener¡±.
En las descripciones que se hacen de Newell siempre aparece la palabra ¡°exc¨¦ntrico¡± (en este art¨ªculo ya ha ca¨ªdo tres veces), a menudo acompa?ada de ¡°antisocial¡±. Lo primero se debe a que el m¨²sico se paseaba (y pasea) por su pueblo (y portadas) vestido de lo que Graham Bendel, director del documental Upstairs planet, define como ¡°vigilante de manicomio del siglo XIX¡±, chaqu¨¦ y chistera incluidos. ¡°La gente cree que Keith Richards es una especie de despojo farfullante¡±, razona, ¡°cuando en realidad es un tipo inteligente y un m¨²sico dedicado. Su personaje de flipado es un disfraz con el que ocultar su timidez. Mi excentricidad es parecida. Nunca la cultiv¨¦ deliberadamente. Como suele decirse, la diferencia entre loco y exc¨¦ntrico son cien mil libras [r¨ªe]. La excentricidad es, para m¨ª, como un viejo traje de tweed que me queda mejor pasados los cincuenta. Noto que la gente me acepta, porque soy viejo. Cuando era joven me tomaban por un capullo pretencioso, mi excentricidad era intolerable. Si llego a ser Ozzy Osbourne [le imita, balbuceando], 'hola, soy Ozzy Osbourne, soy rico, tomo muchas drogas, mmm, acabo de estrellar mi jet privado¡', les habr¨ªa resultado mucho menos ofensiva¡±.
En cuanto a su famosa negativa a salir del pueblo (¡°I don¡¯t travel¡±, fue la escueta respuesta que recib¨ª hace siete a?os, cuando trat¨¦ de invitarle a Barcelona), Newell no titubea: ¡°?Recorrer el mundo hasta que la gente decida que lo que hago est¨¢ bien? No, gracias. Paul McCartney dijo, a?os despu¨¦s de la separaci¨®n de los Beatles, cuando le preguntaron si se volver¨ªan a reunir, que ellos hab¨ªan ido a Hamburgo en 1960, y que poco despu¨¦s hab¨ªa pasado ¡°todo aquello¡±, y que no ve¨ªa ninguna raz¨®n para pasar por ¡°todo aquello¡± otra vez [r¨ªe]. La fama y el dinero son las dos crueles princesas de la colina, pero la m¨²sica es la vecina que te enamor¨®, y un d¨ªa, despu¨¦s de haber sido molido a palos por las princesas, te acuerdas de que siempre la has amado y decides que solo quieres vivir en una caba?a con ella resto de tu vida, aunque se¨¢is pobres de necesidad¡±.
Alguien dijo que un hombre rico es aquel que se va a la cama tras haber hecho lo que le gusta durante el d¨ªa. Visto as¨ª, Newell est¨¢ forrado. Compone, graba, saca elep¨¦, se va al pub. Monta matinales con reputados colegas como John Cooper Clark o Captain Sensible. Sin salirse de sus postulados ¨¦ticos se ha convertido en referente de artistas como Ariel Pink, MGMT o Marc de Marco. Incluso est¨¢ cosechando lo que jam¨¢s crey¨® que llegar¨ªa: reconocimiento art¨ªstico. ¡°Siempre he tenido la sensaci¨®n de no ser comprendido. Lo que yo hac¨ªa no conectaba con mi tiempo ni mi generaci¨®n. Mis contempor¨¢neos, por alguna raz¨®n, tend¨ªan a preferir blues de barbudos. Nadie lo pillaba. Tampoco encaj¨¦ con los cr¨ªticos musicales o los urbanitas sofisticados de Londres. Siempre fueron bordes conmigo. Al poco de empezar dej¨¦ de enviarles copias para rese?ar. Me limitaba a sacar un disco, vend¨ªa mil copias y empezaba a grabar el siguiente. ?Por qu¨¦ tendr¨ªa que mandarles promos a unos cabrones que no solo escriben mucho peor que yo, sino que ni siquiera sabr¨ªan hacer un disco? Esper¨¦ muchos a?os a que llegara mi momento y, ahora que parece que ha llegado, es un poco tarde [r¨ªe]. Lo positivo fue darme cuenta de que el reconocimiento no iba a llegar, as¨ª que dej¨¦ de esperarlo y me concentr¨¦ en mi oficio¡±.
Dolly Birds & Spies. Martin Newell. Autoeditado, 2020.
Upstairs Planet: A Film About Cleaners From Venus & the Universe of Martin Newell. Graham Bendel, 2019.
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