Billy Bragg: ¡°Las burradas de Boris Johnson cuestan vidas¡±

Una de las primeras entrevistas que concedi¨® Billy Bragg (Barking, Reino Unido, 1957) tras la publicaci¨®n de su libro Las tres dimensiones de la libertad (Nuevos Cuadernos Anagrama) fue en la BBC. Al llegar a los estudios de la cadena en Londres, vio la estatua de George Orwell que preside la entrada y repar¨® en la frase del autor que la adorna: ¡°Si la libertad significa algo, ser¨¢ sobre todo el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere o¨ªr¡±.

Sobre esa misma cita hab¨ªa trabajado ¨¦l en su obra, un volumen de 96 p¨¢ginas que construye los fundamentos de la libertad en el siglo XXI a partir de tres elementos: franqueza, igualdad y responsabilidad. ¡°Inmediatamente pens¨¦ que aquello estaba equivocado. Nadie quiere o¨ªr que dos m¨¢s dos suman cinco. Eso es un argumento para tomarse licencias, libertades, no para la libertad, demonios. Ojal¨¢ hubiese ca¨ªdo en eso cuando estaba escribiendo el libro¡±, apunta Billy Bragg al tel¨¦fono desde su casa, en referencia a otra cita del propio Orwell, aquella incluida en 1984 y que trata sobre el peligro de asumir que dos m¨¢s dos son cinco simplemente porque lo dice el l¨ªder. Seg¨²n el autor de Rebeli¨®n en la granja, eso da m¨¢s miedo que ver las bombas caer. ¡°La libertad es como un r¨ªo, fluye y debes pensar desde la perspectiva de todos para sumarlos a esa idea. No se puede tener una visi¨®n monol¨ªtica de la libertad, decirle a la gente lo que es y que si quieren se unan y, si no, que se queden fuera y no molesten¡±, recuerda el m¨²sico, que ha construido una carrera hablando en cada momento de lo que suced¨ªa entonces y envolvi¨¦ndolo en un sonido que pudo suceder en cualquier momento.

Cuenta Bragg que, sin la llegada al poder de Trump, este libro no hubiese sido posible. Con ¨¦l, todos los desajustes sobre correcci¨®n pol¨ªtica, libertad individual, comunidad, solidaridad o falta de ideolog¨ªa que aborda el volumen se han convertido en asuntos candentes, m¨¢s que nada porque el inquilino de la Casa Blanca ha logrado desajustarlos de la forma m¨¢s ruidosa posible. El ensayo arranca denotando la influencia del fil¨®sofo y economista austriaco Friedrich Hayek en el advenimiento del neoliberalismo. Desde ah¨ª, traza el relato de c¨®mo las ¨¦lites que lucharon hasta dejar atr¨¢s el mundo que se reg¨ªa por los principios keynesianos rompieron la baraja de lo que son las libertades precisamente enarbolando la bandera libertaria. ¡°La suya es una libertad solo individual. La libertad de decir lo que queras, cuando quieras, a quien quieras. Eso no es libertad, eso es el Twitter de Trump. No quieren que les critiquen, solo vomitar lo que desean. La m¨¢s peligrosa forma de libertad es la que est¨¢ basada en la impunidad, en no ser responsable de lo que haces o dices. En Boris Johnson y en Trump tenemos dos casos de personas que no ha tomado ninguna responsabilidad nunca por nada, ni en la vida privada ni en la p¨²blica. Son tiempos peligrosos cuando estos dos personajes est¨¢n en el poder¡±, que recuerda una frase que dijo Johnson antes de ser Primer Ministro como ejemplo de concepci¨®n no solo err¨®nea, sino aterradora de lo que es la libertad si le extirpas el concepto de responsabilidad. ¡°Declar¨® que su frase vital era: ¡®Quiero tener mi pastel y com¨¦rmelo¡¯. Es lo m¨¢s peligroso que haya dicho. Quiere romper las reglas y hacerlo siempre que le apetezca. Por eso tenemos el mayor ¨ªndice de fallecidos por la covid-19. Estas burradas cuestan vidas¡±.

Bragg tambi¨¦n responsabiliza a quienes votaron por Johnson. Entiende que, entre seguir igual o el caos, muchos optaron por el caos, pero hay que ser consciente de lo que puede significar ese caos. ¡°La gente habla mucho de inmigraci¨®n y de c¨®mo dicen que se han destruido las comunidades. Se quejan de que jam¨¢s votaron por eso¡±, a?ade el cantante, autor de otro panfleto donde ped¨ªa la abolici¨®n de la C¨¢mara de los Lores. ¡°Votaron a Thatcher. Ella destruy¨® las instituciones sociales y se asegur¨® de calentar el mercado inmobiliario. Pasar¨¢ lo mismo con quienes votaron por el Brexit porque quer¨ªan menos inmigrantes. ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando el Gobierno negocie un tratado comercial con India o China? Lo primero que pedir¨¢n ser¨¢ m¨¢s visados para sus nacionales. Votaste Brexit porque te molestaba el fontanero polaco y ahora vas a tener m¨¢s chinos e indios. Y cuando eso pase, vendr¨¢s y dir¨¢s: ¡®?Yo no vot¨¦ por esto!¡±.

Activista de la izquierda brit¨¢nica desde los setenta, el autor de A New England trata de ajustarse a la cambiante actualidad, aceptando, entre otras cosas, que ya no es el momento de los suyos, de los que en la segunda mitad del siglo XX lucharon contra los fascistas cargados de ideolog¨ªa y canciones de The Clash. A los j¨®venes los escucha con pudor. Es consciente de ciertos privilegios asociados a su condici¨®n de hombre blanco heredero de un Imperio. Eso s¨ª, a los rivales de su generaci¨®n, como Morrissey, los sigue combatiendo. ¡°Tuve un intercambio interesante de opiniones con ¨¦l el a?o pasado. Tiene el derecho a decir lo que quiera, pero no tiene derecho a que no le critiquen por eso. Luego, cuando se les llama racistas o fascistas por sus opiniones, se enfadan. Ah¨ª est¨¢ el problema¡±.

Morrissey, en cierto aspecto, pertenece a esa ¨¦lite que hoy afirma sentirse liberada para decir lo que cree tras a?os subyugados por la correcci¨®n pol¨ªtica y la izquierda buenista, olvidando que, antes y ahora, el poder, el dinero y los medios para decir y hacer lo que les plazca ha sido y es suyo. A Bragg siempre le han interesado m¨¢s los que no tiene el poder. Acepta que en el siglo XXI hablar de ideolog¨ªas puede resultar complicado, cuando las causas por las que luchar se han vuelto monotem¨¢ticas: raza, g¨¦nero, ecolog¨ªa. ¡°Pero a¨²n creo en la conciencia de clase como ideolog¨ªa¡±, confiesa.

Durante el confinamiento, Bragg ha escrito canciones infantiles. ¡°Hice un tema para nuestra nieta basado en su libro favorito, Vamos a cazar un oso. La grab¨¦ y se la mand¨¦. Luego la sub¨ª a YouTube. A la gente le encant¨®. As¨ª que hice otra, ahora sobre un libro titulado El tigre que vino a cenar. Y a la gente le encant¨® tambi¨¦n. As¨ª que me paso el d¨ªa buscando libros infantiles sobre los que pueda escribir canciones. Es una locura, lo s¨¦. As¨ª que no me pidas soluciones para grandes cosas, que acabo de descubrir que he malgastado 40 a?os de carrera musical¡±.

Las tres dimensiones de la libertad. Billy Bragg. Nuevos Cuadernos Anagrama, 2020. 96 p¨¢ginas. 8,90 euros.