La peste emocional y la pandemia fascista
La reedici¨®n del ensayo de Wilhelm Reich sobre los movimientos totalitarios recupera la figura de un pensador maldito para los biempensantes
Contrariamente a lo que el an¨¢lisis tradicional sugiere, ¡°fascismo no es sino la expresi¨®n pol¨ªticamente organizada de la estructura del car¨¢cter del hombre medio, una estructura que no est¨¢ ligada ni a determinadas razas o naciones ni a determinados partidos, sino que es general e internacional¡±. Este es el resumen, en sus propias palabras, de la tesis que ?Wilhelm Reich expuso en su Psicolog¨ªa de masas del fascismo, un libro fundamental para entender la naturaleza del movimiento nazi que no ahorra cr¨ªticas a la deriva, a su juicio igualmente fascista, del comunismo sovi¨¦tico. La reedici¨®n de la obra, casi un siglo despu¨¦s de que fuera escrita y 40 a?os m¨¢s tarde de su primera traducci¨®n al castellano, sirve para recuperar la memoria de un pensador maldito para todos los biempensantes pero que fue reivindicada, una d¨¦cada despu¨¦s de su muerte, por los j¨®venes protagonistas de Mayo del 68.
En conversaciones con profesionales nacidos en los a?os setenta he comprobado que la huella de Reich, muy profunda en la generaci¨®n que entonces ocup¨® las universidades de media Europa reclamando un cambio sustancial del orden establecido, es hoy casi inexistente para quienes ocupan los principales centros de poder y decisi¨®n. Gran parte de ellos desconocen sus teor¨ªas sobre la econom¨ªa sexual, el org¨®n como principio energ¨¦tico, y la influencia de la inhibici¨®n y la represi¨®n genital en la conformaci¨®n de la sociedad autoritaria. El tiempo no ha pasado en balde, claro est¨¢, y cuando se explica semejante tesis no son frecuentes las airadas reacciones que en su tiempo suscitaron, pero abundan las sonrisas ir¨®nicas y aun los comentarios sarc¨¢sticos sobre quien es tildado nuevamente de cient¨ªfico loco, sin atender al significado ¨²ltimo de su pensamiento al margen los errores y extravagancias en que acab¨® incurriendo.
Nacido en el Imperio Austroh¨²ngaro en el seno de una familia jud¨ªa, Wilhelm Reich fue disc¨ªpulo temprano de Sigmund Freud, de quien se distanci¨® al tiempo de hacerlo tambi¨¦n de la pr¨¢ctica del psicoan¨¢lisis cl¨¢sico. Primero socialdem¨®crata decepcionado, m¨¢s tarde comunista expulsado del partido, se exili¨® en los pa¨ªses n¨®rdicos antes de recalar en Estados Unidos, donde muri¨® en la c¨¢rcel condenado por desacato a la autoridad despu¨¦s de que la Administraci¨®n Federal de Medicamentos se incautara de sus activos, quemara sus libros y apuntes cient¨ªficos y le acusara de fraude sanitario como si de un vulgar curandero se tratara. En dicha operaci¨®n el Gobierno americano se incaut¨® adem¨¢s de cientos de ejemplares de una m¨¢quina de su invenci¨®n, el orgonon o acumulador de orgones, y prohibi¨® su venta.
Reich consideraba que ¡°la energ¨ªa espec¨ªficamente biol¨®gica es el org¨®n, unidad de medida de la energ¨ªa c¨®smica vital¡±. En el libro explica que la represi¨®n sexual es la base de la familia patriarcal, mitificada por la Iglesia y las religiones en general, pero tambi¨¦n por otras ideolog¨ªas pol¨ªticas que sustentan al Estado. En su opini¨®n, ¡°las inhibiciones y el debilitamiento de la sexualidad¡±, singularmente en el caso de ni?os y j¨®venes, ¡°constituyen los presupuestos m¨¢s importantes para la existencia de la familia autoritaria¡±, n¨²cleo esencial en el que se apoya el poder de los Estados. La angustia religiosa y el sentimiento de culpabilidad que se genera entre quienes traspasan los l¨ªmites de la decencia convencional no hacen sino potenciar los sentimientos y las emociones del mundo familiar. Estas permean las masas, no solo en el caso de la peque?a burgues¨ªa, sino tambi¨¦n en el de la clase obrera. La expansi¨®n de esa especie de peste emocional es utilizada por el caudillo de turno en busca del apoyo popular a su figura, deificada y admirada sin racionalidad alguna. En ese sentido, no es la superestructura pol¨ªtica ni el poder dictatorial lo que adoctrina a las masas sobre las caracter¨ªsticas del fascismo, sino que las masas mismas son responsables iniciales del movimiento que luego terminar¨¢ por organizarse como partido pol¨ªtico. La falta de libertad sexual es la causa y origen de la ausencia de libertad en general, asumida interiormente por los individuos debido al car¨¢cter estructural del autoritarismo que el Estado representa. Eso explica entre otras cosas que muchos integrantes de la clase obrera se sumaran a las filas del nacionalsocialismo. Menciona el ejemplo de ¡°la sumisi¨®n de la mujer, aunque sea comunista, a la ropa decente de los domingos¡± que, junto con otras aparentes menudencias que se convierten en cr¨®nicas, tiene en ella una influencia reaccionaria mayor que la de los panfletos y proclamas de la revoluci¨®n. Por todo ello la lucha contra la represi¨®n sexual debe ser ¡°parte del combate total de los explotados contra los explotadores¡±,
Wilhelm Reich escribi¨® m¨¢s de una treintena de libros, algunos de gran ¨¦xito como La lucha sexual de los j¨®venes o La funci¨®n del orgasmo, del que public¨® dos versiones complementarias con una diferencia de 20 a?os entre ambas. Fueron enormemente populares entre la juventud en los a?os sesenta del pasado siglo, cuando una aut¨¦ntica revoluci¨®n sexual se produjo en Occidente, animada adem¨¢s por el descubrimiento y distribuci¨®n en masa de la p¨ªldora anticonceptiva, cuya reputaci¨®n subi¨® de tono gracias a las enc¨ªclicas papales que la condenaron. El libertarismo que Reich preconizaba reivindic¨® el derecho al placer y aliment¨® el movimiento feminista, que convirti¨® el sujetador en un s¨ªmbolo de la opresi¨®n sexual. Como reclamo de una vida en armon¨ªa con la naturaleza, que alejara al hombre del animal s¨¢dico y mecanicista en que se hab¨ªa convertido desde su reprimida infancia, propuso tambi¨¦n una democracia del trabajo que no se derivara de ideolog¨ªas pol¨ªticas o proposiciones demag¨®gicas. ¡°La democracia del trabajo natural¡±, escribe, ¡°no es un programa pol¨ªtico; es una funci¨®n redescubierta biosociol¨®gica, natural y b¨¢sica de la sociedad¡±. Son frecuentes tambi¨¦n sus ataques a politicastros y demagogos, en expresiones que mucho recuerdan algunos de los comentarios de esta hora.
La edici¨®n actual se basa en la traducci¨®n del original al ingl¨¦s y en la que hizo del alem¨¢n al castellano Roberto Bein en 1980, y ha sido validada por el Wilhelm Reich Infant Trust. En la portada luce el s¨ªmbolo del org¨®n, que resume la uni¨®n del cuerpo (soma) y la psique. Hoy d¨ªa se vende como abalorio y se?a de identidad de la ciencia de la energ¨ªa vital. En Internet he encontrado adem¨¢s anuncios de acumuladores de orgones que se comercializan por encima de los 5.000 d¨®lares. Junto a institutos y fundaciones cient¨ªficas que cuidan su legado, abundan chamarileros y mercaderes que lo rentabilizan. ?l cre¨ªa que el siglo XX pod¨ªa marcar el comienzo de una era social libre de pol¨ªtica. Los hechos demuestran cu¨¢n errado estaba y hasta qu¨¦ punto la peste emocional origen de los fascismos emponzo?a hoy d¨ªa el ejercicio de la democracia.
Psicolog¨ªa de masas del fascismo
Wilhelm Reich
Traducci¨®n de Alfredo Bein
Enclave de Libros, 2020
502 p¨¢ginas. 25 euros
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