La hip¨®tesis cibern¨¦tica se reactiva en el arte
La explotaci¨®n de datos y el capitalismo digital no son s¨®lo t¨¦cnicas de control y gobierno, sino tambi¨¦n un campo de acci¨®n para numerosos artistas
La idea de cambio se relaciona a menudo con la idea de deriva. Eso es: con el abatimiento del rumbo, con la acci¨®n de separar una parte del todo, con la p¨¦rdida de fluido que produce el chispazo en una l¨ªnea el¨¦ctrica o en cualquier contexto vital. A esa ansiedad cada vez m¨¢s pertinaz viven atados muchos artistas. En su imaginario est¨¢ encontrar esas formas verbales del futuro con las que prever lo que la vida nos depara. Un tiempo de anticipaci¨®n que tiene mucho que ver con la cibern¨¦tica, disciplina que puso en circulaci¨®n el matem¨¢tico Norbert Wiener en plena II Guerra Mundial para controlar el tr¨¢fico a¨¦reo y conocer de antemano los movimientos del enemigo. Eso le llev¨® al estudio de la regulaci¨®n de los organismos vivos, a extraer los datos que se ten¨ªan sobre biolog¨ªa y aplicarlos al dise?o de la m¨¢quina. Una comparaci¨®n entre mente y m¨¢quina que luego hizo suya la inteligencia artificial, anticipando lo que despu¨¦s se llam¨® cyborg: una ingeniosa contracci¨®n entre cibern¨¦tico y organismo que en los noventa se alz¨® como paradigma en el arte.
Tambi¨¦n el Centro de C¨¢lculo de la Universidad de Madrid contribuy¨® lo suyo a ese combo entre arte y compu?tadora. Una ling¨¹¨ªstica matem¨¢tica que est¨¢ en la base de las obras de Jos¨¦ Luis Alexanco, cabeza visible de ese grupo, reivindicado ahora por el mercado y el museo, como veremos el pr¨®ximo septiembre en una completa exposici¨®n del artista en la Sala Alcal¨¢ 31 de Madrid.
La pandemia enfatiza sin remedio esa vieja idea de que la plenitud del presente est¨¢ siempre en una situaci¨®n de p¨¦rdidas, algo que le ha dado a lo ciber un nuevo alcance, aun cuando el big data parec¨ªa vivir con resaca. El dominio del c¨®mputo ha pasado a ser una de las principales fuentes de negocio de nuestro tiempo, con grandes beneficios a trav¨¦s de la explotaci¨®n de datos, y es algo que no pasa inadvertido en el campo cultural. Pocos proyectos como Agency, con sede en Bruselas y creado por Kobe Matthys en 1992, han metido tanto el dedo en esa llaga. Desde hace a?os compila ¡°listas de cosas¡± (procesos jur¨ªdicos, demandas, derechos de autor¡) trastocando la cl¨¢sica divisi¨®n entre lo colectivo y lo individual y pregunt¨¢ndose qu¨¦ sentido tiene eso en un mundo cada vez m¨¢s especulativo. Lo recoge ahora la exposici¨®n Cybernetics Of The Poor: tutoriales, ejercicios y partituras en Tabakalera de San Sebasti¨¢n y que el pr¨®ximo oto?o tendr¨¢ una segunda fase en la Kunsthalle de Viena. Surgida de un seminario internacional celebrado en 2019, es una de las apuestas con las que este centro de arte contempor¨¢neo donostiarra celebra su quinto aniversario y una de las grandes exposiciones que teorizan sobre c¨®mo el arte tiende a evidenciar o evitar toda forma de control.
Aunque no la ¨²nica. Uncanny Valley: Being Human In The Age Of AI, en The de Young Museum de San Francisco, tambi¨¦n se dispone a desentra?ar qu¨¦ significa ser humano en un mundo mediado por la tecnolog¨ªa proponiendo nuevas formas de pensar sobre inteligencia, naturaleza y artificio. Una exposici¨®n en la que coinciden dos de los artistas m¨¢s efectivos (y efectistas) en la hip¨®tesis cibern¨¦tica: Trevor Paglen (Camp Springs, Estados Unidos, 1974) e Ian Cheng (Los ?ngeles, 1984). Ge¨®logo de formaci¨®n, Paglen trabaja sobre estructuras invisibles de poder que permanecen ocultas y que categorizan el mundo: bases de entrenamiento militar y prisiones que no figuran en los mapas, sistemas de recopilaci¨®n de datos y de vigilancia que incluyen sat¨¦lites, cables de banda ancha o m¨¢quinas de inteligencia artificial. Su pr¨®ximo proyecto, Bloom, sobre la actual pol¨ªtica de im¨¢genes bajo la tecnolog¨ªa del reconocimiento facial, llegar¨¢ el 10 de septiembre al 6 Burlington Gardens y a la plataforma digital de la galer¨ªa Pace de Londres.
Ian Cheng tambi¨¦n discurre por un mundo virtual impredecible. Emissaries, que present¨® en 2017 en el MoMA PS1, fue su debut en Madrid el pasado febrero de la mano de ?Patrizia San?dretto. Un universo autoejecutable donde el espectador contempla las posibilidades de una historia cuyos n¨²cleos son la conciencia y la capacidad de adaptaci¨®n propias de lo humano.
En manos de las artistas, la cibern¨¦tica subvierte el tono patriarcal de su ra¨ªz etimol¨®gica ligada a la idea de ¡°timonel¡± y ¡°gobernador¡± y roza cualquier idea asociada a lo ultramoderno. Lo es la actual exposici¨®n de ?Trisha Baga (Florida, 1985) en HangarBicocca de Mil¨¢n, su primera gran muestra institucional: una especie de mundo inmaterial hecho de ventanas, enlaces y monitores. Inteligencia artificial desarrollada por Amazon con el asistente virtual de Alexa y tecnolog¨ªa 3D para un sentimiento alto de hipnosis colectiva. Por una l¨ªnea similar discurre el trabajo de Heather Phillipson (Londres, 1978), la ¨²ltima artista en ocupar el cuarto plinto de Trafalgar Square, uno de los proyectos de arte p¨²blico m¨¢s codiciados. A falta de inau?gurarse, ya que se par¨® su presentaci¨®n en marzo por el confinamiento, es un enorme remolino de crema batida rematado por una cereza, una mosca y un dron que no puede ser m¨¢s elocuente en un momento en el que no sabemos ni c¨®mo comernos ese pastel. Temores y fobias abundan tambi¨¦n en las obras de Marianna Simnett (Londres, 1986) asociadas a las intervenciones m¨¦dicas, tecnol¨®gicas y farmacol¨®gicas en el cuerpo. Un ejemplo es Blood In My Milk (2018), con la que debut¨® en el New Museum de Nueva York, y que acaba de presentar en la Kunsthalle de Viena. Mucho m¨¢s rob¨®tica es Raphaela Vogel (N¨²remberg, 1988), y sobre los efectos secundarios de la tecnolog¨ªa ahonda cada trabajo de Melanie Bonajo (Heerlen, 1978). Desde la performance trabaja Tabita Rezaire (Par¨ªs, 1989), cuyas clases de yoga llegar¨¢n por Zoom el 1 de agosto a La Casa Encendida de Madrid. Con la f¨ªsica cu¨¢ntica en mente, su trabajo habla de un tiempo y un espacio de encuentro entre la tecnolog¨ªa y la espiritualidad para dar lugar a floridas visiones de conexi¨®n y emancipaci¨®n. La contrariedad m¨¢xima de este siglo XXI: las m¨¢quinas no nos har¨¢n libres.
Cybernetics Of The Poor: tutoriales, ejercicios y partituras. Tabakalera. San Sebasti¨¢n. Hasta el 23 de agosto.
Uncanny Valley: Being Human In The Age Of AI. The de Young Museum. San Francisco. Hasta el 25 de octubre.
The Eye, The Eye And The Ear. Trisha Baga. Pirelli HangarBicocca. Mil¨¢n. Hasta el 10 de enero de 2021.
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