Zahi Hawass halla en Saqqara cientos de ata¨²des y otros vestigios del Imperio Nuevo

Es, tras 5.000 a?os de su primer esplendor, y con perd¨®n de los estudios del gran Jean-Philippe Lauer, (el sabio que le dedic¨® 60 a?os de su vida) el gran momento de Saqqara. Los descubrimientos que se est¨¢n haciendo ¨²ltimamente en el inmenso yacimiento que fue la necr¨®polis principal de Menfis, obligan a revisar lo que se sab¨ªa de este conjunto monumental a 30 kil¨®metros al sur de El Cairo. Con Saqqara, Patrimonio de la Humanidad, est¨¢ sucediendo lo que ocurri¨® con la necr¨®polis de Giza en los pasados a?os noventa: una explosi¨®n de hallazgos e investigaciones que cambian nuestra concepci¨®n del sitio y de la historia de Egipto.

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Fotogaler¨ªa: Los nuevos descubrimientos de Saqqara

Ahora, tras los extraordinarios descubrimientos de un recinto de momificaci¨®n conectado con tumbas que se?ala un tratamiento casi industrial de la muerte y un conjunto de ata¨²des y sarc¨®fagos realmente asombroso por su cantidad y calidad, Zahi Hawass, que no pod¨ªa perderse la fiesta egiptol¨®gica, ha anunciado su propia bater¨ªa de hallazgos. Hawass, el insumergible exresponsable de las antig¨¹edades fara¨®nicas de su pa¨ªs y que fuera todopoderoso gestor de la arqueolog¨ªa en tiempos de Mubarak, ha dejado de momento sus excavaciones en el Valle de los Reyes y sus aleda?os para trabajar en Saqqara, el lugar donde se concentran hoy en d¨ªa los focos del inter¨¦s mundial. Saqqara (del ¨¢rabe sakhr, piedra), esconde a¨²n una de las tumbas m¨¢s buscadas de Egipto, la de Imhotep, arquitecto y visir de Djoser.

El egipt¨®logo, que dirige una misi¨®n egipcia en cooperaci¨®n con el Ministerio de Antig¨¹edades y por medio de la Biblioteca Alejandrina, se?ala como lo m¨¢s interesante de sus hallazgos los que han realizado en el templo funerario de la reina Nearit, la mujer del fara¨®n Teti (primero de la sexta dinast¨ªa del Imperio Antiguo), una estructura parcialmente descubierta hace a?os); el descubrimiento de numerosos pozos funerarios, ata¨²des (se habla de cientos) y momias que datan, y esto es importante, del Imperio Nuevo (hace 3.000 a?os); el de un papiro de cuatro metros de longitud por un metro de ancho con el texto del cap¨ªtulo 17 del Libro de los Muertos y el de numerosas estatuas, estelas, juguetes, maquetas de barcos funerarios y m¨¢scaras de momia, tambi¨¦n del Imperio Nuevo, una ¨¦poca de la que Saqqara, espectacularmente rica en vestigios del Imperio Antiguo y luego de ¨¦poca tard¨ªa, presenta muchos enigmas.

Seg¨²n Hawass, ¡°estos descubrimientos reescribir¨¢n la historia de la regi¨®n, especialmente durante las dinast¨ªas XVIII y XIX del Imperio Nuevo, durante las cuales el fara¨®n Teti fue adorado y numerosos personajes enterrados alrededor de su pir¨¢mide¡±. En cuanto al templo funerario de Nearit, se ha descubierto su dise?o, y tres almacenes de adobe construidos para albergar las provisiones del templo, ofrendas y herramientas empleadas en la tumba de la reina.

Entre lo m¨¢s importante tambi¨¦n, la excavaci¨®n de 52 pozos funerarios de hasta 12 metros de profundidad y en su interior cientos de ata¨²des de madera del Imperio Nuevo. La misi¨®n recalca que es la primera vez que se hallan ata¨²des de hace tres mil a?os en la zona de Saqqara. Los ata¨²des son antropomorfos y decorados con escenas de divinidades y textos funerarios. Se ha descubierto asimismo una lujosa capilla, tambi¨¦n del Imperio Nuevo, que alcanza una profundidad de 24 metros bajo el nivel del suelo; a¨²n no se ha localizado la c¨¢mara sepulcral con la que estar¨ªa conectada. Hawass conf¨ªa en encontrar estructuras no saqueadas por los ladrones de tumbas.

Los hallazgos confirman la existencia en la necr¨®polis de numerosos talleres para producir ata¨²des y otros bienes funerarios, as¨ª como para realizar las tareas de momificaci¨®n. Entre los objetos hallados en los pozos, destacan estatuas de deidades como Osiris y Ptah-Soker-Osiris. En cuanto al excepcional papiro, consta su propietario: Pw-Kha-Ef. El mismo nombre ha sido hallado en cuatro ushebtis, estatuillas funerarias, y en un ata¨²d de madera antropomorfo. La misi¨®n ha descubierto tambi¨¦n numerosas m¨¢scaras funerarias de madera y una capilla dedicada a Anubis, as¨ª como estatuas del mismo dios guardi¨¢n de las necr¨®polis, y una serie de juegos de Senet (similar a nuestro ajedrez) para entretener a los difuntos en la otra vida. Un hallazgo destacado es una magn¨ªfica hacha de bronce que indica que su propietario era un l¨ªder del ej¨¦rcito en el Imperio Nuevo.

Los descubrimientos son muy numerosos. Entre ellos, tambi¨¦n, la estela de un difunto y su esposa identificados como Kha-Ptah y Mwt-em-wia. En los grabados en relieve aparecen junto a seis hijos e hijas, una de las cuales lleva el nombre de Nefertari, que es el mismo de la famosa esposa real principal de Rams¨¦s II, mientras que uno de los varones luce el de Kha-em-waset, el del c¨¦lebre hijo de Rams¨¦s II considerado el primer egipt¨®logo por su inter¨¦s en restaurar los antiguos monumentos del pa¨ªs. Es una prueba de que ambos nombres deb¨ªan ser populares.

En cuanto a los hallazgos antropol¨®gicos, se ha podido determinar en la momia de una mujer que la difunta padec¨ªa una enfermedad cr¨®nica febril t¨ªpica de estar en contacto directo con animales y que le produjo un absceso en el h¨ªgado.