Un buen policiaco

El audiovisual espa?ol, cine y televisi¨®n, se ha ido especializando en los ¨²ltimos a?os en una suerte de thriller social que, partiendo de los c¨®digos cl¨¢sicos del g¨¦nero policiaco / criminal en cuanto a estructura y personajes, a?ade una abundante capa de problem¨¢ticas de nuestra contemporaneidad: morales, legales, judiciales. Ahora que el cine estadounidense ha bajado el pist¨®n en la producci¨®n de policiacos ¡ªno as¨ª las series¡ª, y que las distribuidoras espa?olas apenas se preocupan por comprar este tipo de t¨ªtulos, el hueco lo est¨¢ ocupando la producci¨®n nacional.

Hogar, de los hermanos Pastor, y El practicante, de Carles Torras, ambas de Netflix, fueron dos de las pel¨ªculas m¨¢s entretenidas del muy complicado a?o pasado para los espectadores que buscan regocijo comercial y de g¨¦nero. Y en esta l¨ªnea, de nuevo con estreno exclusivo en Netflix, llega Bajocero, segundo largometraje de Llu¨ªs Qu¨ªlez, formado en la Escac y acostumbrado tanto al videoclip como a la publicidad, que aporta una solvente puesta en escena y una estimable elegancia visual a un thriller de acci¨®n que, sin embargo, acaba asentando su calidad en otros dos aspectos fundamentales: el retrato de personajes, y el ali?o de la complicidad social con la audiencia en el guion del propio Qu¨ªlez y de Fernando Navarro, especialista en la fusi¨®n de cine de g¨¦nero y ribete social en obras como Toro y Ver¨®nica, y que esta misma semana estrena Cosm¨¦tica del enemigo, otro t¨ªtulo con su escritura. Un gui?o al recuerdo con un par de emblem¨¢ticos casos criminales espa?oles, en los que juega a la encrucijada moral, y que, eso s¨ª, nos guardaremos de explicitar pues su desvelamiento destripar¨ªa parte de la trama.

En el relato del traslado entre c¨¢rceles de siete presos muy distintos en un enorme cami¨®n policial, Qu¨ªlez ofrece un notable manejo de la tensi¨®n narrativa y, aunque acuda a un par de aspectos visuales ya al borde del clich¨¦ ¡ªel extintor de Irreversible como brutal arma de ataque, filmada en primer plano, y los ciervos mir¨¢ndose con los personajes desde la carretera a modo de espejo¡ª, redondea bien su pel¨ªcula gracias a la excelencia de su plantel de int¨¦rpretes, encabezado por el siempre perfecto Javier Guti¨¦rrez y con un formidable trabajo de Luis Callejo.