TikTok, del meme a la discogr¨¢fica
En tres a?os de vida la aplicaci¨®n ha alcanzado 800 millones de usuarios y se ha erigido en una eficaz plataforma para lanzar al estrellato a artistas an¨®nimos. Un cartero escoc¨¦s fichado por Universal es uno de los ¨²ltimos ejemplos
Esta es la historia de Nathan Evans, un joven escoc¨¦s que hasta diciembre era cartero. Llevaba meses publicando en su cuenta de TikTok, hasta que se le ocurri¨® subir una antigua canci¨®n marinera, The Wellerman. En pocos d¨ªas, gracias a la opci¨®n de duetos de TikTok que permite que usuarios canten o reaccionen a v¨ªdeos de otros tiktokers, su interpretaci¨®n ...
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Esta es la historia de Nathan Evans, un joven escoc¨¦s que hasta diciembre era cartero. Llevaba meses publicando en su cuenta de TikTok, hasta que se le ocurri¨® subir una antigua canci¨®n marinera, The Wellerman. En pocos d¨ªas, gracias a la opci¨®n de duetos de TikTok que permite que usuarios canten o reaccionen a v¨ªdeos de otros tiktokers, su interpretaci¨®n empez¨® a ganar en reproducciones y acompa?amientos. Hasta llegar a Andrew Lloyd Webber, compositor de teatro musical, ganador del Oscar, y una de las ¨²ltimas estrellas de TikTok, que se uni¨® a la canci¨®n de Evans con algunas notas al piano. En menos de un mes, este joven firm¨® un contrato con Polydor, sello que pertenece a Universal Music. Las canciones y los hashtags (etiquetas) que acompa?an a las creaciones orientan los caminos de los tiktokers. Evans us¨® su talento, un tema pegadizo y un hashtag (#ShantySongs, canciones marineras). La etiqueta que eligi¨® suma ya m¨¢s de 3.000 millones de reproducciones. S¨ª, las canciones marineras del siglo XIX son tendencia.
De su cuarto a una multinacional. La historia parece contada mil veces. La diferencia, como siempre, est¨¢ en los detalles. TikTok, creada en 2018 por la empresa chino-estadounidense ByteDance Ltd. (cuyo valor se estima en 140.000 millones de d¨®lares ¨Dm¨¢s de 115.000 millones de euros¨D), se convirti¨® en la aplicaci¨®n m¨¢s descargada de 2020, en plena pandemia, y en menos de tres a?os ha alcanzado los 800 millones de usuarios. No es una red social al uso, est¨¢ a medio camino entre Spotify, YouTube e Instagram. Funciona con un algoritmo que prioriza tus intereses, por encima de tus amigos. No hace falta seguir a alguien, el contenido, personalizado seg¨²n tus gustos, aparece directamente en la pantalla.
TikTok es, tambi¨¦n, la aplicaci¨®n que provoca que los mayores de 30 a?os no puedan controlar la subida de sus cejas. Un arqueo entre la incomprensi¨®n, el prejuicio y el inter¨¦s que causan millones de j¨®venes en todo el mundo cuando bailan y cantan delante de sus tel¨¦fonos sin importarles el lugar o el momento. El resultado, recopilado en millones de v¨ªdeos breves, ha cambiado (una vez m¨¢s) la maltrecha industria de la m¨²sica. TikTok ha cumplido con el pron¨®stico de Andy Warhol, pero batiendo r¨¦cords. Ya no hacen falta 15 minutos de fama, solo unos segundos para pasar de repartir cartas en una ciudad al sur de Escocia a firmar un contrato millonario con un sello sin intermediarios y una audiencia garantizada.
La m¨²sica es parte del esqueleto de la aplicaci¨®n. Es lo primero que se escucha al entrar en TikTok y la gu¨ªa que lleva a un usuario de un v¨ªdeo a otro. A trav¨¦s de Sound Page, una gran discoteca de sonidos y canciones, los usuarios eligen las bandas sonoras de sus v¨ªdeos organizadas en m¨¢s de 40 listas de temas seleccionados por pa¨ªses. ¡°Dedicamos mucho tiempo a seleccionar las composiciones analizando los ritmos, letras y otros datos¡±, dice James Underwood, del equipo de contenidos musicales de TikTok en el Reino Unido. Todas estas canciones ¡°est¨¢n protegidas por la normativa de propiedad intelectual y requieren de la previa autorizaci¨®n de su autor y del pago de los correspondientes derechos¡±, puntualiza Bel¨¦n ?lvarez, abogada senior en Gabeiras & Asociados. Existe cierta opacidad en la pol¨ªtica de derechos de autor de TikTok y se desconocen las cantidades que reciben los artistas. La aplicaci¨®n ya ha empezado a firmar acuerdos con sellos como Sony para ampliar su biblioteca musical y, seg¨²n Bloomberg, est¨¢ preparando su propio servicio de m¨²sica por streaming.
Lil Nas X es uno de los pioneros. Empez¨® en Twitter e Instagram, pero fue gracias a un challenge (un reto) promovido por los usuarios de TikTok que su canci¨®n Old Town Road bati¨® r¨¦cords. Era inicios de 2019, y miles de tiktokeros (usuarios de esta red) se vistieron de vaqueros para bailar al ritmo de un tema entre el country y el trap de un joven negro a punto de cumplir 20 a?os de Atlanta. Permaneci¨® tantas semanas en el n¨²mero 1 de la lista Billboard de Estados Unidos que hizo historia. Vendi¨® m¨¢s de un mill¨®n de copias y gan¨® dos Grammys, entre otros premios, con un single.
TikTok reproduce la idiosincrasia de la Generaci¨®n Z (los j¨®venes nacidos entre mediados de la d¨¦cada de los noventa y mediados de la primera d¨¦cada del siglo XXI) que ha dejado de consumir ¨¢lbumes y ha hecho de los singles su manera de disfrutar de la m¨²sica. La rapera Doja Cat y el trapero Sueco The Child, otras dos estrellas salidas de la aplicaci¨®n con sendos contratos discogr¨¢ficos, han lanzado, por el momento, EP (discos de pocas canciones). Sueco The Child, veintea?ero de California, cre¨® un beat (ritmo) de 15 segundos en su casa. Le pidi¨® a Lukas Daley, un patinador con millones de seguidores en TikTok, que lo usara como banda sonora de uno de sus saltos. Fue suficiente para que Fast se convirtiera en un meme. Es decir, en un ¨¦xito en los nuevos t¨¦rminos de TikTok.
La empresa lanza un mensaje que una parte de la industria de la m¨²sica ya asume: ¡°Tiene m¨¢s relevancia conseguir un ¨¦xito en TikTok que salir en la radio, porque la aplicaci¨®n se ha convertido en la nueva radio mundial¡±. Si a estos j¨®venes artistas se les recordar¨¢ m¨¢s all¨¢ de estos temas, a¨²n es un misterio. Los contratos que han conseguido les permiten dedicarse profesionalmente a la m¨²sica y a las compa?¨ªas apostar por talentos que no solo aportan sus composiciones, sino un p¨²blico empaquetado al que dirigirse directamente sin necesidad de invertir en antiguos modelos promocionales y publicitarios.
¡°La Gen T [generaci¨®n TikTok] est¨¢ acabando con las reglas demogr¨¢ficas a la misma velocidad que nuestra plataforma cambia comportamientos¡±, explica Alessandra Mariani, estratega de marca en la empresa en una publicaci¨®n que TikTok ha lanzado para que las empresas del sector musical inviertan y se acerquen a la aplicaci¨®n. Reconoce que el 56% de sus usuarios tienen entre 13 y 24 a?os, el 20% tienen m¨¢s de 35, aun as¨ª mantiene que es ¡°un error¡± separar a estas audiencias porque, al margen de la edad, ¡°comparten valores similares: la idea de comunidad, conocimientos y el inter¨¦s por descubrir subculturas¡±.
Y lo hacen en un mismo sitio: el sal¨®n de casa. En ese espacio familias y amigos se graban para despu¨¦s compartir sus logros. La cultura de colgar p¨®steres de tus artistas favoritos en la habitaci¨®n se extingue. El nuevo fandom, como se denomina a un colectivo de aficionados a un fen¨®meno, est¨¢ compuesto por tiktokers que se unen a trav¨¦s de sus tel¨¦fonos y que, adem¨¢s, pueden acercarse a sus ¨ªdolos no solo dando a me gusta, sino a trav¨¦s del baile, versionando sus canciones o disfraz¨¢ndose para formar parte de un reto.
?xitos que reviven
El efecto TikTok tiene dos caminos. Los j¨®venes que saltan desde la aplicaci¨®n a las listas de ¨¦xitos y a otras plataformas como YouTube en un fen¨®meno que ya se conoce como: ¡°He llegado aqu¨ª gracias a TikTok¡±; y los veteranos o artistas m¨¢s famosos cuyos ¨¦xitos reviven o sus carreras se impulsan gracias a que los tiktokers los usan de banda sonora en sus v¨ªdeos. Nathan Apodaca, estadounidense de 37 a?os, se sube a su monopat¨ªn, se bebe un zumo de ar¨¢ndanos y canta Dreams de Fleetwood Mac. 10 segundos que consiguieron m¨¢s de 60 millones de reproducciones y que una canci¨®n de 1977 volviera a las listas de ¨¦xitos.
Mientras tanto, ¡°los cat¨¢logos de las discogr¨¢ficas se revalorizan¡±, explica Ayla Owen, vicepresidente de Warner Chappell Music, en la revista de TikTok. Lo mismo ha sucedido con Gypsy Woman, de Crystal Water (1991), la resurrecci¨®n de Paper Planes de Mia, de inicios de 2000, y Where Is The Love de Black Eyed Peas, que se convirti¨® en la banda sonora de la campa?a electoral de Joe Biden. ¡°Los que usan estas canciones no crecieron con ellas¡±, dice Paul Hourican, responsable de M¨²sica en TikTok. ¡°Es como escuchar por primera vez a James Brown, fascinante¡±.
Andrew Lloyd Webber, de 72 a?os, ha aprovechado el ejercicio de nostalgia que sucede en TikTok para convertirse en una estrella de la aplicaci¨®n. El compositor de obras de teatro musical como Jesucristo Superstar se ha pasado al twerk. Con unas notas de El fantasma de la ¨®pera, otra de sus creaciones, montadas sobre la canci¨®n Wap de Cardi B y Megan Thee Stallion, ha creado Phantom of the Wapera, uno de los nuevos fen¨®menos en la plataforma.
Otros artistas consagrados recurren a TikTok para garantizar el ¨¦xito de sus canciones. Drake contrat¨® a un grupo de core¨®grafos profesionales para que crearan un baile para una de sus canciones, en 45 minutos le enviaron unos pasos que interpret¨® en el sal¨®n de su mansi¨®n. Dos semanas despu¨¦s hab¨ªa conseguido 3.000 millones de reproducciones y ser el n¨²mero 1 en la lista Billboard con Toosie Slide. El bucle que ha generado TikTok puede prolongarse hasta el infinito en todas las direcciones posibles trastocando, una vez m¨¢s, los mimbres que sostienen la industria de la m¨²sica.