Misterio resuelto: ya sabemos qui¨¦n escribi¨® en ¡®El grito¡¯ de Munch
El Museo Nacional de Noruega confirma que la misteriosa inscripci¨®n en el c¨¦lebre cuadro no fue un acto vand¨¢lico, sino obra del propio artista
¡°Solo pudo haber sido pintado por un loco¡±: as¨ª reza una peque?a inscripci¨®n escrita a mano en la esquina superior de El grito, la pintura m¨¢s famosa del noruego Edvard Munch (L?ten, 1863-Sk?yen, 1944), realizada en 1893. El Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Dise?o de Noruega ha anunciado que el mensaje, descubierto en 1904 y tomado en su momento como un acto vand¨¢lico, fue realizado por el autor. La investigaci¨®n se desarroll¨® mientras la pintura estaba siendo restaurada con vistas a la apertura del nuevo Museo Nacional de Arte de Noruega, prevista para 2022.
Mai Britt Gule...
¡°Solo pudo haber sido pintado por un loco¡±: as¨ª reza una peque?a inscripci¨®n escrita a mano en la esquina superior de El grito, la pintura m¨¢s famosa del noruego Edvard Munch (L?ten, 1863-Sk?yen, 1944), realizada en 1893. El Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Dise?o de Noruega ha anunciado que el mensaje, descubierto en 1904 y tomado en su momento como un acto vand¨¢lico, fue realizado por el autor. La investigaci¨®n se desarroll¨® mientras la pintura estaba siendo restaurada con vistas a la apertura del nuevo Museo Nacional de Arte de Noruega, prevista para 2022.
Mai Britt Guleng, comisaria del museo en arte cl¨¢sico y moderno, relata el hallazgo para EL PA?S por correo electr¨®nico. ¡°Nos pareci¨® que el proceso de restauraci¨®n era el mejor momento para realizar la investigaci¨®n. Nunca se le hab¨ªa prestado mucha atenci¨®n ni tampoco se hab¨ªa conocido de forma fehaciente su autor¡±, explica la experta, quien indica que la pintura formar¨¢ parte de una nueva sala dedicada a Munch en el nuevo centro. La obra del pintor tambi¨¦n tendr¨¢ una nueva casa dise?ada por el despacho espa?ol de Juan Herreros, en un complejo de 13 plantas frente al fiordo de Oslo.
La inscripci¨®n estaba entre las nubes rojas y naranjas de pesadilla que dan fondo a la angustiosa figura que se ha convertido en un emblema del arte moderno. La comisaria explica que la fotograf¨ªa infrarroja permiti¨® crear el contraste necesario para que la inscripci¨®n fuese clara y legible, perfecta para ser comparada con la caligraf¨ªa de Munch.
No se sabe cu¨¢ndo ni por qu¨¦ el pintor escribi¨® este mensaje, pero Guleng y su equipo apuntan a la posibilidad de que date de dos a?os despu¨¦s de que terminase la pintura: ¡°Cuando Munch expuso El grito y otras de sus obras en Oslo en 1895, los cr¨ªticos denostaron su trabajo. Hubo un debate p¨²blico en la asociaci¨®n de estudiantes de la Universidad de Oslo, en el que es probable que ¨¦l estuviese presente. Un joven estudiante de Medicina llamado Johan Scharffenberg declar¨® que el trabajo de Munch era una se?al de enfermedad mental. Ante esto, la inscripci¨®n puede verse como una respuesta ocurrente del artista, aunque tambi¨¦n un comentario m¨¢s autocr¨ªtico y melanc¨®lico¡±.
¡°Solo pudo haber sido pintado por un loco¡±
Munch declar¨® en sus diarios que El grito naci¨® en ¡°un arrebato de melancol¨ªa¡±. No obstante, a pesar de sus problemas con la ansiedad y el alcoholismo, la comisaria se?ala que durante gran parte de su vida goz¨® de excelente salud mental. ¡°Quiz¨¢ era neur¨®tico, pero no m¨¢s que el resto de nosotros¡±, comenta Guleng, y agrega que en 1908 el artista sufri¨® un colapso nervioso, del que se recuper¨® al poco tiempo. Tambi¨¦n, que estudi¨® a profundidad los elementos de la condici¨®n humana: ¡°La muerte, la ansiedad, la soledad, la enfermedad¡±.
Munch tuvo una carrera productiva y tras su muerte en 1944 una buena parte de su trabajo ¡ª1.106 pinturas, 15.391 grabados y 4.443 dibujos¡ª fue donada al Gobierno noruego. Una de sus pinturas , Atardecer, reposa en la colecci¨®n permanente del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y tres m¨¢s integran el dep¨®sito de Carmen Cervera. Paloma Alarc¨®, jefa del ?rea de Conservaci¨®n de Pintura Moderna de la instituci¨®n, fue en 2015 comisaria de la retrospectiva Arquetipos, donde la pinacoteca present¨® 80 obras del pintor noruego y afirma que ¡°siempre hay algo atrayente¡± en todo lo que rodea al artista de El grito.
Alarc¨® considera que ¡°m¨¢s que un artista autobiogr¨¢fico, Munch es un pintor de arquetipos de sentimientos humanos¡± y que sus pinturas ten¨ªan un elemento ¡°casi teatral¡± influido por la obra de dramaturgos como Ibsen. Reflexiona que, aunque al principio Munch retrataba a sus familiares, con el paso del tiempo sus protagonistas pasaron a ser an¨®nimos, impersonales: ¡°Al final, en sus pinturas, no estamos viendo su vida sino la biograf¨ªa de tanta gente¡±.
No todos los ¡®Gritos¡¯ son iguales
Edvard Munch pint¨® cuatro versiones de ¡®El grito¡¯ entre 1893 y 1910. La primera, que es la pieza que posee el Museo Nacional de Arte de Noruega, es la m¨¢s reproducida y la que porta la inscripci¨®n. Dos versiones reposan en el Museo Munch de Oslo, una de las cuales fue objeto de un robo en 2004 y recuperada en 2006 con da?os que los expertos del museo han tildado de ¡°irreparables¡±. La cuarta pintura, la ¨²nica que no es propiedad del Gobierno noruego, rompi¨® un r¨¦cord en Sotheby¡¯s al ser subastada en mayo de 2012 por m¨¢s de 98 millones de euros al inversionista estadounidense Leon Black.