¡®El agente topo¡¯: la sonrisa y el llanto de un documental ins¨®lito sobre la tercera edad
La chilena Maite Alberdi ha llegado hasta los Oscar siguiendo los pasos de un esp¨ªa de 83 a?os que ingresa en una residencia de mayores para investigar
No hay mejor ant¨ªdoto contra el documental de tesis que el documental de b¨²squeda. Frente a las pel¨ªculas con la teor¨ªa y los objetivos ya establecidos incluso antes de realizarse (econ¨®micos, pol¨ªticos, sociales, humanos, cinematogr¨¢ficos¡), y que posteriormente obvian durante el proceso de filmaci¨®n cualquier asunto que pueda enturbiar el juicio y el plan previos, tantas veces dogm¨¢ticos, est¨¢n los documentales que saben virar hacia el lugar ideal: el que convierte la obra en verdaderamente interesante, compleja y atractiva, en lo art¨ªstico y en lo emocional. El agente topo, obra ins¨®lita, quiz¨¢ ¨²nica en la historia del cine, reciente nominada al Oscar al mejor documental, triunfadora en festivales, podr¨ªa ser el paradigma.
La chilena Maite Alberdi estaba haciendo un documental sobre las agencias de detectives privados, seguramente sobre su relaci¨®n con la sociedad y con los nuevos modos de vida, sobre la simulaci¨®n en un mundo ya de por s¨ª asentado en la falsedad y el fraude. Pero a una de las empresas protagonistas de su historia inicial lleg¨® el caso m¨¢s extra?o: una familia que sospecha que en la residencia de ancianos donde est¨¢ su madre hay maltrato y hasta robos. Y la directora, inteligent¨ªsima y flexible, sabia del documental, mut¨® radicalmente su idea previa. Aqu¨ª pod¨ªa estar su pel¨ªcula: en la cotidianidad en el hogar para mayores; en la ternura, el olvido, la soledad, la amistad, las risas y los llantos de las mujeres que, mayoritariamente, pueblan ese determinado centro; en su relaci¨®n con el hombre que se convirti¨® en esp¨ªa a los 83 a?os y que, en la realidad aunque parezca una ficci¨®n, se hizo ingresar en la residencia para investigar el caso al servicio de la agencia; en el trato a nuestros mayores y en el papel de las familias.
El agente topo, como la vida misma, sabe ser feliz y amarga. Con ella se r¨ªe y se llora, y encuentra en las miradas de las ancianas, y en el saber escuchar del protagonista, la bendita emoci¨®n de la verdad: la del cari?o y la (in)gratitud, la de la ilusi¨®n de sentir una compa?¨ªa, la del esfuerzo por vivir en unos cuerpos que ya no responden, la del ah¨ªnco por recordar en unas cabezas que est¨¢n dejando de funcionar, la de la compa?¨ªa interior que a veces sustituye a la exterior, a la dejadez (o inexistencia) de las familias.
Meses de filmaci¨®n en el hogar con los permisos necesarios, de la propia instituci¨®n y de las internas, en los que el documental gira y gira hacia territorios insospechados, a lomos a veces de la comedia, otras del drama, siempre de la conmoci¨®n. Y, sobre todo, con el respeto y el pudor necesarios para no convertir el rodaje en un espect¨¢culo y la vida en un simulacro.
EL AGENTE TOPO
Direcci¨®n: Maite Alberdi.
G¨¦nero: documental. Chile, 2020.
Duraci¨®n: 90 minutos.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.