La sala Christie¡¯s de Nueva York retira de una subasta un cuadro atribuido a Murillo
La obra, con un precio de salida de m¨¢s de un mill¨®n, estaba catalogada como una copia que el pintor sevillano hab¨ªa realizado de una de sus obras. Un experto espa?ol lo atribuye a un artista posterior
La sala de subastas Christie¡¯s en Nueva York va a subastar este jueves un amplio lote de pinturas y esculturas de viejos maestros europeos, entre las que destacaba una rareza de esas que despiertan la avidez de los coleccionistas: una copia de ...
La sala de subastas Christie¡¯s en Nueva York va a subastar este jueves un amplio lote de pinturas y esculturas de viejos maestros europeos, entre las que destacaba una rareza de esas que despiertan la avidez de los coleccionistas: una copia de San Francisco abrazando a Cristo en la cruz, del artista espa?ol del Barroco Bartolom¨¦ Esteban Murillo, con un precio de salida de m¨¢s de un mill¨®n de euros, una cifra muy elevada al tratarse una supuesta copia que el pintor habr¨ªa hecho de su obra original que se exhibe en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. La pintura finalmente se ha retirado de la venta, seg¨²n confirman a este diario fuentes de la casa de subastas. Ya no aparece en el cat¨¢logo y no hay referencias en la web de Christie?s donde se llegaron a publicar varias informaciones sobre la pieza cuya imagen era el reclamo para la subasta. EL PA?S se ha puesto en contacto con la sala neoyorquina para conocer m¨¢s detalles sobre la retirada de la pieza, pero por el momento no ha obtenido respuesta.
Pablo Hereza, conservador de museos e historiador del arte, que lleva 14 a?os estudiando la obra de Murillo, fue uno de los primeros expertos en dudar sobre la autor¨ªa de la obra que iba a subastarse a trav¨¦s de las redes sociales. Las sospechas de Hereza surgieron desde el pasado 2 de abril, cuando Christie?s anunci¨® la subasta. Empez¨® a analizar la informaci¨®n que aparec¨ªa en el cat¨¢logo donde se apuntaba que se trataba de un ricordo de Murillo, en el argot del arte, la denominaci¨®n que reciben las copias que hac¨ªan los autores de sus obras m¨¢s destacadas. El cuadro, seg¨²n la casa de subastas, hab¨ªa recibido el sello de autenticidad tras comprobarse que se trataba de una copia de alta calidad en excelente estado de conservaci¨®n. Tras revisar sus datos, Hereza, que ha publicado dos vol¨²menes analizando la obra de Murillo, est¨¢ a punto de publicar un tercero y prepara otros tres, contact¨® por correo electr¨®nico con la directora de Christie?s en Nueva York interesado en conocer m¨¢s detalles del cuadro. No obtuvo respuesta entonces, ni la ha tenido ahora, casi dos semanas despu¨¦s de que se anunciara la subasta y tras retirarse la pintura de la venta.
A falta de una contestaci¨®n, decidi¨® publicar sus estudios en su cuenta de Twitter. En diversas entregas fue demostrando, siempre seg¨²n su documentaci¨®n, que no se trataba de un ricordo, sino de ¡°una copia que un artista posterior a Murillo hab¨ªa hecho de su cuadro¡±, explica por tel¨¦fono a este diario. Seg¨²n sus c¨¢lculos, puede ser de finales del siglo XVIII o principios del XIX. ¡°Murillo no se copiaba a s¨ª mismo¡±, afirma Hereza, ¡°es un tema que desmont¨¦ en el primer volumen del Corpus Murillo que publiqu¨¦ en 2017. Sus obras ten¨ªan un alto precio en el mercado, no hizo copias para dotarlas as¨ª de mayor exclusividad. No fue un coleccionista ni de sus propias obras ni de obra ajena¡±. En el texto que explicaba el cuadro, Christie¡¯s se?alaba tambi¨¦n que se desconoce la raz¨®n por la que Murillo repens¨® y revis¨® una composici¨®n terminada, para despu¨¦s acabar pintando la misma versi¨®n del cuadro original.
El original San Francisco abrazando a Cristo en la cruz, pintado en torno a 1668, forma parte de una serie de ocho pinturas encargadas al pintor sevillano un par de a?os antes por la orden de los Capuchinos para la iglesia de su convento en Sevilla. Las pinturas deb¨ªan exaltar los elementos distintivos de la espiritualidad franciscana y el resultado termin¨® siendo el proyecto m¨¢s ambicioso del pintor y una de las series pict¨®ricas m¨¢s importantes del Barroco espa?ol. Hereza cuenta con radiograf¨ªas de esta obra que public¨® en Twitter. Las coloc¨® frente a los an¨¢lisis que encontr¨® de la pieza que iba a subastar Christie?s para as¨ª resaltar las diferencias. ¡°El original de Murillo es una radiograf¨ªa muy limpia, de pincelada fluida y suelta. En la copia se percibe un dibujo a carboncillo previo del copista, con una pincelada emborronada¡±, asegura el conservador.
¡°Lo que lo hace tan especial es lo que vemos cuando miramos las radiograf¨ªas, que muestran pentimenti [literalmente, arrepentimientos; en pintura, modificaciones que manifiestan el cambio de idea del artista acerca de lo que estaba pintando], el artista cambiando de opini¨®n y reelaborando y reposicionando elementos de la composici¨®n. Es muy emocionante poder ver estos destellos de la pr¨¢ctica de trabajo del artista e imaginar su proceso de pensamiento mientras pintaba¡±, dec¨ªa Jonquil O¡¯Reilly, directora de ventas de Antiguos Maestros de Christie¡¯s, antes de la subasta.
Hereza tambi¨¦n explic¨® en Twitter que en la obra original, Murillo escribi¨® mal dos palabras latinas que aparecen en el libro que sostienen los ¨¢ngeles. ¡°Los capuchinos lo corrigieron tras la muerte del Murillo. Esto lo sabemos porque en 2017, el restaurador del Museo de Bellas Artes de Sevilla, con motivo de la exposici¨®n para el a?o Murillo, descubri¨® los repintes en el libro, los levant¨® y as¨ª nos dimos cuenta de que el pintor los hab¨ªa escrito mal¡±, cuenta.
La serie de Murillo se dividi¨® en 1835 con la invasi¨®n de Napole¨®n y no se recompuso hasta 2017, cuando sus piezas volvieron a reunirse para la muestra en el museo sevillano. Los capuchinos, cuenta Hereza, para evitar el expolio napole¨®nico cortaron algunos de los lienzos y se los llevaron a C¨¢diz. ¡°El artista que copi¨® el cuadro lo hizo sobre el que estaba cortado, no el original¡±, apunta el historiador. Hereza a?ade otro dato, la obra de Christie?s fue subastada en 2009 en Barcelona y, en aquel momento, atribuida a la escuela andaluza del siglo XVIII, valorada en unos 6.000 euros. ¡°Si bien conocemos copias de las obras de Murillo, descubrir un cuadro aut¨®grafo, escondido en colecciones privadas durante tanto tiempo, es muy raro y un hallazgo maravilloso. La pintura est¨¢ en fant¨¢sticas condiciones y su superficie es realmente hermosa, lo que significa que puedes apreciar en su totalidad la pincelada fluida de Murillo¡±, explicaba la responsable de Christie?s.