El Guggenheim busca respuestas en los locos a?os veinte
El museo bilba¨ªno mezcla obras de ¨¦poca y contempor¨¢neas en una exposici¨®n dise?ada por Calixto Bieito que invita a los paralelismos entre el tiempo de hace un siglo y el actual
La d¨¦cada que retrata la exposici¨®n Los locos a?os veinte, que se inaugura este viernes, 7 de mayo, en el museo Guggenheim de Bilbao, empez¨® en realidad en 1918, con el final de la I Guerra Mundial y la epidemia de la gripe espa?ola. Los a?os veinte de nuestro siglo XXI llegaron, en cambio, bastante ...
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La d¨¦cada que retrata la exposici¨®n Los locos a?os veinte, que se inaugura este viernes, 7 de mayo, en el museo Guggenheim de Bilbao, empez¨® en realidad en 1918, con el final de la I Guerra Mundial y la epidemia de la gripe espa?ola. Los a?os veinte de nuestro siglo XXI llegaron, en cambio, bastante puntuales, en marzo del a?o pasado, cuando otra pandemia vino a marcar ¨¦poca. Si, cuando esta pase, llegar¨¢ una nueva edad dorada de la creatividad y el hedonismo como aquella es a¨²n una inc¨®gnita que entretiene a los optimistas y a los comisarios de esta muestra, que permanecer¨¢ abierta hasta el 19 de septiembre.
En su propuesta, que viene de la Kunsthaus (museo de arte) de Z¨²rich, donde estuvo entre julio y octubre, hay un af¨¢n de extraer ense?anzas actuales de aquel pasado, con sus asombrosas innovaciones en la mec¨¢nica cu¨¢ntica, la moda, las costumbres, el trabajo o el ocio. El centro suizo, a punto de inaugurar una ambiciosa ampliaci¨®n, aporta la mayor¨ªa de las 300 piezas. Y eso explica el foco: Par¨ªs, Berl¨ªn, Viena y Z¨²rich en el periodo de entreguerras. No hay rastro de lo que pas¨® en Espa?a o Am¨¦rica, salvo en un apartado did¨¢ctico. La exposici¨®n s¨ª se ha adaptado para perder parte de su t¨ªtulo: en Z¨²rich se llam¨® Schall und Rauch, que, adem¨¢s de una referencia al Fausto de Goethe (¡°el sentimiento lo es todo; el nombre, ruido y humo¡±), fue como Max Reinhardt bautiz¨® en Berl¨ªn su cabar¨¦, un laboratorio de s¨¢tira y libertad, que adem¨¢s produjo su propia revista, expuesta en Bilbao.
Tambi¨¦n ha cambiado la puesta en escena, en la que ha trabajado el famoso director Calixto Bieito, responsable art¨ªstico del Teatro Arriaga de la ciudad vizca¨ªna. A ¨¦l se deben decisiones como la elecci¨®n de los colores de cada una de las siete secciones en la que est¨¢ dividido el recorrido, o la proyecci¨®n en el techo de la pel¨ªcula Berl¨ªn: Sinfon¨ªa de una gran ciudad (1927), de Walter Ruttmann. Los exigentes espacios del edificio de Frank Gehry han hecho el resto. ¡°Son maravillosos, pero al mismo tiempo te plantean un partido de tenis realmente duro que alienta la imaginaci¨®n¡±, ha explicado Bieito en la presentaci¨®n de la muestra. Su misi¨®n ha sido ¡°dotarla de dramaturgia¡±.
La imaginaci¨®n del escen¨®grafo ha volado especialmente en la teatral sala dedicada al ¡°deseo y el erotismo¡±, que muestra montajes de pel¨ªculas poco difundidas de la ¨¦poca y frases de Schoenberg o Virginia Woolf diseminadas por las paredes. Un ne¨®n con la leyenda ¡°Schall und Rauch¡± y una direcci¨®n berlinesa ilumina un conjunto que incluye proyecciones sobre las mesas de un gigantesco cabar¨¦ sin sillas.
El recorrido se abre con un recuerdo a ¡°los traumas de la Gran Guerra¡±, en un espacio en penumbra, iluminado con dramatismo, donde, entre piezas notables de Fernand L¨¦ger (que se muestra genial en varias disciplinas) o Heinrich Hoerle (Tres inv¨¢lidos), destaca la instalaci¨®n Abre los ojos, pieza de 2010 de Kader Attia sobre los gueules cass¨¦es (literalmente, bocas rotas), esos mutilados en el frente con los que, seg¨²n Bieito, el malestar en la cultura tom¨® el nombre de la neurosis. Es uno de los muchos anacronismos de la exposici¨®n, montada con la ayuda de la BBK.
As¨ª, en la parte dedicada al dise?o, la arquitectura y la pedagog¨ªa de la Bauhaus se intercalan fotograf¨ªas contempor¨¢neas de Thomas Ruff o Hiroshi Sugimoto. Y en la secci¨®n consagrada a la danza, tambi¨¦n dram¨¢tica en su museograf¨ªa, el visitante se topa con un delicado v¨ªdeo del joven artista conceptual de Chicago Rashid Johnson, y comprueba que los debates sobre g¨¦nero e identidad no son asuntos tan nuevos despu¨¦s de todo.
Ese esp¨ªritu de mezcla no solo cruza las d¨¦cadas. Cath¨¦rine Hug, conservadora de la Kunsthaus de Z¨²rich, escribe en el cat¨¢logo: ¡°A diferencia de muchas exposiciones dedicadas a los a?os veinte, en esta no se presentan por separado tendencias como Dad¨¢, la Bauhaus, la Nueva Objetividad o la Nueva Fotograf¨ªa, o ciertos iconos de la modernidad en los ¨¢mbitos de la arquitectura y el dise?o, sino dialogando entre s¨ª, de modo que se pone de manifiesto claramente la heterogeneidad estil¨ªstica de aquellos a?os rompedores¡±. Esto se hace patente en la sala llamada Nuevos modos de ver, que alberga piezas exquisitas de algunos de los grandes nombres de la fotograf¨ªa, la pintura o el collage de la ¨¦poca.
Primorosamente expuesto, el conjunto admite una lectura de los a?os veinte para principiantes, donde no faltan el jazz, el charlest¨®n, la transgresi¨®n en los modos de vida, la fe en el progreso del cine o las provocaciones de la bailarina Josephine Baker. Pero entre las consabidas sillas de Le Corbusier, los alumnos de la Bauhaus jugando al f¨²tbol y los vestidos Mondrian, brillan asimismo piezas exquisitas de los maestros de las vanguardias, como Ciudad, de Josef Albers; Ritmo 23, de Hans Richter, o los sensacionales retratos psicol¨®gicos de Otto Dix o Christian Schad. La exposici¨®n tambi¨¦n pone de relieve historias menos difundidas, como las de las artistas Jeanne Mammen y Marianne (My) Ullmann, o la de la bailarina Anita Berber, que la comisaria del Guggenheim Petra Joos sit¨²a en ¡°los or¨ªgenes de la performance contempor¨¢nea¡±. Sus n¨²meros de danza desnuda y su ¡°indisimulada adicci¨®n a las drogas y su bisexualidad, que viv¨ªa abiertamente¡±, provocaban entonces la indignaci¨®n del p¨²blico, del mismo modo en que, seguramente, seguir¨ªan haci¨¦ndolo ahora.
Los locos a?os veinte. Museo Guggenheim de Bilbao. Del 7 de mayo al 19 de septiembre. De 11.00 a 19.00 (lunes cerrado). Entradas, de cinco a 10 euros.