¡°El contrato espacial es fundamental para el contrato social¡±
Hashim Sarkis, comisario de la 17? Bienal de Arquitectura de Venecia, alude a la necesidad de escuchar para dar respuesta a las necesidades urbanas
El arquitecto Hashim Sarkis (Beirut, 1964) es el comisario de la Bienal de Arquitectura de Venecia que se inaugura el s¨¢bado, tras sufrir un aplazamiento de un a?o por la pandemia. El arquitecto aboga por la conciliaci¨®n. El t¨ªtulo de su Bienal, ?C¨®mo viviremos juntos?, alude a la necesidad de escuchar y dar respuesta a los problemas en lugar de imponer criterios desde una vanguardia que da la espalda a los problemas del mundo...
El arquitecto Hashim Sarkis (Beirut, 1964) es el comisario de la Bienal de Arquitectura de Venecia que se inaugura el s¨¢bado, tras sufrir un aplazamiento de un a?o por la pandemia. El arquitecto aboga por la conciliaci¨®n. El t¨ªtulo de su Bienal, ?C¨®mo viviremos juntos?, alude a la necesidad de escuchar y dar respuesta a los problemas en lugar de imponer criterios desde una vanguardia que da la espalda a los problemas del mundo. Su elecci¨®n ¨Dhomenajear a arquitectos tan dispares como la italiana Lina Bo Bardi o Rafael Moneo, con el Le¨®n de Oro honor¨ªfico¨D revela ese talante. Liban¨¦s, estudi¨® en una escuela creativa, Rhode Island School of Design y continu¨® en las aulas de Harvard, cuando Moneo organizaba los estudios. Tras doctorarse, se qued¨® all¨ª dando clase de paisajismo ¨Dy escribiendo el gran libro sobre Josep Lluis Sert¨D. Ahora dirige, desde 2015, la parte m¨¢s tecnol¨®gica de la arquitectura en el MIT (Massachusetts Institute of Technology). Tambi¨¦n vivi¨® un a?o en Madrid, donde trabaj¨® con Moneo.
Pregunta. ?No es un poco extra?o que le conceda a Moneo el Le¨®n de Oro honor¨ªfico?
Respuesta. Lo extra?o es que a¨²n no se lo hayan dado. Yo, y muchos arquitectos de mi generaci¨®n, le debemos la fe en el papel fundamental que la arquitectura juega en la sociedad, la importancia de su materialidad.
¡°Moneo y Bo Bardi buscan una dimensi¨®n c¨ªvica de su trabajo¡±
P. Ha sido el primer comisario en reconocer con el Le¨®n de Oro honor¨ªfico a una mujer.
R. Otra deuda.
P. Moneo y Bo Bardi: honor para dos arquitecturas radicalmente distintas.
R. ?Puedo decir que en realidad son parecidas? Son cercanas porque cada proyecto es distinto del anterior y eso sucede porque cada uno es una soluci¨®n espec¨ªfica a un problema espec¨ªfico. Han sido arquitectos que no han invertido en tener un estilo singular, sino en conseguir una arquitectura ¨²nica. Por eso, siendo distintos, se parecen. Ambos buscan una dimensi¨®n c¨ªvica, colectiva, p¨²blica de su trabajo. Y al final, eso es lo que importa.
P. ?Cu¨¢l es m¨¢s actual?
R. Moneo ha sido una persona clave en la educaci¨®n de muchos arquitectos. Como profesor, como acad¨¦mico y como cr¨ªtico ha trabajado en las redes de conocimiento convencionales. Mientras que Lina Bo Bardi intent¨® trabajar desde fuera de esa academia y desde all¨ª tendi¨® puentes. No hay un modelo ¨²nico sobre c¨®mo ser arquitecto.
P. ?C¨®mo viviremos juntos?
R. No podemos esperar a los pol¨ªticos para dise?ar las ciudades del futuro. Y la respuesta no vendr¨¢ de una sola fuente. Solo mezclando nuestra diversidad lograremos construir s¨®lidamente un futuro que la arquitectura anticipa proponiendo convivencia. Los edificios de Moneo y Lina Bo Bardi dan a la comunidad una forma cuestionando c¨®mo se hacen las cosas, repens¨¢ndolas. Intentando trascender lo que existe, ambos son respetuosos con el contexto urbano, natural, social.
P. ?C¨®mo se puede ser cuidadoso y a la vez cambiar las cosas?
R. Los mejores arquitectos son como prestidigitadores manejando argumentos para convencer al cliente de que es probablemente mejor ser inclusivo que segregar, que es mejor que el edificio acoja a que se muestre hostil. Los pol¨ªticos siempre miran a las ciudades y a su arquitectura para explicar una idea de la sociedad. Para explicar cuestiones pol¨ªticas hablan de cuestiones espaciales. La ciudad que me interesa es la del consenso. La que la gente consigue ceder parte de su intimidad para convertirse en comunidad. Los espacios comunes son lo que construye una sociedad. Sin ellos no existe la sociedad. Es otra cosa.
¡°No podemos esperar a los pol¨ªticos para dise?ar las ciudades del futuro¡±
P. ?Sin espacios comunes qu¨¦ somos?
R. El fil¨®sofo Michael J. Sandel en su ¨²ltimo libro explica que hoy el m¨¦rito ha pasado por delante del bien com¨²n. ?La raz¨®n? El bien com¨²n solo se construye en espacios comunes. Y nos los han quitado. Necesitamos la oportunidad de encontrarnos con lo diferente, de dialogar con lo que no es como nosotros. Y eso sucede en las plazas, en los caf¨¦s, en las calles: el contrato espacial es fundamental para el contrato social. Eso trato de mostrar en esta bienal.
P. Habla de pasar de una arquitectura monumental a una transformadora, ?a qu¨¦ se refiere?
R. A la que permite cambiar por ejemplo ampliando los espacios de intercambio social.
P. El chileno Alejandro Aravena abri¨®, hace tres bienales, la puerta a pasar del pensamiento cr¨ªtico a la construcci¨®n de la realidad. ?Cu¨¢nto ha cambiado la Bienal de Venecia?
R. Necesitamos sentido cr¨ªtico pero tambi¨¦n cambios palpables. Necesitamos arquitectura construida adem¨¢s de arquitectura pensada. Tengo una gran complicidad con Aravena. Y creo que se debe a que ambos venimos del sur. ?l del occidental (Chile) y yo del oriental (L¨ªbano).
¡°No se trata tanto de mostrar el camino como de construirlo entre todos¡±.
P. Tienen en com¨²n haber llegado al poder desde culturas y pa¨ªses no dominantes.
R. Y creo que por eso vemos y miramos a otro mundo. No creo que sea una casualidad que la Bienal nos invitara a los dos a comisariar una edici¨®n para abrirse al mundo. En el pasado, la Bienal estaba centrada en dictar la vanguardia en Europa Occidental.
P. ?Y ahora?
R. Ahora la Bienal quiere meter todo el mundo en la discusi¨®n, estudiar lo que es importante, lo que es bueno y darlo a conocer. Ya no es tanto mostrar el camino como dialogarlo y construirlo entre todos.
P. ?La pandemia ha cuestionado la ciudad densa y concentrada a favor de recuperar las urbes expandidas?
R. La ¨²ltima gran crisis fue la Segunda Guerra Mundial. La gente abandon¨® las ciudades por los bombardeos, la destrucci¨®n y el hambre. Desde que termin¨® la guerra se volvi¨® a hablar del regreso al centro, pero a la vez: se construyeron las autopistas y las ciudades sat¨¦lite. Hoy hemos redescubierto valores de una vida urbana m¨¢s tranquila. Y la posibilidad de tender puentes entre la ciudad y el campo. En lugar de oponerlos, mezclarlos ocupando el espacio intermedio: los intersticios entre lo urbano y lo rural que hab¨ªamos olvidado.
P. Durante a?os fue profesor de paisajismo en Harvard.
R. Y trabaj¨¦ la idea del espacio intermedio: ?lo que no es ni campo ni ciudad qu¨¦ es? De eso trata mi exposici¨®n Across Borders (Entre l¨ªmites). En el [espacio expositivo del] Arsenale tambi¨¦n se investigan los modelos de vivienda que podr¨ªan acomodar esa vida, entre lo urbano y lo rural. Ah¨ª es donde comenz¨® la pandemia: justo en el borde entre lo urbano y lo rural.