Un c¨®mic para volver a creer en el amor, o por lo menos intentarlo
El nuevo ensayo de la historietista Liv Str?mquist ofrece una radiograf¨ªa radical de las relaciones actuales a trav¨¦s de experiencias de famosos como Beyonc¨¦ o Leonardo DiCaprio y escritos de S¨®crates, Kierkegaard o lord Byron
Leonardo DiCaprio ha tenido 11 novias ¡ªque se conozca¡ª desde 1994. El dato le sirve a Liv Str?mquist (Lund, Suecia, 43 a?os) de premisa para intentar entender si en estos tiempos ¡°estar enamorado se ha convertido en algo cada vez m¨¢s extraordinario¡±. No siento nada (Reservoir Books) es el nuevo c¨®mic de ...
Leonardo DiCaprio ha tenido 11 novias ¡ªque se conozca¡ª desde 1994. El dato le sirve a Liv Str?mquist (Lund, Suecia, 43 a?os) de premisa para intentar entender si en estos tiempos ¡°estar enamorado se ha convertido en algo cada vez m¨¢s extraordinario¡±. No siento nada (Reservoir Books) es el nuevo c¨®mic de la autora que se atrevi¨® a llamar a la vulva por su nombre en su anterior libro (El fruto prohibido) y que ahora recurre a fil¨®sofos, soci¨®logos y estrellas del pop para dar respuesta a un tema que, asegura, ¡°es trending topic [que est¨¢ de moda]¡± en las conversaciones con sus amigos.
¡°Ahora pensamos mucho m¨¢s en el amor que las generaciones pasadas que se casaban y manten¨ªan el matrimonio hasta el final. Como si no hubiera otra opci¨®n¡±, opina la autora a trav¨¦s de una videollamada. ¡°Pasamos m¨¢s tiempo buscando a alguien, rompiendo, luego buscando de nuevo pareja¡ es parte de nuestra vida¡±.
En este bucle amoroso persiste en el esp¨ªritu de estos tiempos que Str?mquist denomina la tardomodernidad: ¡°La necesidad de tener control sobre todo, incluido el futuro¡±. El problema que la escritora ha encontrado al leer a autores como Eva Illouz, Kierkegaard, Hilda Doolittle, S¨®crates y lord Byron en busca de respuestas es que ¡°enamorarse o desenamorarse¡± se escapa de nuestro control. ¡°Simplemente sucede y es dif¨ªcil de gestionar¡±, asegura, ¡°por lo menos para m¨ª¡±.
Tampoco es f¨¢cil para Beyonc¨¦. En este c¨®mic, que es tambi¨¦n un ensayo sobre el amor, el feminismo, el capitalismo y, por tanto, el patriarcado, Str?mquist recuerda la canci¨®n Irreplaceable de la artista. Un tema en el que una chica descubre que su novio la enga?a con otra. Ella le pide que se vaya, que haga las maletas. ¡°La canci¨®n es una especie de empoderamiento femenino cuyo objetivo es educar e influir en las mujeres para que piensen y act¨²en de forma diferente y as¨ª ser libres y tener relaciones satisfactorias¡±, escribe la autora.
El resultado es que Beyonc¨¦ intenta difundir la creencia de que ¡°cada uno podemos encender o apagar el amor¡± cuando queramos. La realidad es que la cantante volvi¨® con su marido, Jay-Z, tras descubrir sus infidelidades; hizo un disco entero al respecto y se fue de gira con el rapero por el mundo mostrando que el amor lo puede todo. O eso creen ellos. Es decir, como si el amor tuviera m¨¢s que ver con ¡°el rendimiento y el control de uno mismo¡±, en t¨¦rminos capitalistas, que con un momento de efervescencia emocional dif¨ªcil de sujetar entre las manos: ¡°Por ejemplo, cuando est¨¢s enamorada de alguien que no te quiere, pero te empe?as en que te quiera o quieres dejar de tener ese sentimiento. O cuando intentas seguir con alguien cuando eres consciente de que has dejado de quererle¡±.
En No siento nada tambi¨¦n aparecen los pitufos y las actrices Sarah Jessica Parker y Cameron Diaz. ¡°Me gusta usar temas y ejemplos que me interesan y sobre todo me hacen re¨ªr. Adem¨¢s, siempre me han interesado las revistas de cotilleo. Lo que no quita que lea teor¨ªa filos¨®fica. Luego lo mezclo todo¡±, explica Str?mquist. Reconoce que esta mezcla de personajes sirve de gancho para introducir al lector en un sesudo ensayo cargado de constantes referencias intelectuales, pero al mismo tiempo no fija su atenci¨®n sobre una generaci¨®n determinada ni pretende erigirse en la voz de los millennials.
¡°Este libro es sobre el enamoramiento, no tiene nada que ver con la orientaci¨®n sexual o el g¨¦nero¡±, responde cuando se le plantea si esta nueva generaci¨®n Z, la que cuestiona la monogamia y la construcci¨®n del g¨¦nero, se puede sentir apelada en esta discusi¨®n sobre el amor. ¡°Vivimos en un tiempo centrado en el individualismo, en tratar de definir qui¨¦n eres¡ Es bueno, las personas pueden vivir con cierta libertad, pero esta manera de enfocarse en uno mismo tambi¨¦n afecta a la relaci¨®n con otras personas¡±, plantea.
El mejor ejemplo para explicar las relaciones sociales y el amor lo encuentra en las redes sociales, ese espacio en el que, en apariencia, pervive el amor rom¨¢ntico. ¡°Ese despliegue de amor exitoso en realidad se usa como un bien de intercambio, como algo que se puede comprar y vender, que se adapta a la l¨®gica del dinero¡±, afirma. ¡°Cuanto m¨¢s feliz se es en una relaci¨®n, m¨¢s publicidad puedes conseguir, es decir, m¨¢s beneficio econ¨®mico¡±. El problema, plantea la escritora, es tener que ¡°dividirse entre la realidad y esa vida falsa¡± porque puede provocar que ¡°sea doloroso contar la verdad¡±.
Entonces, ?cree en el amor verdadero? ¡°S¨ª¡±, dice con rotundidad. ¡°Existe un componente social y cultural en el amor. Aun as¨ª creo que es una fuerza misteriosa y universal. Por supuesto, hay problemas en la manera en la que la cultura idealiza el amor e impone una manera de amar. En el libro explico que el amor no es solo esa parte maravillosa de color de rosa, puede ser tambi¨¦n muy destructivo. Pero s¨ª, creo en el amor¡±.