Juan Diego Botto: ¡°Quiero pensar que Lorca muri¨® con una sonrisa, pensando en su ¨²ltimo amor¡±
El actor interpreta ¡®Una noche sin luna¡¯, un sobrecogedor mon¨®logo del que tambi¨¦n es autor que recorre los ¨²ltimos a?os de la vida del poeta
No hab¨ªa luna la noche que mataron a Lorca. Ante el pelot¨®n de fusilamiento, ese 18 de agosto de 1936, en tierras de Granada, el poeta muri¨® abatido sin poder verla. ¡°Me impresion¨® que precisamente Lorca, el poeta que quiz¨¢ m¨¢s veces menciona la luna en sus obras, muriera fusilado sin poder verla¡±, lamenta Juan Diego Botto. Ese pesar recorre Una noche sin luna, un sobrecogedor mon¨®logo escrito y protagonizado po...
No hab¨ªa luna la noche que mataron a Lorca. Ante el pelot¨®n de fusilamiento, ese 18 de agosto de 1936, en tierras de Granada, el poeta muri¨® abatido sin poder verla. ¡°Me impresion¨® que precisamente Lorca, el poeta que quiz¨¢ m¨¢s veces menciona la luna en sus obras, muriera fusilado sin poder verla¡±, lamenta Juan Diego Botto. Ese pesar recorre Una noche sin luna, un sobrecogedor mon¨®logo escrito y protagonizado por el propio Botto que recorre la vida del poeta y que es todo un canto a la empat¨ªa y a la necesidad de la memoria y la cultura. ¡°Esa noche sin luz fue el pr¨®logo de una larga noche oscura de 40 a?os de dictadura¡±, a?ade el actor. El montaje, dirigido por Sergio Peris-Mencheta, llega este jueves al Teatro Espa?ol de Madrid despu¨¦s de una gira por Espa?a con teatros llenos, p¨²blico emocionado y excelentes cr¨ªticas.
No es Una noche sin luna un mon¨®logo al uso. Lo que hace ya casi tres a?os naci¨® como idea de un recital de poemas de Lorca es hoy un espect¨¢culo de gran formato, en el que Botto da vida a Federico Garc¨ªa Lorca, en un viaje centrado en los ¨²ltimos cinco a?os de su vida. Unos a?os convulsos, en los que la realidad social, pol¨ªtica y cultural espa?ola est¨¢ en plena ebullici¨®n, durante los cuales el poeta alcanza su punto alto creativo. La obra bucea por la iron¨ªa, el humor y la luminosidad del poeta hasta llegar al desenlace fatal pocos d¨ªas despu¨¦s del inicio de la Guerra Civil. ¡°Quiero pensar que Federico muri¨® con una sonrisa, pensando en su ¨²ltimo amor [Rafael Rodr¨ªguez Rap¨²n]¡±, dice el actor en una terraza del centro de Madrid, en v¨ªsperas del estreno del montaje en esta ciudad y pocos d¨ªas despu¨¦s de la representaci¨®n de la obra en Salamanca, el 5 de junio, donde recibi¨® ovaciones y v¨ªtores de un p¨²blico que no ocult¨® ni la emoci¨®n ni las l¨¢grimas.
Lorca es el escritor de su vida, el poeta que le enganch¨® en su adolescencia y ya no le ha soltado. ¡°Supo sintetizar y descifrar la sociedad espa?ola de una manera bella y sencilla, despose¨ªda de pretenciosidad. Nadie ha descrito el mundo femenino como lo hizo ¨¦l, un mundo angosto y asfixiante. Todo en Lorca es sencillo pero conmovedor¡±, explica Botto, quien se anim¨® a dejar a un lado la idea inicial de hacer solo un recital de poemas tras embarcarse en la lectura de textos, charlas, entrevistas y conferencias del autor granadino, adem¨¢s de revisar las biograf¨ªas publicadas. ¡°Leer sobre su vida me acerc¨® al presente de una manera muy rotunda. Sent¨ª que hablando de la vida de Lorca pod¨ªamos hablar del presente. Encontr¨¦ un juego de espejos y unas similitudes tan sorprendentes que me imagin¨¦ de inmediato una obra de teatro. Sent¨ª que todo aquello dialogaba mucho con lo que vivimos ahora¡±, a?ade.
El actor ha encontrado en Sergio Peris-Mencheta su compa?ero ideal en el oficio. Una noche sin luna es su segundo trabajo teatral juntos, tras Un trozo invisible de este mundo, que logr¨® cuatro premios Max en 2014. ¡°Nos complementamos bien. Yo soy un tipo bastante intenso y ¨¦l es muy juguet¨®n. Ofrece una mirada sobre lo que yo he escrito desde un lugar diferente. Me gusta el juego que aporta y que exprime todo el sentido del humor posible, la locura y la creatividad¡±, dice Botto.
El teatro que proponen el autor y el director es intencional y pol¨ªtico. ¡°Soy consciente de las intenciones que quiero transmitir. En la selecci¨®n de textos ya hay una clara intenci¨®n, que es la de se?alar o subrayar aspectos de la sociedad en la que vivimos. El paralelismo que trazamos entre los a?os treinta y la actualidad es evidente. Vivimos en un pa¨ªs que todav¨ªa no sabe d¨®nde est¨¢ el cad¨¢ver de Lorca, que es posiblemente nuestro mejor poeta y dramaturgo del siglo XX. ?l solo es el s¨ªmbolo de las miles y miles de personas que siguen enterradas en las cunetas. La herida abierta que implica Lorca para nuestra sociedad es una met¨¢fora de la herida abierta en una sociedad que tiene todav¨ªa irresuelto el problema de las v¨ªctimas del franquismo¡±, proclama Botto, nacido en Argentina en 1975 e hijo de un desaparecido de la dictadura en aquel pa¨ªs, de la que su madre [la actriz y directora Cristina Rota] huy¨® cuando ¨¦l ten¨ªa tres a?os.
¡°Lorca es el s¨ªmbolo de las miles y miles de personas que siguen enterradas en las cunetas¡±
Obsesionado con el tema de la impunidad y la memoria ¨D¡±somos incapaces de ver las se?ales de la extrema derecha, por eso la memoria es tan importante, porque nos permite ver los peligros que ya vivimos¡±¨D, Botto cre¨ªa que por fin hab¨ªa escrito una obra que se alejaba de su teatro anterior, que no hablaba ya de Argentina ni de la dictadura ni del exilio. ¡°Es distinta¡±, pens¨®. Vana ilusi¨®n. ¡°Me he dado cuenta de que Una noche sin luna habla de un desaparecido, de un tipo al que sacan de su casa, lo arrestan, lo fusilan y hacen desaparecer su cuerpo. Al final, supongo que uno termina hablando siempre de lo mismo¡±, confiesa.
Todo en la funci¨®n es un espejo en el que un d¨ªa se mir¨® Federico y ahora lo hace el espectador. Hasta la m¨²sica, compuesta por Alejandro Pelayo, se grab¨® en el mismo piano de la Residencia de Estudiantes, en Madrid, que tocaba el poeta. Y ese cuadril¨¢tero r¨²stico que conforma la base de la escenograf¨ªa del espect¨¢culo, realizado con tablas y maderas que se levantan y descubren bajo el suelo multitud de objetos y de historias, rememora no solo La Barraca de Lorca, sino tambi¨¦n aquel teatro bajo la arena al que cant¨® en su obra El p¨²blico. ¡°Ese teatro bajo la arena del que hablaba Federico nos desvela que todos los d¨ªas pisamos sobre cunetas que esconden una memoria enterrada que, sin duda, alg¨²n d¨ªa aflorar¨¢. La verdad nunca se puede esconder¡±.