Juan Diego Botto o el arte de la conversaci¨®n
El actor participa en Valencia en un encuentro, auspiciado por la Fundaci¨®n Ca?ada Blanch, sobre Teatro y compromiso
En el sal¨®n de su casa, cuando ten¨ªa apenas 8 a?os, el actor Juan Diego Botto asist¨ªa a las clases de teatro que impart¨ªa su madre, Cristina Rotta. Hab¨ªan llegado a Espa?a, la madre y las hermanas, huyendo de la feroz dictadura argentina, que se cobr¨® la vida de su padre, uno de los tantos desaparecidos de aquellos a?os de plomo. Lo que hay detr¨¢s de esa ausencia y de esa infancia repleta de textos teatrales ¨Csus primeras lecturas fueron obras de teatro, no novelas- qued¨® milim¨¦tricamente detallado por el propio Botto, ayer en Valencia, en el Paraninfo de la Universitat de Val¨¨ncia. La Fundaci¨®n Ca?ada Blanch auspici¨® este encuentro sobre Teatro y compromiso que, en el caso del actor argentino es mucho m¨¢s que el t¨ªtulo de una charla: es su filosof¨ªa vital y profesional, una manera de estar en el mundo.
El p¨²blico de la sala, que estaba hasta los topes escuch¨® sin pesta?ear la larga y sosegada conversaci¨®n que tuvimos porque Botto es, adem¨¢s de lo que ya sabemos, un gran conversador. Es uno de esos artistas sensatos, solventes, con discursos rotundos, capaz de articular respuestas sobre el mundo que nos ocupa, que se mete en los charcos, que abunda en las materias sensibles. Le pregunt¨¦ por esa serenidad, esa seguridad que parece tener, esa l¨ªnea recta profesional, sin veleidades, sin tonter¨ªas. ¡°Me encantar¨ªa que fuera cierto, pero estoy cargado de dudas, siempre¡±, me contest¨®, desmontando por primera vez el personaje.
Botto habl¨® de Mart¨ªn Hache, una pel¨ªcula fundamental en su carrera. ¡°He vuelto a verla desde el punto de vista del padre y no del hijo y ha sido muy interesante¡±. Habl¨® de la necesidad urgente de cultura, del derecho a ella, y reivindic¨® aquella huelga que hace m¨¢s de 100 a?os protagonizaron en Massachusetts un grupo de obreras textiles, y que qued¨® para la historia con el nombre de Pan y rosas. ¡°Poder comer, poder vivir es fundamental, pero las rosas, todas esas disciplinas culturales que contribuyen a la felicidad, tambi¨¦n¡±.
Y a crear rosas se dedica. En la tele, con su ¨²ltima aventura americana en TNT, en la serie Buena Conducta, por ejemplo. O en el cine, con un rodaje en ciernes, Los europeos, junto a Ra¨²l Ar¨¦valo, con un gui¨®n de Azcona, bajo la direcci¨®n de V¨ªctor Garc¨ªa Le¨®n. Y por supuesto en el teatro. Despu¨¦s de haber alcanzado la gloria y cuatro premios Max, con la pieza ya imprescindible, Un trozo invisible de este mundo, Botto llegar¨¢ a los teatros otra vez en 2019 con Una noche sin luna, donde vuelve a unirse con su amigo Sergio Peris Mencheta. La obra contar¨¢ la noche que mataron a Lorca,-oscura, negra, fat¨ªdica-, un autor que Botto tiene presente siempre. Leonard Cohen dijo hace tiempo que no entend¨ªa ¡°c¨®mo Espa?a no ha excavado con sus manos todo el campo de Granada para recuperar el cuerpo de su poeta, no entiendo una naci¨®n que no le haya dado un castigo hist¨®rico a sus asesinos¡±. Y ayer Botto dej¨® claro de nuevo cu¨¢l es su manera de recuperar a Lorca. Tiene en la boca a menudo esa frase del poeta de Granada, que ¨¦l hace suya y que se sabe de memoria: ¡°El teatro que no recoge el latido social, el latido hist¨®rico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su esp¨ªritu, con risa o con l¨¢grimas, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa horrible cosa que se llama ¡®matar el tiempo¡¯¡±.
Hubo m¨¢s sorpresas: Botto puede y quiere hacer comedia. Desat¨® la carcajada en la sala en varias ocasiones con an¨¦cdotas personales y profesionales y confes¨® ser un espectador agradecido para el humor. ¡°Pero no me llaman nunca para eso. Creo que todo fue porque cuando ten¨ªa 17 a?os y estaba empezando vino una periodista a entrevistarme y yo le solt¨¦ una chapa de 20 minutos sobre pol¨ªtica. Ah¨ª me labr¨¦ mi fama de intenso¡±, brome¨®.
Pero Botto no es intenso. Botto es interesante y asegura que se rie a carcajadas. No dice chorradas, ¡°me cuesta mucho entablar conversaciones sobre trivialidades¡±, tiene una cabeza bien amueblada y una pasi¨®n absoluta por su trabajo. Lanz¨® un aviso a David Simon, el creador de The Wire, que prepara una serie de televisi¨®n sobre la Guerra Civil espa?ola. Un asunto, el asunto en may¨²sculas, que contra todo pron¨®stico nunca ha sido cubierto por nuestra televisi¨®n. ¡°No lo puedo entender, desde luego. Y como The Wire es una de mis series favoritas, ya he hecho llegar que quiero estar en esa serie de Simon¡±. As¨ª que, querido David, ah¨ª te lo dejamos todos tus espectadores.
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