Noviembre es Pasolini
No acabar¨¢ nunca la b¨²squeda de la verdad sobre la muerte del cineasta que reflexion¨® sobre la relativa objetividad de cualquier c¨¢mara que filmara un documento de la vida real
Cuando un 2 de noviembre como hoy, del a?o 75, asesinaron a Pasolini en la playa de Ostia, no pens¨¦ que la noticia se prolongar¨ªa tanto en el tiempo, y lo mismo podr¨ªa decir de otro asesinato de noviembre, el del presidente Kennedy, 12 a?os antes que el de Pasolini.
Don DeLillo, que escribiera la novela Libra sobre la muerte de Kennedy, ya coment¨® en su momento en ...
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Cuando un 2 de noviembre como hoy, del a?o 75, asesinaron a Pasolini en la playa de Ostia, no pens¨¦ que la noticia se prolongar¨ªa tanto en el tiempo, y lo mismo podr¨ªa decir de otro asesinato de noviembre, el del presidente Kennedy, 12 a?os antes que el de Pasolini.
Don DeLillo, que escribiera la novela Libra sobre la muerte de Kennedy, ya coment¨® en su momento en The Paris Review que la b¨²squeda de la verdad sobre el asesinato de Kennedy era una historia que le perseguir¨ªa siempre, entre otras cosas porque no ten¨ªa final en el mundo real del que proced¨ªa: ¡°Siguen apareciendo nuevas teor¨ªas, nuevos sospechosos y nuevos documentos. Nunca se va a acabar. Y tampoco hay raz¨®n para que acabe¡±.
Tampoco acabar¨¢ nunca la b¨²squeda de la verdad sobre la muerte de Pasolini, que como cineasta reflexion¨® precisamente sobre la relativa objetividad de cualquier c¨¢mara que filmara un documento de la vida real: ¡°Observemos el filme de 16 mil¨ªmetros que un espectador, entre la multitud, rod¨® sobre la muerte de Kennedy. Se trata de un plano secuencia y es el cl¨¢sico plano secuencia. El espectador-operador, en efecto, no eligi¨® ¨¢ngulos visuales: film¨® simplemente desde donde se encontraba, encuadrando lo que su ojo [su objetivo] ve¨ªa. Todo plano secuencia es, por tanto, una toma subjetiva¡±.
Para Pasolini estuvo claro desde el primer momento que en cualquier documento filmado que se encontrara sobre la muerte de Kennedy faltar¨ªan siempre todos los dem¨¢s ¨¢ngulos visuales, tanto el del propio Kennedy, como el de Jacqueline, tanto el del asesino, como el de sus c¨®mplices, etc. Es m¨¢s, suponiendo, sosten¨ªa Pasolini, que tuvi¨¦semos filmes rodados desde todos estos ¨¢ngulos visuales, ?de qu¨¦ dispondr¨ªamos? De una serie de planos secuencia que reproducir¨ªan las acciones reales de aquel momento, vistas desde diferentes ¨¢ngulos visuales, es decir, a trav¨¦s de una serie de tomas todas ¡°subjetivas¡±. Por lo tanto, en la toma ¡°subjetiva¡± el realismo de toda t¨¦cnica audiovisual topa con sus l¨ªmites.
Cada a?o, cuando llega noviembre, me acuerdo de Pasolini muerto el D¨ªa de los Muertos y compruebo la fascinaci¨®n que contin¨²a ejerciendo su obra. Pienso ahora en la siempre interesante Lili Reynaud Dewar (La Rochelle, 1975) y en la videoinstalaci¨®n en cuatro pantallas compuesta de diversos ¡°¨¢ngulos subjetivos¡± sobre las ¨²ltimas 24 horas de Pasolini y con la que acaba de ganar en Par¨ªs el Prix Duchamp 2021.
La atracci¨®n que despierta Pasolini entre sus seguidores no parece decaer jam¨¢s, quiz¨¢s porque sigue siendo un ejemplo vivo, parad¨®jico, singular, de intelectual comprometido, de poeta de riesgo. Por Pasolini, por el estilo narrativo del autor de la memorable Mamma Roma, siento una muy subjetiva admiraci¨®n sin fin, la misma que un d¨ªa de noviembre de hace dos d¨¦cadas ¡ªsin saber que el viaje se prolongar¨ªa tanto en mi memoria¡ª me llev¨® por V¨ªa del Mare y Via delle Idroscalo hasta la arena de Ostia, donde me esperaba un encuentro sin fin con esa verdad que parecen componer todos los ¨¢ngulos subjetivos del mundo.