¡®Lamb¡¯, el drama de la madre del cordero
Perturbadora y original, triunfadora en el festival de Sitges, la pel¨ªcula se mantiene fuerte en el drama y en la alegor¨ªa; no tanto en el ¡®thriller¡¯
Corren tiempos cinematogr¨¢ficos de complejidad y miedo, de atrevimiento, obcecaci¨®n y hasta desmesura en torno al hecho de ser madre. Quiz¨¢ como reflejo de la vida, o puede que simplemente como fantas¨ªas elucubradoras por parte de los artistas. A ello se une una ¨¦poca en la que las experimentaciones, y sus consiguientes mutaciones, parecen verse como algo m¨¢s cercano y probable, peligroso e imprevisto, en ese infernal apartado en el que la investigaci¨®n y su abominable reflejo especular, el de las conspiranoias cient¨ªficas, producen monstruos. Y esta vez, literales, al menos en el cine.
En la serie 30 monedas, de ?lex de la Iglesia, una vaca daba a luz un ni?o. En Titane, de Julia Ducournau, una mujer pare un beb¨¦ con ramalazos met¨¢licos y grasientos de autom¨®vil. En La hija, de Manuel Mart¨ªn Cuenca, de estreno este mismo viernes, una madura pareja que no puede tener hijos pierde la cabeza por su sue?o. Y, por fin, en Lamb, del island¨¦s Valdimar J¨®hansson, una oveja alumbra un cordero mitad animal, mitad humano, con sus piernecitas y sus pezu?as, su torso de persona y su cabeza de ovino. La due?a de la granja donde nace semejante abominaci¨®n se convierte as¨ª, y por una vez de forma precisa, en la madre del cordero.
Un tercer aspecto reluce tambi¨¦n en la singular apuesta dram¨¢tica de J¨®hansson, con toques de evidente fantas¨ªa, de intriga e incluso de thriller: las nuevas formas de estructura familiar. Lo esencial es el amor, el cari?o y el cuidado, y lo de menos qui¨¦n forme el n¨²cleo. De hecho, la paranoica pel¨ªcula islandesa podr¨ªa funcionar muy bien como doble alegor¨ªa: primero, como representaci¨®n simb¨®lica de los padres dispuestos a cualquier cosa, desde los vientres de alquiler hasta el acto de matar a la madre natural, para poder cumplir el sue?o de formar una familia; y segundo, de esos seres humanos que cuidan, tratan y hablan a sus animales de compa?¨ªa como si fueran unos reto?os pertenecientes a la raza humana. Por ¨²ltimo, de forma sutil y sin llegar a verbalizarse, aparece otro subtexto muy de moda en los ¨²ltimos a?os en el cine: la imposibilidad psicol¨®gica de sobrellevar la peor de las tragedias que puede vivir una persona. Mucho de todo eso hay en Lamb.
Con buen criterio, J¨®hansson tarda bastante en visualizar a su criatura, en una l¨ªnea minimalista que ocupa casi toda la primera mitad del relato, tranquila aunque nunca plomiza, completada con una puesta en escena en torno al corderito humano que resulta mucho m¨¢s elegante en los planos largos y lejanos, en espacios abiertos, que en el reducido espacio del hogar, en la cocina y el dormitorio. Perturbadora y original, triunfadora en el festival de Sitges (premios a la mejor pel¨ªcula y mejor actriz para Noomi Rapace), Lamb se mantiene fuerte en el drama y en la alegor¨ªa; no tanto en el thriller, con la llegada a la granja del intruso familiar que amenaza con enturbiar la feliz paz de los padres y su querido engendro, y a¨²n menos en la fantas¨ªa final. Pese a su potencia visual, la decisi¨®n postrera de desvelar el enigma en clave sobrenatural, de elucidarlo en el territorio de lo m¨ªtico, resulta, como m¨ªnimo, discutible.
Lamb
Dirección: Valdimar Jóhannsson.
Intérpretes: Noomi Rapace, Hilmir Snær Guðnason, Björn Hlynur Haraldsson, Ester Bibi, Ingvar Eggert Sigurdsson.
Género: Drama fantástico. Islandia-Suecia-Polonia, 2021.
Duración: 106 minutos.
Estreno el 26 de noviembre.
Babelia
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