El cine da a luz una nueva maternidad

Entre carne y sangre, entre fluidos aceitosos de motor de combusti¨®n y placas de titanio, Alexia da a luz a una criatura distinta. En una mansi¨®n, un monologuista famoso por su radicalidad y una soprano cr¨ªan a una ni?a que tiene forma de marioneta. En un establo de una isla islandesa, una oveja pare a su cr¨ªa, mitad cordero, mitad humano, que es adoptada como si fuera propia por los due?os del reba?o. En Madrid una fot¨®grafa encara el miedo a perder a su hija cuando intuye que probablemente no sea suya... El cine actual est¨¢ mostrando distintas aproximaciones a la maternidad, probablemente porque, como explica Pedro Almod¨®var, que ahonda en ello en Madres paralelas, ¡°en la sociedad actual, las nuevas familias a veces ni requieren un sustrato sexual¡±. Junto al filme espa?ol, en los cines puede verse Titane, de Julia Ducournau, Palma de Oro del ¨²ltimo Cannes; Annette, de Leos Carax; y en el festival de Sitges gan¨® la islandesa Lamb, que se estrenar¨¢ el 26 de noviembre, pel¨ªculas a las que pertenecen las anteriores sinopsis. Adem¨¢s, otros t¨ªtulos cuestionan la maternidad tradicional, como Petite maman, de C¨¦line Sciamma; Distancia de rescate, de Claudia Llosa, que adapta la novela hom¨®nima de Samanta Schweblin... Incluso Spencer, de Pablo Larra¨ªn, que retrata el fin de semana en que Lady Di decidi¨® que hab¨ªa llegado el momento de divorciarse del pr¨ªncipe Carlos, indaga en esa faceta de Diana Spencer como motor revolucionario.

Almod¨®var lleva d¨¦cadas ilustrando con su cine las nuevas maternidades que aparec¨ªan en la sociedad espa?ola. ¡°Ya en Todo sobre mi madre se hablaba sobre las mujeres que ocupaban el lugar de la madre biol¨®gica. El cambio actual es que la mujer que quiere ser madre ya no necesita mantener relaciones sexuales ni siquiera estar casada para tener hijos. Y eso aporta nuevos modelos de familia, que no requieren de sustrato religioso, el habitual en Espa?a, ni sexual¡±. Por eso, el cineasta define los cimientos de cualquier familia: ¡°El amor a una criatura y la disposici¨®n a criarla sin que nada le falte. Ese amor se puede manifestar de muy distintos modos, y el cine levanta testimonio de ello¡±. Almod¨®var enlaza esta cosecha f¨ªlmica con la liberaci¨®n de la mujer, con la apertura de temas y mentes. Ducournau cont¨® a EL PA?S en el festival de Cannes que con el embarazo de Alexia, la protagonista de su Titane, ¡°quer¨ªa demostrar que ese probablemente no sea el momento m¨¢s feliz de la vida de una mujer¡±. Incluso, apuntaba: ¡°Puede que no quieras ni ser madre. No podemos encajonar a la mujer en el rol de madre feliz. O puede que quiera ser madre sin pasar por el embarazo, lo que choca con el personaje de Vincent Lindon, que necesita desesperadamente ser padre¡±.

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Tr¨¢iler de 'Annette'

Esta actual eclosi¨®n empez¨® en el g¨¦nero fant¨¢stico y de terror, ¡°que se atrevi¨® a hablar del miedo de una madre a no ser querida por sus v¨¢stagos o al terror a no quererlos o a no sentirlos como hijos¡±, como advierte Desir¨¦e de Fez, cr¨ªtica cinematogr¨¢fica y autora de Reina del grito (Blackie Books), ensayo en el que apoy¨¢ndose en el cine de g¨¦nero desgrana terrores particulares y heredados femeninos. Ya estaba en Tenemos que hablar de Kevin (2011), con Tilda Swinton odiando a su primog¨¦nito; en Babadook (2014), que multiplicaba la tensi¨®n maternofilial, o en Prevenge (2016), producida, dirigida y protagonizada por una embarazad¨ªsima Alice Lowe, que encarnaba a una chica que hab¨ªa perdido recientemente a su pareja y que comenzaba a o¨ªr la voz de su feto que le impulsaba a vengarse, reflejo de los miedos de algunas embarazadas a perder el control de su cuerpo.

Desde un parecido punto de partida arrancaba Swallow (2019), con una embarazada que empieza a tragar todo objeto que se le cruza como respuesta al control obsesivo de su familia pol¨ªtica sobre su gestaci¨®n. ¡°Por suerte, la mujer ha perdido lastres morales para muchos planteamientos, en la vida y en el arte¡±, comenta Almod¨®var. ¡°Dicho esto, el hecho de parir es algo que los hombres nunca comprendemos del todo. En la maternidad biol¨®gica hay un misterio maravilloso imposible de aprehender por nosotros. Ahora bien, m¨¢s all¨¢ de ese acontecimiento completamente f¨ªsico, el rol maternal lo pueden encarar muchas personas de cualquier g¨¦nero en cualquier circunstancia. Y el cine disfruta con esa relaci¨®n, porque es una unidad dram¨¢tica interesant¨ªsima¡±.

El reflejo de los miedos

Por ah¨ª va Sciamma con Petite maman, cuando en un bosque entrecruzan sus pasos dos ni?as casi id¨¦nticas, que resultan ser madre e hija. ¡°Me gustaba el juego de espejos¡±, explica la directora francesa, ¡°la posibilidad de que la hija entienda la melancol¨ªa de la madre, y la clara posibilidad de la madre de traspasar sus traumas a su hija. El germen me vino como una aparici¨®n: una peque?a ni?a haciendo una caba?a junto a su madre teniendo las dos la misma edad¡±. Pero en esa pel¨ªcula ¡°la maternidad es el veh¨ªculo para ilustrar algo m¨¢s, el misterio¡±, como dice De Fez. ¡°Es que actualmente vivimos tiempos secuestrados en lo art¨ªstico por los temas ¡ªy es cierto que el de la maternidad es muy absorbente por llamativo¡ª y en los que se olvidan los personajes. Priorizamos esos leitmotivs y dejamos de lado la figura de la madre, o nos olvidamos de analizar las im¨¢genes. ?Qu¨¦ pasa con Titane? Que sus im¨¢genes son tan chocantes que dejan atr¨¢s el mero discurso tem¨¢tico. Lo mismo ocurre con Petite maman o Distancia de rescate, tambi¨¦n ambiguas y por tanto interesantes. En la pel¨ªcula de Llosa est¨¢ presente el miedo al futuro¡±.

La directora peruana lo confirmaba en este diario: ¡°En realidad, me atrae la idea del miedo a lo cotidiano. Porque si te mantienes en lo cotidiano tocas a todos los espectadores¡±. Aunque, sobre la maternidad, aduc¨ªa: ¡°?Ay! El miedo a la p¨¦rdida. Eso nos atenaza a las madres. Curiosamente, sabemos que la construcci¨®n de la identidad de un ni?o se realiza con la independencia. Y con todo... Adem¨¢s la maternidad emana un simbolismo que muchas veces va en contra de las mujeres en, por ejemplo, las leyes sobre el aborto¡±.

Como articula De Fez, durante mucho tiempo la maternidad fue un tema m¨¢s cristalino. ¡°Esta nueva generaci¨®n de pel¨ªculas escapan al tema en s¨ª, ganan en complejidad y en mayores reflexiones¡±. Y en un futuro se ahondar¨¢ en otros conceptos, como la herencia que ya transitaba en Hereditary (2018) y en Relic (2020), ¡°o los cuidados de quienes cuidaron de nosotros¡±. En el final de Annette, cuando Henry se sienta ante la hija a la que arruin¨® la vida, aquella marioneta literal y metaf¨®rica, ve que se ha convertido en una chica de carne y hueso, artificio que funciona porque la pel¨ªcula apuesta por la teatralidad y Carax remarca as¨ª la asunci¨®n y separaci¨®n por parte de la ni?a de la herencia recibida.

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Tr¨¢iler de 'Madres paralelas'

Elisa McCausland, investigadora especializada en cultura popular y feminismo y autora de Wonder Woman: El feminismo como superpoder y de Supernovas. Una historia feminista de la ciencia ficci¨®n audiovisual, apunta: ¡°Todos esos t¨ªtulos son sintom¨¢ticos del presente en que vivimos, de la necesidad de debatir el tema hoy. Y al final subyace otra reflexi¨®n: qui¨¦n posee el control de esa plusval¨ªa que es el ma?ana y que es la especie, como en El cuento de la criada¡±. Al igual que De Fez, McCausland piensa que hay una excesiva b¨²squeda de la maternidad en el cine actual, ¡°cuando las autoras est¨¢n queriendo ir m¨¢s all¨¢, porque a veces esa maternidad es una met¨¢fora, y mucha gente se queda en el primer discurso¡±. Y se?ala c¨®mo Madre! (2017), de Darren Aronofsky, ¡°habla en realidad de la creaci¨®n, y de la libertad en esa creaci¨®n art¨ªstica, algo que la relaciona con Annette¡±.

Incluso la maternidad cl¨¢sica puede ser el inicio de una revoluci¨®n hacia la modernidad, un planteamiento que alimenta Spencer, de Pablo Larra¨ªn, que se estrena en Espa?a el 19 de noviembre. Ya en Ema (2019), el chileno abri¨® la conversaci¨®n a otro tab¨², el de la devoluci¨®n de un ni?o adoptado. ¡°En Spencer, un cuento de hadas invertido, en el que la princesa coge a sus hijos y sale por la puerta, dejando atr¨¢s al pr¨ªncipe azul, Lady Di deja casi todo atr¨¢s para encontrar su identidad ¨Dexplica desde Londres por videoconferencia¨D. Casi todo: se lleva a sus hijos, y hay algo esencial de Diana de Gales en ese gesto¡± tan ancestral como radical.