Retratos del amor en un manicomio: medicina para la locura
Editado en Espa?a ¡®El infarto del alma¡¯, libro con fotograf¨ªas de Paz Err¨¢zuriz y textos de Diamela Eltit sobre las parejas surgidas entre los internos de un psiqui¨¢trico chileno de los a?os noventa
Posaron para la fot¨®grafa sonrientes, algunos juntaban sus cabezas, otros se cog¨ªan de la mano o por la cintura, el brazo por el hombro... Sin embargo, en sus rostros, en sus ojos, se advert¨ªan las huellas de la enfermedad, de los tratamientos con f¨¢rmacos, de los electrochoques¡ A comienzos de los a?os noventa del siglo pasado las chilenas Paz Err¨¢zuriz, fot¨®grafa, y Diamela Eltit, escritora, trabajaron juntas en un proyecto: contar en im¨¢genes en b...
Posaron para la fot¨®grafa sonrientes, algunos juntaban sus cabezas, otros se cog¨ªan de la mano o por la cintura, el brazo por el hombro... Sin embargo, en sus rostros, en sus ojos, se advert¨ªan las huellas de la enfermedad, de los tratamientos con f¨¢rmacos, de los electrochoques¡ A comienzos de los a?os noventa del siglo pasado las chilenas Paz Err¨¢zuriz, fot¨®grafa, y Diamela Eltit, escritora, trabajaron juntas en un proyecto: contar en im¨¢genes en blanco y negro y en textos po¨¦ticos c¨®mo eran las parejas de hombres y mujeres que viv¨ªan y se amaban en el psiqui¨¢trico Philippe Pinel, en la ciudad de Putaendo, en el centro del pa¨ªs, a unos 200 kil¨®metros de Santiago. El resultado fue un libro, El infarto del alma, publicado en Chile en 1994 y que llega ahora por primera vez a Espa?a. Adem¨¢s, supone el debut de la editorial Comisura, que forman Laura C. Vela, Carlota Visier y Jes¨²s Cano. Ellas dos tambi¨¦n se han lanzado, junto a Carol Caicedo, a publicar una revista cuatrimestral, llamada Esto es un cuerpo, sobre fotograf¨ªa y literatura, que dedicar¨¢ cada n¨²mero a una parte del cuerpo humano.
Err¨¢zuriz (Santiago, 77 a?os) cuenta por correo electr¨®nico que en aquel proyecto tuvo ¡°la libertad a la que aspiraba para realizar las fotograf¨ªas¡±. La sensaci¨®n que recuerda, por un lado, ¡°es el desamparo del recinto¡±, pero por otro estableci¨® una estrecha relaci¨®n con aquellas personas a las que frecuent¨® largo tiempo y que la llamaban, con cari?o, ¡°t¨ªa Paz¡±, mientras la besaban y abrazaban. El centro hab¨ªa sido hospital para tuberculosos en los a?os cuarenta del siglo pasado. Cuando la vacunaci¨®n dobleg¨® a esa enfermedad, se transform¨® en 1968 en un manicomio que recib¨ªa a pacientes de distintos centros, muchos de ellos indigentes.
El principio de esta obra a cuatro manos fueron las im¨¢genes que tom¨® durante casi dos a?os Err¨¢zuriz, magn¨ªfica fot¨®grafa, que ha centrado su trayectoria en personajes marginales de la sociedad. A ello se sum¨® la novelista y ensayista Diamela Eltit (Santiago, 72 a?os), premio Nacional de Literatura en su pa¨ªs en 2018: ¡°Paz me coment¨® de sus fotos, me invit¨® a escribir y yo le propuse no escribir sobre las fotos, sino que hici¨¦ramos un libro dual, por una parte su relato fotogr¨¢fico y por otra mi relato literario¡±, dice tambi¨¦n por correo electr¨®nico. ¡°Es un libro con discursos est¨¦ticos paralelos y, lo m¨¢s importante, fundado en una pol¨ªtica de la po¨¦tica¡±.
La escritora a?ade que cuando entr¨® en aquel lugar, sinti¨® ¡°que ten¨ªa que estar ah¨ª, que de una manera u otra formaba parte¡±, aunque ya sab¨ªa del hospital y ¡°de la condici¨®n de los asilados y asiladas¡±. Lo resume en un pasaje de sus textos: ¡°Estoy en el manicomio por mi amor a la palabra¡±.
En el libro llama la atenci¨®n el n¨²mero de parejas surgidas en el sanatorio y c¨®mo expresan su cari?o y ternura. Pedro con Margarita, Mar¨ªa con Ismael, Rosario con Juan, Carmen con Fernando¡ ¡°Tantos enamorados se entiende por la cantidad de pacientes que hab¨ªa¡±, agrega la fot¨®grafa, que se pregunta: ¡°?Ser¨¢ acaso el amor una forma de supervivencia?¡±. De cualquier forma, considera que estas relaciones pod¨ªan ser ¡°una manera de resistencia a la marginalidad¡±. Los hombres y mujeres retratados en sus casi 40 instant¨¢neas miran con fijeza a la c¨¢mara, ¡°desmontan el estereotipo de la pareja feliz, de la pareja de familia bien conformada¡±. Mientras que Eltit quiso hacer ¡°un libro diverso sobre el amor, hacia el que confluyeran diversos registros de escritura, textos que viajaran por los g¨¦neros sin barrera alguna¡±. El lector se encuentra as¨ª con un volumen que es un diario de un viaje, un ensayo, poes¨ªa, literatura epistolar¡ La escritora nos lleva por los diferentes y a veces tortuosos caminos que transita quien ha estado enamorado: ¡°El amor y sus complejos procesos de inversiones y decepciones acu?adas bajo la forma del odio, de la necesidad, de la indiferencia, del dominio, del olvido¡±.
Respecto a c¨®mo se mov¨ªa entre los internos, Err¨¢zuriz solo apunta que ¡°siempre quisieron ser retratados, unidos¡±, y que cuando ve¨ªan las fotos, ¡°las consideraban como un certificado de matrimonio, as¨ª me lo dec¨ªan, agradeci¨¦ndomelo¡±. En una ocasi¨®n declar¨® que ¡°la mayor satisfacci¨®n¡± de aquel trabajo vino cuando se encontr¨® con el exdirector del centro, quien le dijo que ¡°a los doctores, esas im¨¢genes les hab¨ªan abierto una puerta para mirar a sus pacientes con m¨¢s dignidad¡±. El amor, asociado tantas veces a la locura, ayud¨® aqu¨ª a enfermos mentales. Su compa?era describi¨® el esfuerzo de Err¨¢zuriz: ¡°Les regala su mirada fotogr¨¢fica, la certeza de sus im¨¢genes. Cuando captura sus poses, les confirma la relevancia de sus figuras¡±.
Preguntada si ten¨ªan hijos aquellas personas, Eltit aclara que ¡°estaban esterilizadas, ese procedimiento lo hac¨ªan en el mismo hospital a su llegada¡±. Y a la hora de decidir el t¨ªtulo para el libro, la escritora, que acaba de ser premiada en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, explica que Err¨¢zuriz le cont¨® por carta (Eltit viv¨ªa en M¨¦xico) que una de las internas le hab¨ªa dicho que estaba all¨ª porque ¡°le hab¨ªa dado un infarto al alma¡±. ¡°Yo pens¨¦ que ese era un t¨ªtulo exacto y la Paz estuvo de acuerdo. As¨ª que el t¨ªtulo sali¨® desde adentro¡±.