Un ¡°c¨ªrculo vicioso¡± de deudas paraliza la revitalizaci¨®n del legado de Alberti
El Ayuntamiento de El Puerto debe m¨¢s de 80.000 euros al ¨²nico empleado que le queda a la Fundaci¨®n que custodia su herencia, mientras que el litigio por su legado sigue atascado en los juzgados
La fachada de la Fundaci¨®n Rafael Alberti impone. Para bien y para mal. Una cinta americana evita que se sigan desprendiendo azulejos del mosaico que decora el gran palacete en el que el genial poeta (El Puerto de Santa Mar¨ªa, C¨¢diz, 1902-1999) vivi¨® cuando era un ni?o. Dentro, 500 obras art¨ªsticas de gran valor, entre manuscritos y dibujos del poeta, piezas de Picasso o Mir¨®, y 7.000 ejemplares de su biblioteca personal rivalizan con grietas y humedades. ¡°Esto no deber¨ªa ser un gigante con pies de barro y en progresivo deterioro¡±, advierte con acierto Enrique P¨¦rez, secretario y ¨²nico empleado que le queda a la entidad. Pero ¨¦l sabe que de la realidad al deseo va un trecho. El Ayuntamiento de El Puerto le debe 82.000 euros de los tres a?os que lleva sin cobrar su n¨®mina, el principal montante de una espiral de deudas que desluce un legado cultural tambi¨¦n afectado por un litigio por la herencia que sigue atascado en los juzgados.
Esa salida, la de ajusticiar esa Fundaci¨®n que el propio Alberti cre¨® en 1993 y dot¨® de contenido con miles de libros, manuscritos y obras de arte, parece la ¨²nica salida digna que le queda al Consistorio portuense para hacer ¡°borr¨®n y cuenta nueva¡± en la difusi¨®n de la figura de Alberti, como espera el propio P¨¦rez.
Pero el Ayuntamiento (hoy gobernado por PP y Ciudadanos) lleva ya 11 a?os intent¨¢ndolo sin ¨¦xito ¡ªcon m¨¢s o menos ganas, en funci¨®n del momento¡ª, despu¨¦s de que en 2010 los miembros de su patronato acordasen tomar esa medida, tras la dimisi¨®n de su entonces presidenta y viuda del poeta, Mar¨ªa Asunci¨®n Mateo. Su vicepresidente, el alcalde de El Puerto, se convirti¨® en m¨¢ximo responsable de la entidad y deb¨ªa guiarla hacia la extinci¨®n para conseguir de esa forma cumplir el punto de los estatutos que indica que todo el patrimonio que posea pasar¨¢ a manos del Consistorio.
Desde entonces, ¡°un c¨ªrculo vicioso entre las subvenciones y el pago de deudas¡± mantiene a la Fundaci¨®n paralizada, como resumi¨® este pasado mi¨¦rcoles la actual concejal de Cultura, Lola Campos, en el transcurso del punto del pleno municipal en el que se trataba el impago que exaspera a P¨¦rez. Con la decisi¨®n de extinguir la instituci¨®n, las subvenciones puntuales de otras administraciones que sustentaban sus cuentas desaparecieron y comenzaron los impagos que, a su vez, impiden a la entidad concurrir a cualquier ayuda p¨²blica y extinguir su actividad.
Actualmente, la casa de la ni?ez del poeta se mantiene viva con la venta de entradas y los m¨¢s de 30.000 euros que recibe de asignaci¨®n municipal, importes insuficientes para sostenerla. Pese a los pagos que la Concejal¨ªa de Cultura ha realizado, la Fundaci¨®n tiene ahora una deuda cercana a los 100.000 euros, donde se incluyen las n¨®minas de P¨¦rez y cuotas pendientes con Hacienda y la Seguridad Social.
El pleno municipal aprob¨® este mi¨¦rcoles la propuesta presentada por la oposici¨®n, con el voto favorable de todos los grupos y la abstenci¨®n de Vox, de consignar m¨¢s de 150.000 euros para saldar la deuda a primeros de 2022 ¡ªbien sea a trav¨¦s de un nuevo presupuesto municipal que est¨¢ por aprobar o con una modificaci¨®n de cr¨¦dito del vigente de 2018¡ª y tener remanente para ir cubriendo los pagos que se generen en todo el a?o. En ese lapso y limpio de impagos, el Consistorio quiere tener tiempo suficiente para, por fin, acabar con la Fundaci¨®n y comenzar con un nuevo modelo de gesti¨®n municipal a¨²n por definir. P¨¦rez agradece el acto ¡°de contrici¨®n¡± de reconocer el problema y la ¡°obligaci¨®n moral¡± que tiene el Ayuntamiento, pero a¨²n recela de que salga adelante el plan. ¡°Espero que esto no sea como a quien le regalan un picasso, no sabe qu¨¦ hacer con ¨¦l y acaba en un trastero estropeado¡±, medita el trabajador.
El ejemplo que aporta P¨¦rez es casi literal. Aunque solo hay un 5% expuesto por rotaci¨®n y conservaci¨®n, la Fundaci¨®n atesora en sus fondos 500 obras art¨ªsticas de gran valor, entre las que se encuentran manuscritos, dibujos del poeta, piezas de Picasso y Mir¨®, adem¨¢s de 7.000 ejemplares de su biblioteca personal. Todo eso lleg¨® hasta su casa natal en dos donaciones, al Ayuntamiento y a la Fundaci¨®n, respectivamente. La primera, de 1979, se hizo en el transcurso de una mudanza desde Roma. Parte de ese porte acab¨® donado al Ayuntamiento y la otra sigui¨® en manos del poeta, ya en su casa de El Puerto. ¡°Algunas cosas est¨¢n descritas con vaguedad¡±, explica una fuente cercana, conocedora del proceso. La segunda, de 1994, vino a completar el legado que faltaba, se hizo directamente a la Fundaci¨®n (creada un a?o antes) y es la que est¨¢ llamada a acabar en manos del Ayuntamiento.
Adem¨¢s del galimat¨ªas burocr¨¢tico de la Fundaci¨®n, el legado de Alberti se enreda a¨²n m¨¢s por un litigio legal sin soluci¨®n a corto plazo. Tras cambiar su testamento en varias ocasiones, a su muerte el poeta leg¨® a Mateo ¡ªsu segunda mujer, tras el fallecimiento en 1988 de la escritora Mar¨ªa Teresa Le¨®n¡ª y a los dos hijos de esta la mayor¨ªa de los bienes muebles y de los derechos de autor de obras cumbre, como Marinero en tierra o La arboleda perdida. A la primera hija del poeta, Aitana Alberti Le¨®n, le correspondieron los derechos de la antolog¨ªa El amor y los ¨¢ngeles, adem¨¢s de cartas, manuscritos y obras pict¨®ricas de su padre, Neruda, Mir¨® o Picasso, seg¨²n desvel¨® ella misma en 1999. Pero la disconformidad con el reparto acab¨® en un proceso judicial que comenz¨® en 2014 en el Juzgado de Instrucci¨®n N¨²mero 1 de El Puerto y que est¨¢ parado desde 2018, seg¨²n confirma Cristina Llop, abogada de la primera hija.
Para la letrada, existen m¨¢s de 1.000 bienes que hay que localizar, valorar y comprobar la validez de su titularidad actual, entre los que se encuentran un solar y una casa en Roma, seg¨²n ya explic¨® a EL PA?S el pasado mes de marzo. Para Francisco Arroyo, abogado de Mar¨ªa Asunci¨®n Mateo, ¡°la totalidad¡± del legado patrimonial de Alberti est¨¢ ya cedido a la Fundaci¨®n. Resolver la inc¨®gnita y deshacer el entuerto jur¨ªdico costar¨¢ m¨¢s 30.000 euros que ambas partes deben depositar en el juzgado ¡ªy a¨²n no han hecho¡ª para hacer un peritaje de la herencia y aclarar si el reparto es equitativo.
Mientras la extinci¨®n de la Fundaci¨®n y el litigio por la herencia siguen atascados, el legado cultural no atraviesa su mejor momento. La lectura de Alberti ha deca¨ªdo con los a?os, sin que est¨¦ muy claro si se debe a una mera tendencia del mercado editorial o a que ¡°no se est¨¢ gestionando como se debiera un legado tan importante¡±, como ya denunci¨® la familia. Sea como sea, este jueves El Puerto y la provincia celebraron el 119 aniversario de su nacimiento con una proyecci¨®n muy lejana a la que ten¨ªan aquellos famosos cumplea?os del poeta en los que su ciudad se volcaba con ¨¦l en vida. ¡°Romped el c¨ªrculo vicioso¡±, exigi¨® ayer al Consistorio la concejal socialista Mar¨ªa Eugenia Lara, poco antes de la rareza de que casi todos los partidos se pusieran de acuerdo en algo. Habr¨¢ que ver si el Ayuntamiento es capaz de acabar al menos con esa espiral negativa que atenaza el legado de uno de los grandes poetas de la generaci¨®n del 27.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.