C¨®mo lograr que las pel¨ªculas espa?olas no parezcan todas iguales
Casas reales con gotel¨¦, estampados de leopardo de ropas de mercadillo, calles de barrios existentes... Un pu?ado de filmes intentan romper con la uniformidad estil¨ªstica actual
La misma silla en una serie, en otra pel¨ªcula, en un anuncio. Y no es una sensaci¨®n, sino que realmente aparecen repetidas. La ficci¨®n audiovisual espa?ola tiende a la homogeneizaci¨®n, como los hogares de los espa?oles. Est¨¦ticas que se suceden una y otra vez en series como Valeria o Todo lo otro y pel¨ªculas como Mam¨¢ o pap¨¢.
Las ficciones, como las ciudades y las personas, cada vez se parecen m¨¢s debido a la globalizaci¨®n. El antrop¨®logo franc¨¦s Marc Aug¨¦ acu?¨® el t¨¦rmino ¡°no lugar¡± para referirse a esos centros comerciales iguales en todo el mundo. Las pel¨ªculas y...
La misma silla en una serie, en otra pel¨ªcula, en un anuncio. Y no es una sensaci¨®n, sino que realmente aparecen repetidas. La ficci¨®n audiovisual espa?ola tiende a la homogeneizaci¨®n, como los hogares de los espa?oles. Est¨¦ticas que se suceden una y otra vez en series como Valeria o Todo lo otro y pel¨ªculas como Mam¨¢ o pap¨¢.
Las ficciones, como las ciudades y las personas, cada vez se parecen m¨¢s debido a la globalizaci¨®n. El antrop¨®logo franc¨¦s Marc Aug¨¦ acu?¨® el t¨¦rmino ¡°no lugar¡± para referirse a esos centros comerciales iguales en todo el mundo. Las pel¨ªculas y series espa?olas buscan hacerse m¨¢s cosmopolitas, a cambio acaban perdiendo su idiosincrasia local. Los dise?adores suelen recurrir a los almacenes de atrezo, sitios enormes con 500 sof¨¢s y otras tantas sillas, todas bien etiquetadas. Los dise?adores de producci¨®n acuden ah¨ª, encargan y ya crean el decorado.
Esa uniformidad la han roto esta temporada varias pel¨ªculas, como Esp¨ªritu sagrado, de Chema Garc¨ªa Ibarra. Pel¨ªcula mezcla de g¨¦neros, y en la que destaca el trabajo de la directora de arte y de vestuario, Leonor D¨ªaz, que hace cuatro a?os ley¨® el guion y se puso a comprar ropa y a buscar las localizaciones: ¡°Damos otra imagen y, sin embargo, no es m¨¢s que la realidad. Nos gustan personas que son un poco diferentes a la norma, que no van con el uniforme de Zara. Cuando veo una pel¨ªcula y, de repente, aparece un chaquet¨®n que he visto en Zara, me salgo de la historia. Y eso lo evito en mi trabajo¡±.
Muchas veces esa uniformidad hace que sea dif¨ªcil distinguir d¨®nde se ubica una ficci¨®n, saber si sus protagonistas son ricos o pobres, cu¨¢les son sus gustos. ¡°Yo no pienso en una tienda de muebles, pienso en una casa habitada. Que el personaje suba una carta del buz¨®n y la deje en el frutero, como hacemos todos¡±, subraya D¨ªaz. Ahora los muebles de las series tienen luces; las casas, parqu¨¦, y las paredes son lisas. El gotel¨¦ no suele aparecer en el cine espa?ol, que s¨ª se ve en Chavalas, un drama generacional protagonizado por cuatro amigas de barrio. ¡°Deb¨ªa mostrarse el gotel¨¦¡±, insiste su directora, Carol Rodr¨ªguez. ¡°Ten¨ªa muy claro que los pisos estar¨ªan en el barrio y ser de gente del barrio. A veces en el cine para tener libertad de movimientos se tiende a buscar pisos grandes y luego se empeque?ece en la pantalla. Eso se nota siempre. As¨ª que optamos por una casa m¨¢s peque?a aunque eso condicionase los planos¡±. Chavalas se film¨® en Cornell¨¤.
El gotel¨¦ en las paredes est¨¢ tambi¨¦n en Esp¨ªritu sagrado. ¡°S¨¦ c¨®mo son las casas de Elche. Trabaj¨¦ en una empresa de seguros y yo iba cobrando los muertos, una expresi¨®n muy alicantina para llamar a los seguros de defunci¨®n. Las casas del Carr¨²s son as¨ª¡±. D¨ªaz se refiere al barrio obrero de su ciudad, donde la mayor¨ªa de sus vecinos trabaja en la industria del calzado. Las mujeres son aparadoras, hacen zapatos en casas y no en las f¨¢bricas. ¡°Tuvimos problemas, porque la mayor¨ªa de aparadoras trabajan en negro y no quer¨ªan mostrar sus casas. Al final, me traje una m¨¢quina de aparado [como las de coser] y la pusimos en el sal¨®n mirando a la tele. Toda la vida he visto a mis vecinas aparando mientras ve¨ªan la tele a las once de la noche. Era una manera de reivindicar el trabajo de aparadora, que si estuviera bien pagado ser¨ªa bien bonito¡±.
Esa reivindicaci¨®n de un tipo de casas, de una clase de trabajo y de un modo de vida est¨¢ en Seis d¨ªas corrientes. Dirigida por Neus Ball¨²s, la pel¨ªcula cuenta en tono c¨®mico el d¨ªa a d¨ªa de tres alba?iles de verdad. ¡°Eran pisos reales, de los personajes que salen en la pel¨ªcula. Usamos sus cosas y as¨ª conseguimos que los espacios tuvieran alma, porque son casas habitadas y de alguna manera est¨¢n presentes sus vivencias. Igual es muy m¨ªstico, pero cuando ves una pel¨ªcula hecha en un decorado s¨ª notas esa frialdad¡±, explica su directora.
¡°Esa uniformidad puede deberse a la inercia y al poco tiempo y presupuesto de las producciones¡±, se?ala Arantxa Echevarr¨ªa, directora de Carmen y Lola, una historia de amor de dos j¨®venes gitanas surgida entre el barrio y los mercadillos, dos escenarios que normalmente no tienen su hueco en el cine. ¡°Hago muchas series, y siempre las casas son chalets. Son m¨¢s c¨®modos para producci¨®n¡±, incide. La cineasta acaba de estrenar La familia perfecta: ¡°Para esta comedia vimos algunos, aunque no cuajaban. Si rod¨¢bamos en un chalet nos ¨ªbamos hacia la parodia o el estereotipo¡±.
Compras de mercadillo
La idealizaci¨®n de los decorados tambi¨¦n nace del concepto de pel¨ªculas bellas. ¡°Hay que buscar un equilibrio¡±, comenta Ball¨²s. ¡°Debemos mostrar lugares como autopistas, pol¨ªgonos, barrios, que no salgan en la ficci¨®n, aunque luego lo convirtamos en algo bello o con intenci¨®n¡±. Como Pedro Almod¨®var, que crea su propio universo. ¡°Si yo pusiera un traje de Prada en Elche ser¨ªa raro; en todo caso lo llevar¨ªa la due?a de la f¨¢brica de calzado, no una trabajadora. Aunque yo veo pel¨ªculas de Almod¨®var y me flipa el vestuario¡±, dice con humor Leonor D¨ªaz. Por eso, estableci¨® en su preproducci¨®n una norma: no comprar nada que costara m¨¢s de un euro. ¡°Me gusta la ropa que llevan los personajes. De hecho, creo que la compro para luego qued¨¢rmela. Me gusta ir donde el personaje comprar¨ªa, como un mercadillo¡±, explica.
De esos mercadillos sali¨® el estampado de leopardo, sello de identidad de Esp¨ªritu sagrado. ¡°Mi madre ten¨ªa alzh¨¦imer y se iba de compras todos los viernes. Un d¨ªa fui a coger algo de su armario y vi que todo era de estampado de leopardo. Esa imagen me impact¨®. Me fij¨¦ en las se?oras que sal¨ªan de la iglesia y el 89,9% llevaba leopardo¡±. De ah¨ª que en una pel¨ªcula espa?ola de ciencia ficci¨®n el estampado de leopardo tenga un sitio privilegiado.