Peripecia y conflicto del espa?ol en el mundo
La ¡®Cr¨®nica de la lengua¡¯ editada por las academias retrata la situaci¨®n del idioma en sus cuatro continentes
El idioma espa?ol ha desplazado su eje, y el viejo centralismo de Espa?a anda en retirada. Al peso abrumador de la demograf¨ªa (los espa?oles suman ya menos del 10% de los hispanohablantes) se ha unido la perspectiva panhisp¨¢nica en todas las obras acad¨¦micas (principalmente desde el Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas, 2005), que se elaboran por consenso entre las representaciones de cada pa¨ªs. Ahora acaba de llegar a las librer¨ªas una muestra m¨¢s: la ...
El idioma espa?ol ha desplazado su eje, y el viejo centralismo de Espa?a anda en retirada. Al peso abrumador de la demograf¨ªa (los espa?oles suman ya menos del 10% de los hispanohablantes) se ha unido la perspectiva panhisp¨¢nica en todas las obras acad¨¦micas (principalmente desde el Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas, 2005), que se elaboran por consenso entre las representaciones de cada pa¨ªs. Ahora acaba de llegar a las librer¨ªas una muestra m¨¢s: la Cr¨®nica de la lengua espa?ola 2021 (Espasa, 1.251 p¨¢ginas), editada por la Real Academia y por la ASALE (Asociaci¨®n de Academias de la Lengua Espa?ola), distribuida el pasado diciembre y que sucede a la publicada el a?o anterior (Espasa, 967 p¨¢ginas). Su texto relata las peripecias y los conflictos del idioma espa?ol.
La Cr¨®nica de 2020 estaba constituida casi enteramente por textos de acad¨¦micos espa?oles, y recog¨ªa estudios sobre el Diccionario, sobre el g¨¦nero gramatical en espa?ol, sobre los corpus ling¨¹¨ªsticos, sobre los lenguajes especializados. Sin embargo, la Cr¨®nica correspondiente al a?o reci¨¦n concluido presenta un despliegue detallado sobre el estado del idioma en todos los pa¨ªses que lo hablan, con participaci¨®n de expertos y acad¨¦micos.
Esta panor¨¢mica del espa?ol en convivencia ofrece trabajos de estructuras desiguales: unos, eruditos y basados en citas, datos y estad¨ªsticas; otros, art¨ªculos de opini¨®n sin aparato documental. Entre los m¨¢s de cien temas que detalla el ¨ªndice, se pueden destacar algunos que narran los conflictos que vive o ha vivido el espa?ol en Filipinas, Puerto Rico, Guinea y Catalu?a.
El ¡°genocidio¡± en Filipinas
Uno de los cap¨ªtulos m¨¢s interesantes de la obra ¨Descrito por Guillermo G¨®mez Rivera, el miembro m¨¢s veterano de la academia de Filipinas¨D narra la triste historia del espa?ol en ese pa¨ªs, que fue incorporado en 1571 a la Corona de Espa?a, que mantuvo el castellano como lengua oficial tras la independencia en 1899 y que ahora apenas lo habla. Ahora bien, esta desaparici¨®n del castellano, escribe G¨®mez Rivera, se debi¨® a un proceso destinado a ¡°erradicar su papel en la construcci¨®n del Estado y la conciencia nacional¡±.
El autor del texto culpa de ello a la victoria militar de Estados Unidos en abril de 1901, que arruin¨® la independencia del pa¨ªs y deriv¨® en ¡°un genocidio¡± contra el idioma. El pa¨ªs invasor puso en marcha ¡°una pol¨ªtica de ingenier¨ªa pedag¨®gica sostenida durante d¨¦cadas por la administraci¨®n norteamericana tras una guerra de conquista¡±.
G¨®mez Rivera defiende que el n¨²mero de los filipinos fallecidos en esa guerra contra Estados Unidos (la sexta parte de la poblaci¨®n: 1,5 millones) coincide b¨¢sicamente con el de los hablantes del espa?ol entonces. Estos eran precisamente, seg¨²n escribi¨® el historiador Luciano de la Rosa (El filipino: origen y connotaci¨®n, 1960), ¡°los que mejor entend¨ªan los conceptos de independencia y libertad y los que escribieron obras en espa?ol sobre dichas ideas¡±.
Despu¨¦s se construy¨® el falso relato de que el espa?ol no se habl¨® nunca en Filipinas. Pero el autor lo desmiente con documentaci¨®n y datos: cifra en un 70% el n¨²mero de hablantes del espa?ol entre 1890 y 1940, como primero o segundo idioma (en convivencia con las lenguas aut¨®ctonas y con el ingl¨¦s); cuenta que el novelista m¨¢s le¨ªdo en Filipinas en 1924 era Vicente Blasco Ib¨¢?ez, quien acept¨® incluso la invitaci¨®n de visitar Manila; y a?ade, obviamente, que el espa?ol fue idioma oficial desde 1571 hasta 1987 (le quita esa condici¨®n la Constituci¨®n de Cory Aquino); y lengua de la judicatura, de la legislatura, de las publicaciones oficiales, de las obras literarias, de la prensa. Sin embargo, el poder estadounidense (a partir de 1901 y en sucesivas etapas) fue minando esa presencia, hoy en d¨ªa residual.
Puerto Rico resiste
En 1898, Puerto Rico hablaba solamente en espa?ol. Desde 1902, ingl¨¦s y castellano son cooficiales. El texto de la academia puertorrique?a se?ala: ¡°Durante las primeras tres d¨¦cadas del siglo XX, el Gobierno norteamericano intent¨®, en vano, imponer un proceso de norteamericanizaci¨®n, principalmente a trav¨¦s del sistema educativo. Las clases en las escuelas p¨²blicas se impart¨ªan en ingl¨¦s y se procuraba inculcar nuevas lealtades a los estudiantes. Esta situaci¨®n levant¨® una ola de protesta y resistencia¡±.
Pese a que desde 1917 los puertorrique?os son ciudadanos estadounidenses, el 93,4% de ellos se comunica en espa?ol en su casa, seg¨²n el censo de 2020. De ellos, un 25% dice hablar ingl¨¦s muy bien. Entre quienes usan el espa?ol, el 57% est¨¢ sobre el nivel de pobreza; y de los que emplean el ingl¨¦s, el 61%. Es decir, el 39% restante y la escasa diferencia entre ambos datos indican que hablar ingl¨¦s no garantiza gran cosa en Puerto Rico.
Y el 89% considera que el biling¨¹ismo no supone una amenaza para su identidad cultural hispana.
Guinea se mantiene
Pr¨¢xedes Rabat, acad¨¦mico guineano, traza la relaci¨®n hist¨®rica de su pa¨ªs con la lengua espa?ola. Guinea entr¨® a formar parte de la comunidad hisp¨¢nica de naciones en 1777, cuando Portugal la cedi¨® a Espa?a a cambio de otros territorios entre Brasil y Uruguay. Pero la ense?anza del castellano en las escuelas no se prioriza hasta 1862. Y en 1902 se hace obligatoria. Aun as¨ª, los nativos la tomaron como segunda lengua y como cultura de ¡°los blancos¡±, porque usaban en sus familias las lenguas maternas guineanas.
Con la independencia en 1968, se prohibi¨® el uso del espa?ol. La dictadura totalitaria y sangrienta de Francisco Mac¨ªas cambi¨® adem¨¢s los top¨®nimos hispanos.
Mac¨ªas fue derrocado en 1979 por Teodoro Obiang (todav¨ªa en el poder), quien recuper¨® el castellano, idioma oficial desde 1982 si bien se reconocen las lenguas aut¨®ctonas como ¡°integrantes de la cultura nacional¡±. Hoy en d¨ªa est¨¢ asentado incluso en las zonas m¨¢s apartadas del pa¨ªs, donde los ni?os lo aprenden en la escuela.
El 85% de la poblaci¨®n (la que est¨¢ alfabetizada) sabe expresarse en espa?ol, seg¨²n datos de 2011. Pero, eso s¨ª, a¨²n como segunda lengua para la mayor¨ªa. Solamente lo usaba en la familia el 26% de los guineanos en 1993, y el 39% en 2020. Es el idioma de la administraci¨®n, de los medios informativos y, cada vez m¨¢s, de la calle. Y tambi¨¦n lengua inter¨¦tnica para que se comuniquen entre s¨ª los distintos grupos del pa¨ªs.
El castellano y el catal¨¢n
El director de la Academia Espa?ola, Santiago Mu?oz Machado, aborda en el pr¨®logo y en un cap¨ªtulo espec¨ªfico la situaci¨®n de las dos lenguas de Catalu?a. Tras analizar estad¨ªsticas y sondeos (el 95% de los catalanes entiende el catal¨¢n, el 73% lo sabe hablar, el 56% lo sabe escribir), recuerda que la discriminaci¨®n positiva del catal¨¢n, declarada constitucional, tiene como objetivo su plena implantaci¨®n, pero matiza que el predominio del castellano ya no existe; y a?ade: ¡°A mayor grado de normalizaci¨®n, menos necesaria ser¨ªa la discriminaci¨®n positiva a favor del catal¨¢n y m¨¢s exigible la igualdad de este idioma y del castellano como lenguas vehiculares en la ense?anza¡±.
Aunque la inmensa mayor¨ªa entiende o usa el catal¨¢n, eso no implica que se trate de una sociedad monoling¨¹e. El 36% habla m¨¢s en catal¨¢n que en castellano en su vida cotidiana; el 33% alterna por igual ambas lenguas; y el 31% emplea m¨¢s el castellano, seg¨²n datos de Metroscopia a septiembre de 2021.
Adem¨¢s de estos cuatro cap¨ªtulos, la Cr¨®nica de 2021 contiene en sus 1.251 p¨¢ginas much¨ªsimos m¨¢s datos y estudios, desde luego; que servir¨¢n a los especialistas como fuente de informaci¨®n y de citas, y al p¨²blico en general como recorrido documentado sobre el pasado y la actualidad del idioma.
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Cr¨®nica de la lengua espa?ola 2021. Editorial Espasa, 1.251 p¨¢ginas. Versi¨®n Kindle, 12,34 euros. Tapa dura, 32,20 euros.
Datos y curiosidades
La Crónica de la lengua española 2021 contiene, entre otros, los siguientes datos y curiosidades:
En la última versión electrónica del diccionario se incluyen 18.853 acepciones con marca de americanas; y 4.191 acepciones con alguna marca de España (provincias o regiones).
En Ciudad de México se ha asentado el “vale” para expresar acuerdo, antes considerado españolismo.
El español es lengua oficial en Nuevo México (EE UU). Con 2 millones de habitantes, el 40% de la población es latina.
En 1940 había menos de 2 millones de hispanos en Estados Unidos. Ahora son 60,6 millones (18,5% de la población). El 13% de los estadounidenses declara hablar español en el hogar.
EE UU no tiene lengua oficial en su Constitución. Sin embargo, 32 Estados de la Unión han aprobado declaraciones de oficialidad a favor de la lengua inglesa y claramente contrarias al español.
En México, entre personas mayores de 5 años, el 6,2% hablan alguna de las lenguas indígenas. En 1930 eran el 16%. En esa caída influye la migración a las ciudades. En la mayoría de los casos se trata de lenguas mutuamente ininteligibles.
En Perú perviven 47 lenguas autóctonas, de 19 familias lingüísticas.
A mediados del XX, el voseo guatemalteco llegó a ser marcador de sexo: los hombres trataban de vos, y las mujeres tuteaban.
Los dos gobiernos interventores estadounidenses en Cuba (1899-1902 y 1906-1909) no lograron imponer el inglés como lengua oficial.
En Paraguay, la prensa utiliza muchos vocablos en guaraní; sobre todo, los diarios sensacionalistas.
Neologismos: en Nicaragua se habla de “bisnear” para “negociar” o “hacer negocios” (del inlés, business). En Paraguay, “cajonear” es “meter en el cajón: 'Fiscalía cajonea denuncia contra el juez”. Y no se habla de personas “vulnerables” sino “carenciadas”.
Los hondureños dicen en las encuestas que el país que mejor habla español es España; y el que peor, México (porque es vulgar y no pronuncian bien).