Col¨®n F¨¢brica: el detr¨¢s de escena del principal teatro l¨ªrico de Argentina
La escenograf¨ªa, vestuario y utiler¨ªa del Teatro Col¨®n se exhibe en un galp¨®n de 7.500 metros cuadrados
Dos gigantes guerreros de Xian reciben a los visitantes en un galp¨®n del barrio de La Boca, en Buenos Aires. Formaron parte de la escenograf¨ªa de la ¨®pera Turandot, programada por ¨²ltima vez por el Teatro Col¨®n en 2019, pero ahora los espectadores pueden acercarse tanto como si fuesen los ministros Ping, Pang, Pong sobre el escenario. Est¨¢ permitido fotografiarse a sus pie...
Dos gigantes guerreros de Xian reciben a los visitantes en un galp¨®n del barrio de La Boca, en Buenos Aires. Formaron parte de la escenograf¨ªa de la ¨®pera Turandot, programada por ¨²ltima vez por el Teatro Col¨®n en 2019, pero ahora los espectadores pueden acercarse tanto como si fuesen los ministros Ping, Pang, Pong sobre el escenario. Est¨¢ permitido fotografiarse a sus pies, incluso tocarlos. Los guerreros no son de terracota, como tampoco es de m¨¢rmol la enorme cabeza que forma parte del decorado de Rigoletto y puede verse al fondo de Col¨®n F¨¢brica, el espacio abierto por el mayor teatro l¨ªrico de Argentina para mostrar qu¨¦ hay detr¨¢s del tel¨®n.
¡°Invitamos al p¨²blico a que, en vez de entrar por la calle Libertad para sentarse a ver un espect¨¢culo de frente, imaginariamente entre por atr¨¢s¡±, cuenta la directora general del Teatro Col¨®n, Mar¨ªa Victoria Alcaraz, durante una recorrida por los 7.500 metros del espacio. Levanta con una mano lo que parecen pesadas estructuras de hierro o fr¨¢giles vasijas de cer¨¢mica. Est¨¢n hechas de telgopor o madera, aunque a primera vista nadie lo dir¨ªa.
Todo lo que se exhibe ha sido fabricado en los talleres del teatro. Entre sus 1.250 empleados, hay artesanos que a¨²n hoy pintan a mano los telones, otros que confeccionan los vestidos, la utiler¨ªa, el decorado. Para la puesta en escena de La Boh¨¨me intervinieron unas 400 personas de escenot¨¦cnica, detalla el v¨ªdeo instalado junto a uno de los escenarios parisinos de esta ¨®pera de Puccini. La producci¨®n requiri¨® cuatro meses de trabajo.
¡°El modo de trabajar es el mismo desde hace cien a?os. En algunos casos qued¨® obsoleto, por ejemplo, la mayor¨ªa de teatros hoy imprimen los telones, no los pintan, pero con el streaming, que permite mostrarlo todo de cerca, nosotros, que hab¨ªamos quedado vintage, ahora nos revalorizamos¡±, destaca Alcaraz. La directora general cuenta que una de las fuentes de financiaci¨®n del teatro es el alquiler de todo aquello que confeccionan.
En un espacio destinado a los m¨¢s peque?os, pueden verse cascos, coronas, espadas, un trono en el que sentarse y otros detalles de utiler¨ªa puestos a su disposici¨®n para que se disfracen y durante un rato se conviertan en los protagonistas de su propia representaci¨®n. ¡°No s¨®lo tiene ¨¦xito con los chicos, los pap¨¢s tambi¨¦n quieren jugar, as¨ª que estamos pensando c¨®mo darle m¨¢s lugar¡±, dice Alcaraz. Una de las posibilidades que se barajan es dar vida al barco del pirata Conrad y poder atravesar tormentas ficticias sobre ¨¦l. Tambi¨¦n est¨¢ prevista la instalaci¨®n de un sistema de pasarelas que permita recorrer el galp¨®n desde las alturas.
Cuando en 2017 se convirti¨® en la primera directora del Col¨®n, ya adelant¨® que buscaba atraer a nuevos p¨²blicos. Col¨®n F¨¢brica va tambi¨¦n en esa direcci¨®n. Instalado en el emergente corredor art¨ªstico del barrio de La Boca ¡ªdonde est¨¢n tambi¨¦n el Museo Benito Quinquela, Fundaci¨®n Proa, Proa21 y la Fundaci¨®n Andreani¡ª, el nuevo espacio atrae a visitantes que nunca han ido al coliseo l¨ªrico a ver una obra. ¡°Nunca fuimos [al Col¨®n], pero nos gustar¨ªa porque esto es muy ch¨¦vere. Estamos aqu¨ª porque nos lo recomendaron unos amigos¡±, dice la venezolana Gladys Ben¨ªtez, quien recorre el lugar acompa?ada de su esposo.
En Col¨®n F¨¢brica hay escenograf¨ªas exhibidas tal cual pueden verse sobre el escenario y otras, como la del ballet de El lago de los cisnes, desmontadas y apiladas. ¡°No disimulamos que este es una espacio de guardado¡±, se?ala Alcaraz, al mostrar que cada pieza tiene su identificaci¨®n correspondiente para cuando tiene que volver a armarse. De este galp¨®n se trasladar¨¢n al Teatro Col¨®n cuando sea necesario. Ser¨¢ el caso de La Boh¨¨me. Durante los ¨²ltimos tres meses, los visitantes han podido ver algunos de los 180 vestidos confeccionados para su puesta en escena y asomarse al caf¨¦ parisino recreado en ella. En febrero, sin embargo, desaparecer¨¢ de all¨ª: esa obra inaugurar¨¢ la temporada l¨ªrica 2022. ¡°Completaremos el c¨ªrculo virtuoso de haberla construido, estrenado, exhibido en el dep¨®sito y, finalmente, reponerla¡±, afirma.