Pablo Picasso vuelve a la Academia de Bellas Artes de San Fernando 125 a?os despu¨¦s

Pablo Picasso ten¨ªa 16 a?os cuando decidi¨® pasar un curso en Madrid estudiando en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Era 1897. El joven malague?o ya era entonces un extraordinario dibujante y un mediocre estudiante que se matricul¨® en paisaje y ropaje. No se sabe a ciencia cierta qu¨¦ es lo que aprendi¨®. Consta que su asistencia fue irregular y que prefer¨ªa inspirarse en las miradas cl¨¢sicas de los maestros del Museo del Prado. De aquel a?o no se conservan sus tr...

Pablo Picasso ten¨ªa 16 a?os cuando decidi¨® pasar un curso en Madrid estudiando en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Era 1897. El joven malague?o ya era entonces un extraordinario dibujante y un mediocre estudiante que se matricul¨® en paisaje y ropaje. No se sabe a ciencia cierta qu¨¦ es lo que aprendi¨®. Consta que su asistencia fue irregular y que prefer¨ªa inspirarse en las miradas cl¨¢sicas de los maestros del Museo del Prado. De aquel a?o no se conservan sus trabajos en la instituci¨®n, pero s¨ª consta la influencia de lo que entonces contempl¨® y c¨®mo determin¨® su inmenso y revolucionario trabajo. Esta es la historia que ahora narra la exposici¨®n Picasso: rostros y figuras que hasta el 15 de mayo se puede ver en la misma Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.

Comisariada por la historiadora y profesora Estrella de Diego, la exposici¨®n est¨¢ organizada en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Beyeler y el patrocinio del Ayuntamiento de Madrid. Es una muestra retrospectiva centrada en el retrato que re¨²ne 58 obras entre pinturas, esculturas, dibujos y estampas.

De Diego aclara que esta muestra nada tiene que ver con el programa conmemorativo de los 50 a?os del fallecimiento de Pablo Picasso que coordina Jos¨¦ Guirao. El proyecto surgi¨® casi en paralelo a los preparativos de la gran exposici¨®n que la Fundaci¨®n Beyeler de Basilea dedic¨® a Goya el a?o pasado. La Academia aport¨® siete telas esenciales y la Beyeler ofreci¨® su disposici¨®n para futuros proyectos, seg¨²n detallan Sam Keller, director de la instituci¨®n suiza y Tom¨¢s Marco, responsable de la Academia.

La exposici¨®n se extiende por las paredes de las blancas salas de la Academia con las series La obra maestra desconocida y La Suite Vollard, ambas propiedad de las colecciones acad¨¦micas. De los fondos de la Academia tambi¨¦n cuelgan otras obras de especial relevancia para la comisaria, como La comida frugal. La aportaci¨®n suiza se mezcla con una estudiada distancia de las estampas.

Ante el ¨®leo Mujer (1907), de la ¨¦poca de Las se?oritas de Avi?¨®n, Estrella de Diego destaca la insuperable maestr¨ªa del retrato en la obra de Picasso y junto al Busto de mujer con sombrero (1939) cuya modelo fue Dora Maar, la comisaria responde a la pregunta de qu¨¦ es lo que aprendi¨® Picasso en la Academia. ¡°Hay pocos documentos, salvo las actas de la matriculaci¨®n y alguna cosa m¨¢s¡±, explica la experta. ¡°Pero es muy posible que la realizaci¨®n de estas series de estampas, muy posteriores en el tiempo, guarden el poso de la mirada cl¨¢sica que ¨¦l pudo enriquecer tanto aqu¨ª como en el Museo del Prado¡±.

Cuando Picasso estudiaba en la Academia, los artistas (o sus familias) consideraban que se daba una p¨¢tina de formalidad a los estudios de Arte. De Diego recuerda el caso de Dal¨ª, cuyo progenitor, un notario de Figueres, rechazaba el mundo bohemio, pero, en cambio, permiti¨® que su hijo viajara a estudiar a Madrid.

?Se conserva alg¨²n ejercicio hecho por Picasso aquel a?o? Estrella de Diego es esc¨¦ptica, aunque se?ala que en el Museo Picasso de Barcelona se guardan varios paisajes del parque del Retiro. Se da por hecho que salieron de las manos del pintor malague?o, pero en ninguno de ellos consta una inscripci¨®n o una fecha que pudieran certificar que los plasm¨® durante el a?o que pas¨® en Madrid. Podr¨ªan tratarse de ejercicios hechos al aire libre, pero los profesores de entonces no eran partidarios de semejantes pr¨¢cticas.

Los estudiantes de la Academia adquir¨ªan su formaci¨®n cl¨¢sica estudiando y dibujando las esculturas griegas y romanas. Esos modelos, explica De Diego, est¨¢n presentes en muchas de las estampas de las dos series incluidas en la exposici¨®n y tambi¨¦n reaparecen una y otra vez en la obra de Picasso.

Pablo Picasso termin¨® su aprendizaje madrile?o de manera precipitada debido a una inoportuna escarlatina que le devolvi¨® a Barcelona, donde viv¨ªa con su familia. Casi al final de su vida, el 25 de octubre de 1971, fue elegido acad¨¦mico honorario. No consta ninguna reacci¨®n del artista al conocer la distinci¨®n. Desde luego, nunca la recogi¨®.