Cuando un hurac¨¢n te arrolla¡
Un encastado y fiero toro de una desigual corrida Pedraza de Yeltes destaca en una tarde de escaso brillo de los toreros
A veces ¡ªsucede demasiadas veces¡ª un toro le viene grande a un torero; ese trance est¨¢ en la historia de todas las figuras. Una tarde, en un pueblo perdido, aparece un toro que lo desborda, lo vuelve loco y el torero no da pie con bola. Pero es en una plaza perdida.
El colmo de la mala suerte es que te suceda en Madrid, en plena Feria de San Isidro, a la que acudes con la leg¨ªtima opci¨®n de que esta corrida se convierta en un trampol¨ªn para tu carrera. Y va y sale un toro con poder, que mira desafiante a su alrededor, acude con presteza al caballo y hace una pelea de bravo, no excelente, porque cabecea en las dos entradas, pero empuja con los ri?ones y aguanta el castigo. Galopa en banderillas y llega al tercio final con ganas de batalla; acude raudo y largo a los cites, repite con fijeza y se come la muleta en cada embestida. Un toro muy exigente que requiere un torero poderoso, t¨¦cnico, valeroso y dispuesto a morir para triunfar.
Pero, hete aqu¨ª que el toro pasa como un hurac¨¢n devastador y arrolla all¨¢ por donde pasa sin que nadie lo detenga y domine.
Hurac¨¢n se llamaba el tercer toro de Pedraza de Yeltes y le toc¨® a un joven torero venezolano, Jes¨²s Enrique Colombo, que trata de abrirse camino con una tauromaquia bullanguera y tremendista; es un torero atl¨¦tico, con muchos pies, pero tosco y basto en el manejo de los enga?os. Es un especialista en poner banderillas, pero no las pone bien; siempre clava a toro pasado, y su r¨¦cord lo alcanz¨® en el sexto, en el que dej¨® un par pr¨¢cticamente de lado.
Hurac¨¢n lo arroll¨® con su casta y su fortaleza. Colombo aguant¨® como pudo las codiciosas acometidas del animal, pero no fue capaz de dominar su furia.
Habr¨ªa que preguntarse, no obstante, qu¨¦ hubiera sido en otras manos. No era un toro f¨¢cil para la torer¨ªa andante, m¨¢s acostumbrada al pastue?o, noble y descastado, pero lo toc¨® a Colombo y le hizo una faena. Tampoco brill¨® el venezolano ante el sexto, noble y desfondado, que lleg¨® a voltearlo cuando trataba de descabellarlo despu¨¦s de una insulsa labor.
Si, a veces, un toro le viene grande a un torero, tambi¨¦n sucede que, en ocasiones, un torero se hace o se siente peque?o ante un toro. Y ese fue el caso de Javier Cort¨¦s. Volv¨ªa para sustituir al lesionado Diego Carretero y como premio por haber cortado una oreja el pasado martes.
Pues Cort¨¦s no ha aprovechado la oportunidad como la ocasi¨®n merec¨ªa. Su primer toro luc¨ªa un buen pit¨®n izquierdo, y el torero no estuvo a la altura esperada. Sus tandas son muy cortas y aceleradas, no se recrea, no se gusta, todo es visto y no visto, y su labor se difumina demasiado pronto. Alarg¨® el trasteo y lo que deb¨ªa haber sido una labor de oreja qued¨® en unas palmas de consuelo. Escas¨ªsimo bagaje para quien est¨¢ necesitado de llenar de fechas su agenda. Pero ¨¦l es el ¨²nico responsable. No estuvo a la altura exigida. Es verdad que es pinturero con el capote y que los inicios de la faena de muleta y el final destacaron por elegancia y buen corte, pero solo tres naturales largos a ese buen toro es un balance muy conformista. El quinto, apagado, no le permiti¨® recuperar nada.
Mala suerte tuvo L¨®pez Chaves, veterano, con oficio, sobrado de facultades, con el peor lote. Su primero era un proyecto de cad¨¢ver y el cuarto carec¨ªa de motor.
El motor de la ganader¨ªa de Pedraza de Yeltes lo ten¨ªa Hurac¨¢n, y lo arroll¨® todo a su paso. Esas cosas pasan¡
Pedraza de Yeltes / Chaves, Cort¨¦s, Colombo
Toros de Pedraza de Yeltes, anovillados los dos primeros, grandote y sin cara el quinto y bien presentados los demás; desiguales en los caballos; desfondados primero y cuarto; noble el segundo, bravo y encastado el tercero, y sosos quinto y sexto.
López Chaves: estocada caída (ovación); estocada (silencio).
Javier Cortés: casi entera atravesada -aviso- y dos descabellos (ovación); estocada baja (silencio).
Jesús E. Colombo: estocada caída -aviso- (silencio); bajonazo, un descabello -aviso- y el toro se echa (silencio).
Plaza de Las Ventas. 18 de mayo. Undécima corrida de la Feria de San Isidro. Más de media entrada (12.008 espectadores, según la empresa).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.