Mar de Marchis: nadie sab¨ªa qui¨¦n era, pero todos la quer¨ªan
Fund¨® y dirigi¨® la revista cultural ¡®Jot Down¡¯ y supo descubrir numerosos talentos que hoy son nombres conocidos en el periodismo
Mar¨ªa Jes¨²s Marhuenda Irastorza, conocida profesionalmente como Mar de Marchis, fue durante una d¨¦cada la persona m¨¢s creativa de la prensa espa?ola. Tambi¨¦n la m¨¢s esquiva, fantasiosa, generosa y disparatada. Un aut¨¦ntico genio. Fund¨® y dirigi¨® la revista cultural Jot Down, que en un formato reducido se distribuy¨® durante un tiempo con este peri¨®dico, y supo descubrir numerosos talentos que hoy son nombres conocidos en el periodismo. Muri¨® el viernes, 27 de mayo, por una neumon¨ªa.
Naci¨® en Santa Pola, Alicante, el 5 de enero de 1968. No tuvo una vida f¨¢cil y probablemente no hizo f¨¢cil la vida de quienes ten¨ªa alrededor. Hacia 2010, divorciada y con tres hijos, despu¨¦s de unos cuantos desastres personales y aquejada de una feroz agorafobia que le imped¨ªa salir de casa, empez¨® a hacerse popular en algunos foros de internet con un pseud¨®nimo japon¨¦s. A trav¨¦s de internet reclut¨® a un grupo de personas casi tan peculiares como ella y fund¨® la revista Jot Down, primero en formato digital y luego tambi¨¦n en papel. La redacci¨®n de la revista no conoc¨ªa ni su nombre ni su rostro. S¨®lo su amigo ?ngel, administrador y sentido pr¨¢ctico de Jot Down, sab¨ªa qui¨¦n era.
En 2011 muchos empezamos a recibir llamadas de aquella voz que se identificaba como Mar de Marchis. Ped¨ªa, ped¨ªa y ped¨ªa. Casi siempre convenc¨ªa. Tambi¨¦n sol¨ªa enviar fotos muy sugerentes de alguien que, evidentemente, no era ella. Yo fui v¨ªctima de aquella fantas¨ªa y luego c¨®mplice. Le divert¨ªan los rumores que circulaban sobre su identidad (era una refugiada siria con el rostro quemado, una millonaria italiana hija de mafioso, una hija de Aznar, un hombre con la voz distorsionada, qu¨¦ s¨¦ yo), pero hasta el fin de su vida fue incapaz de exponerse p¨²blicamente tal como era. Una l¨¢stima: era una mujer con una inteligencia y un ingenio extraordinarios, como demostr¨®, representada esta vez por una bola negra, en Twitter.
Cuando un diario digital revel¨® su identidad real sufri¨® una crisis profunda. Despu¨¦s de una breve hospitalizaci¨®n se refugi¨® en mi casa de Par¨ªs y, hecha polvo, sigui¨® trabajando casi todas las horas del d¨ªa. Su cerebro ten¨ªa dos hemisferios derechos: no se le pod¨ªa pedir l¨®gica, lo que ella hac¨ªa era imaginar, ponerse al tel¨¦fono y conseguir que alguien hiciera realidad sus inventos. Durante diez a?os mantuve con ella un contacto constante. Me refiero a varias conversaciones telef¨®nicas diarias y montones de mensajes. Sin entenderla, creo que nunca me he entendido tan bien con nadie.
El 4 de abril de 2021, alguien encontr¨® su cuerpo sobre una acera del centro de Roma, donde viv¨ªa, y llam¨® a una ambulancia. Hab¨ªa sufrido un derrame cerebral masivo al que siguieron otros. Permaneci¨® en coma desde entonces, internada en un hospital romano y despu¨¦s en un centro en Mallorca. All¨ª muri¨® el viernes de madrugada.
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