Roca Rey, un pe?ista m¨¢s
El peruano sali¨® a hombros junto a El Juli y Pablo Hermoso en una tarde de toros nobles en la que el mejor toreo lo dibuj¨® Morante de la Puebla
En la feria de San Ferm¨ªn, si no te colocas de rodillas, citas por manoletinas y acabas la faena en los terrenos de sol, no eres nadie. No lo eres, sin duda, si no le caes en gracia a las pe?as y te conviertes en un integrante m¨¢s, aunque t¨² no comas ni bebas y te toque bailar con la m¨¢s fea.
En este caso, Roca Rey conoc¨ªa de memoria la hoja de ruta a seguir y sali¨® a hombros por la puerta grande en una tarde de valor y entrega, y de escaso contenido torero. El mismo camino sigui¨® El Juli, que incluso lleg¨® a ado...
En la feria de San Ferm¨ªn, si no te colocas de rodillas, citas por manoletinas y acabas la faena en los terrenos de sol, no eres nadie. No lo eres, sin duda, si no le caes en gracia a las pe?as y te conviertes en un integrante m¨¢s, aunque t¨² no comas ni bebas y te toque bailar con la m¨¢s fea.
En este caso, Roca Rey conoc¨ªa de memoria la hoja de ruta a seguir y sali¨® a hombros por la puerta grande en una tarde de valor y entrega, y de escaso contenido torero. El mismo camino sigui¨® El Juli, que incluso lleg¨® a adornarse por manoletinas y tambi¨¦n dio muchos pases, pero tore¨® poco. Y les acompa?¨® Pablo Hermoso de Mendoza, que se pase¨® con un nobil¨ªsimo ejemplar del hierro del El Capea.
Curiosamente, el m¨¢s comprometido con la se?alada fecha ¡ªse conmemoraba el centenario de la plaza, inaugurada el 7 de julio de 1922¡ª y el que mejor tore¨® fue Morante, y solo cort¨® una oreja con evidente dolor de coraz¨®n del presidente ¡ªa la saz¨®n el alcalde de Pamplona¡ª a quien le cost¨® un mundo sacar el pa?uelo.
Comprometido, s¨ª, porque a sabiendas de su cita con la plaza, se plant¨® en la sastrer¨ªa de Justo Algaba y se tom¨® medidas para un vestido especial para tan celebrada grande ocasi¨®n: taleguilla completamente blanca, chaquetilla grana con bordados de hilo blanco, chaleco sangre de toro y oro, medias rosa, camisa blanca y corbat¨ªn negro. Solo le faltaba el pa?uelo rojo al cuello, que se lo coloc¨® el conocido ¡®alcalde de sol¡¯ al dar la vuelta al ruedo.
Y Morante no solo hizo honor a la efem¨¦ride, sino que, adem¨¢s, tore¨® muy bien y sin darle coba alguna a las pe?as. En su primero, se luci¨® con la mano derecha, especialmente en una tanda desbordante de gracia y torer¨ªa, ante un toro de sosa nobleza. Se estir¨® a la ver¨®nica en un quite al cuarto, inici¨® la faena de muleta con unos exquisitos ayudados por bajo, y dibuj¨® muletazos sueltos ¡ªespectaculares los de pecho¡ª y plenos de enjundia en una labor larga y personal¨ªsima mientras las pe?as daban buena cuenta de la merienda.
El Juli, por su parte, conoce bien esta plaza, en la que ha triunfado reiteradamente, y prefiri¨® mostrar su imagen m¨¢s anodina y superficial; incluso, tore¨® por manoletinas al final de su labor en el segundo de la tarde, lo que le permiti¨® pasear una oreja. Dio muchos pases, pero no dijo nada. Y un natural, solo uno, fue lo m¨¢s destacado de su faena al quinto, un toro v¨¢lido, al que acompa?¨® con su ventajismo habitual.
Y Roca Rey, un cicl¨®n valeroso, dominador del escenario y hambriento de orejas, se plant¨® de rodillas en el inicio de la faena de muleta al tercero, traz¨® tres pases cambiados por la espalda y se hizo el amo de la plaza. Su tauromaquia no apasion¨® a nadie, pero s¨ª sus ce?idas manoletinas finales. Tres naturales sobresalieron ante el sexto y otros sentidos muletazos con la mano derecha, pero, a la vista de que las pe?as segu¨ªan cantando, se march¨® a los terrenos de sol, se hinc¨® de rodillas, y solo un pinchazo le priv¨® de pasear otros dos ap¨¦ndices.
Abri¨® el festejo Pablo Hermoso de Mendoza que, por una vez, iba vestido como Dios manda: con traje corto y sombrero de ala ancha. As¨ª de elegante se distrajo ¡ªesa es la pura verdad¡ª con un toro m¨¢s bueno que el pan. Con su maestr¨ªa conocida, se exhibi¨® como caballista ante sus paisanos, luci¨® a sus mejores caballos y no tuvo tiempo ni de despeinarse.
Lorenzo, Del Cuvillo/Hermoso, Morante, El Juli, Roca
Un toro despuntado para rejoneo de Carmen Lorenzo, nobilísmo y gran colaborador, y seis de Núñez del Cuvillo, bien presentados, cumplidores en varas, muy nobles y sosos. Destacaron por su calidad el cuarto y el sexto.
Pablo Hermoso de Mendoza: rejón en lo alto (dos orejas). Salió a hombros.
Morante de la Puebla: casi entera caída y atravesada (ovación); estocada baja (oreja).
El Juli: estocada trasera y baja (oreja); estocada caída (oreja). Salió a hombros.
Roca Rey: _aviso_ estocada caída y un descabello (dos orejas); pinchazo y estocada (oreja). Salió a hombros.
Plaza de Pamplona. 7 de julio. Primera corrida de la feria de San Fermín, conmemorativa del centenario de la plaza. Lleno.