Un primer encierro r¨¢pido y limpio abre San Ferm¨ªn 2022

Casi tres a?os despu¨¦s (1.089 d¨ªas) del ¨²ltimo cohete en la puerta de los Corrales de Santo Domingo, el encierro ha vuelto a las calles de una ciudad vestida de blanco y rojo, y el primero de 2022 ha sido un calco de las carreras habituales en las ¨²ltimas fiestas: muchos mozos, carreras limpias (ning¨²n herido por asta de toro) y veloces, atropellos, ca¨ªdas, la manada compacta hasta el tramo de Telef¨®nica y un amago de mont¨®n en la entrada a la plaza.

Solo seis traslados a los centros sanitarios: un brazo roto, contusiones en la cara, un pisot¨®n en una pierna y dos traumatismos ha sido el primer parte m¨¦dico de la carrera que ha abierto los Sanfermines de 2022.

Ya no corren Mesi y Ronaldo, los dos cabestros famosos por erigirse en l¨ªderes diarios de la carrera; ni ellos ni sus compa?eros, porque la Casa de Misericordia los ha despedido y sustituido por una ganader¨ªa navarra, pero poco se ha notado el cambio.

Se nota que los cabestros primerizos han sido fieles seguidores del encierro porque han copiado desde el inicio las formas tradicionales. Han enfilado la Cuesta de Santo Domingo abriendo la carrera, a toda pastilla, a la b¨²squeda desenfrenada de huecos entre la multitud para alcanzar la zona del Ayuntamiento.

Algunos mozos han sufrido los l¨®gicos atropellos entre los que se agolpaban en las aceras, pero ha sido la manada casi al completo la que ha mordido el polvo en la curva de Mercaderes. All¨ª parece que no han hecho mucho efecto los 1.500 litros de l¨ªquido antideslizante porque toros y cabestros han perdido la estabilidad y varios de ellos se han dado de bruces contra los tablones que taponan la salida.

La larga y recta calle de Estafeta ha sido un b¨¢lsamo para la manada, y han corrido unos pegados a los otros, unidos todos, hasta el tramo de Telef¨®nica, donde ha habido un amago de escisi¨®n, algunos resbalones que ha producido golpes y sustos, pero sin m¨¢s consecuencias.

Algunos mozos api?ados cerca de la entrada a la plaza han conocido en sus carnes la fortaleza de alg¨²n cabestro, y a la entrada al ruedo se ha producido un amago de mont¨®n que, felizmente, no ha sido tal. Algunos animales y una decena de participantes se las han visto duras para abrirse camino, pero todo ha acabado en un final feliz. El miedo es lo que tiene.

Dos minutos y 35 segundos ha sido el tiempo marcado por los toros de N¨²?ez del Cuvillo, toros de buena presencia y astifinos, y de noble comportamiento, en el und¨¦cimo encierro de esta ganader¨ªa. Atr¨¢s quedan los once corneados que dejaron a su paso en las diez comparecencias anteriores.

Por fortuna, hoy no ha sido as¨ª.