Desva¨ªdo rejoneo
Guillermo Hermoso de Mendoza corta dos verbeneras orejas y una Roberto Armend¨¢riz en una tarde de reiterados fallos con los aceros
Otra vez, y en esta ocasi¨®n con m¨¢s delito, el presidente del festejo, Francisco Moreno Purroy, ha echado un buen borr¨®n negro sobre el prestigio de esta plaza al conceder las dos orejas del sexto toro de la tarde a Guillermo Hermoso de Mendoza tras una actuaci¨®n irregular, con sobresalientes fallos al colocar dos pares de banderillas cortas a dos manos y errar con el rej¨®n de muerte. Pero nada de ello le ha importado al se?or presidente, como tampoco le import¨® excederse a quien presidi¨® la novillada el pasado martes, Jos¨¦ M. Moreno Sevilla, a la saz¨®n presidente del Club Taurino de Pamplona.
Claro, que as¨ª de verbenero est¨¢ el palco, c¨®mo estar¨¢n los tendidos¡ El p¨²blico de esta plaza nunca ha sido exigente; la fiesta, el ruido, el baile, la comida y la bebida (en la sombra tambi¨¦n se come y bebe) no son los mejores ingredientes para la seriedad que requiere este espect¨¢culo, pero lo sucedido este a?o en los dos primeros festejos anuncia que el virus del imperante triunfalismo, tan de moda en Sevilla y Madrid, ha llegado, y de qu¨¦ modo, al norte.
Mejor no pensar en lo que pueda suceder a partir de ma?ana, jueves, cuando comienzan las corridas ordinarias.
Al margen del abultado error presidencial, el espect¨¢culo de rejoneo result¨® desva¨ªdo y anodino. Y mira que colaboraron los angelicales toros de El Capea, tan queridos por los caballeros, porque es que son para com¨¦rselos. No es que no planteen dificultades, que no presentan ninguna; es que son buenos de nacimiento, colaboradores generosos, nobles hasta la santidad, y salen al ruedo con las orejas colgando. Solo les falta hablar con los toreros y negociar por d¨®nde y de qu¨¦ modo quiere que embistan para no molestar y que se luzcan los caballos y caballeros.
Demasiado bonancibles para que surja la emoci¨®n; y no surgi¨® porque ni Hern¨¢ndez, ni Armend¨¢riz ni Hermoso tuvieron una tarde inspirada. No siempre se puede estar bien, pero hay que decirlo. Ninguno de los tres protagoniz¨® una actuaci¨®n redonda y todos fallaron de manera estrepitosa con los aceros en la suerte final.
Leonardo Hern¨¢ndez, el m¨¢s regular, destac¨® especialmente a lomos del caballo Sol, un animal torero, que ofreci¨® una lecci¨®n de temple con los pitones del primer toro cosido a la cincha; y lo mejor del caballero fue un espectacular par de banderillas a dos manos en esa misma faena.
Armend¨¢riz no torea en p¨²blico desde 2019 y eso se nota; pero es de justicia constatar su entrega y disposici¨®n que le llevaron a firmar dos actuaciones correctas, sobrias y meritorias.
Y Guillermo Hermoso debutaba en su plaza y era de caj¨®n que ten¨ªa que salir por la puerta grande, como ha hecho por la del Pr¨ªncipe en Sevilla y la de Madrid. Ya se sabe que es un joven dotado de unas excepcionales cualidades para ser una gran figura, pero, aunque ray¨® a gran altura en el dominio del escenario y el manejo de sus monturas, ninguna de sus faenas fueron contundentes y rotundas.
Fall¨® con estr¨¦pito con el descabello en su primero, y sali¨® a por todas en el sexto, ante el que le cost¨® encontrar el camino para los rejones de castigo. Templ¨® muy bien con Berl¨ªn, otro torero de cuatro patas, pero no acert¨® con las banderillas a dos manos: no clav¨® ninguna en el primer par y solo una en el siguiente, y, adem¨¢s, err¨® con el rej¨®n de muerte.
Pero el presidente, con esa media sonrisa de cari?osa satisfacci¨®n en la cara (a fin de cuentas, el muchacho es un paisano y de buena familia) no tuvo reparo en sacar los dos pa?uelos y se qued¨® tan pancho.
El Capea / Hern¨¢ndez, Armend¨¢riz, Hermoso
Toros despuntados para rejoneo de El Capea -el quinto, como sobrero-, bien presentados, nobles, con movilidad y clase.
Leonardo Hernández: dos pinchazos, rejón bajo, un descabello -aviso-, seis descabellos y el toro se echa (silencio); dos rejones muy traseros (ovación).
Roberto Armendáriz: rejón perpendicular y diez descabellos (silencio); pinchazo, rejón bajo y dos descabellos (oreja).
Guillermo Hermoso de Mendoza: rejón trasero y atravesado y siete descabellos (ovación); pinchazo, rejón en lo alto y un descabello (dos orejas). Salió a hombros por la puerta grande.
Plaza de Pamplona. 6 de julio. Segundo festejo de la feria de San Fermín. Casi lleno.
Babelia
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