Dos generaciones de periodistas ante la crisis de la profesi¨®n: ¡°Ning¨²n tiempo pasado fue mejor¡±
Mart¨ªnez Soler y Mar¨ªa Ram¨ªrez dialogan desde dos generaciones y libros distintos sobre los cambios y las constantes en el ejercicio del periodismo
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez Soler tiene 53 a?os de periodismo a sus espaldas, un inagotable cuaderno de bit¨¢cora para asomarnos a los peligros que acecharon a la profesi¨®n desde el franquismo y sus secuelas en la transici¨®n. Y Mar¨ªa Ram¨ªrez suma 25 a?os de una carrera ya en plena democracia y marcada por la formidable transformaci¨®n digital. El primero, nacido en Almer¨ªa hace 75 a?os, acaba de publicar La prensa libre no fue un regalo (Marcial Pons), en el que narra su secuestro y t...
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez Soler tiene 53 a?os de periodismo a sus espaldas, un inagotable cuaderno de bit¨¢cora para asomarnos a los peligros que acecharon a la profesi¨®n desde el franquismo y sus secuelas en la transici¨®n. Y Mar¨ªa Ram¨ªrez suma 25 a?os de una carrera ya en plena democracia y marcada por la formidable transformaci¨®n digital. El primero, nacido en Almer¨ªa hace 75 a?os, acaba de publicar La prensa libre no fue un regalo (Marcial Pons), en el que narra su secuestro y torturas en las postrimer¨ªas del franquismo y su paso por los grandes medios de las ¨²ltimas d¨¦cadas, desde Cambio 16 a RTVE, EL PA?S o El Sol. La segunda, nacida en Madrid hace 45 a?os y actual subdirectora de elDiario.es, ha publicado El peri¨®dico (Debate).
Dos generaciones que representan momentos distintos del periodismo y las batallas que este debe librar. Ambos se re¨²nen a debatir para EL PA?S en un encuentro marcado por las alertas en el tel¨¦fono de Ram¨ªrez y su movilizaci¨®n en pleno proceso de dimisi¨®n de Boris Johnson. El fue Nieman Fellow de la Universidad de Harvard en 1977, el a?o en que naci¨® Ram¨ªrez, que a su vez obtuvo la preciada beca en 2018. Pero aqu¨ª estamos en una lecci¨®n de periodismo tan el¨¦ctrico como solvente en medio del caf¨¦ con churros en el barrio de Chamber¨ª.
Pregunta. Los j¨®venes no est¨¢n interesados en las noticias, seg¨²n el reciente informe del Instituto Reuters. ?Qu¨¦ hacemos?
MR. Una cosa es lo que dicen y otra lo que hacen porque las audiencias son cada vez m¨¢s grandes. Tal vez hay un cansancio de un tipo de informaci¨®n, en particular en Espa?a, que es muy pol¨ªtica, muy centrada en los partidos y en declaraciones menores. Hay que intentar hacer informaci¨®n m¨¢s cercana a la vida cotidiana, como ocurri¨® durante la pandemia.
JAMS. Desde la infancia tengo el vicio de poner en duda lo que me dicen. Los curas de mi colegio dec¨ªan que los rojos mataban a los ni?os y violaban a las mujeres. Mi padre era oficial del Ej¨¦rcito republicano, mis padres eran rojos y no mataban. As¨ª que cuando esos frailes me dec¨ªan que el cuarzo cristaliza en el sistema hexagonal tampoco me lo cre¨ªa e iba a la enciclopedia a buscar la verdad. Por eso no me creo este informe. Cuando yo empezaba en periodismo, muy poca gente le¨ªa. El 50% de la poblaci¨®n era analfabeta cuando mis padres eran j¨®venes. Mi madre era analfabeta, escrib¨ªa apenas s¨ªlabas sueltas. Yo soy el primero de mi tribu que fui a la universidad. As¨ª que, si miramos el pasado y el presente, vamos muy bien. Mucha gente lee ?hasta libros! Cuando alguien me dice que cualquier tiempo pasado fue mejor, digo: cuidado, a ver si es al rev¨¦s.
P. Jos¨¦ Antonio cuenta el episodio de los curas para explicar el escepticismo como motor del periodismo. Y Mar¨ªa la riada en el camping de Biescas, cuando dudasteis de que la lluvia fuera responsable y no parasteis hasta encontrar que la ley prohib¨ªa construir en zonas inundables. Siempre, la duda.
MR. Hay que dudar siempre de tus fuentes, de ti, de tus prejuicios. La objetividad como tal es un poco absurda. Lo que hay que tener es mucha conciencia de las ideas previas de cada uno para abordar una historia con justicia e intentar siempre desmentirte a ti mismo.
JAMS. Es que no somos objetos, somos sujetos. La objetividad no existe. Es una tendencia hermosa, todos tendemos hacia la objetividad a ver si la alcanzamos sabiendo que no se puede. La verdad solo existe para los te¨®logos, para ellos Dios es la verdad absoluta. Pero como yo no soy creyente, creo que la verdad no es absoluta sino poli¨¦drica, casi esf¨¦rica. El periodismo te obliga a mirar muchos puntos de vista de una misma realidad. Hay que describir el mayor n¨²mero posible de caras de ese poliedro para acercarte a la realidad, pero nunca llegar¨¢s a ella. Por eso siempre he puesto en duda una sola versi¨®n. Yo aplico el an¨¢lisis econ¨®mico de la noticia que fue mi tesis doctoral, que naci¨® en Harvard: ?Cu¨¢l es el precio de la noticia? ?Por qu¨¦ publicas una en primera p¨¢gina y otra va a la papelera? Cuando a?ades m¨¢s ¨¢ngulos y quitas aristas pierde inter¨¦s, pero gana cr¨¦dito.
P. ?Y cu¨¢l es el precio de la noticia?
JAMS. Hay muchos factores: las fuentes, el lector, nosotros los intermediarios, los anunciantes¡ Pero la fuente de corrupci¨®n m¨¢xima en periodismo es la amistad, porque a los amigos les crees. No contrastas, y ah¨ª est¨¢s perdido. He cometido muchos errores porque me he fiado de amigos.
P. ?Y la independencia existe?
MR. Todos hemos sufrido presiones ligeras o m¨¢s fuertes, desde un portavoz de un pol¨ªtico a un empresario que quiere que quiten algo o tus propios jefes que reciben presiones. Pero los reporteros tratan de hacer su trabajo a pesar de las presiones. La independencia es el coraz¨®n de lo que hacemos y el hecho de que en Espa?a haya habido tantas exclusivas contra los gobiernos demuestra que los periodistas al final logran hacer su trabajo, antes o despu¨¦s.
JAMS. La cuesti¨®n de la independencia es como un p¨¦ndulo, tiene sus ciclos. Yo viv¨ª el momento m¨¢s libre, cuando la dictadura no acababa de morir y la democracia no acababa de nacer. No hab¨ªa poderes establecidos, estructurados, no estaba claro qui¨¦n mandaba. Hab¨ªa miedo en ambas partes: los franquistas, a la revancha; y los dem¨®cratas, al ruido de sables. Entonces quer¨ªamos la independencia como un objetivo hermoso de la profesi¨®n. Y te crees independiente porque sintonizas con la cultura corporativa de quien te paga. Pero si quien te paga pide cosas que chirr¨ªan en tu conciencia, o cambias de conciencia o cambias de empleo. Yo he cambiado 38 veces de empleo. Tampoco tengo m¨¦rito. Lo pude hacer porque mi mujer me apoy¨®, mi boda fue una gran inversi¨®n (bromea). En cuanto me faltaba el ox¨ªgeno buscaba otra cosa.
P. ?Y ahora c¨®mo estamos en cuesti¨®n de independencia?
JAMS. Nunca hemos estado peor que con Franco. Jam¨¢s. Eso de que contra ¨¦l escrib¨ªamos mejor que dijo V¨¢zquez Montalb¨¢n era un chiste. Contra Franco no escrib¨ªamos mejor, ni respir¨¢bamos. La libertad es como el ox¨ªgeno, notas cuando te falta, te ahogas.
P. En su libro define ese momento como la edad de oro del periodismo. El libro de Mar¨ªa sit¨²a la publicaci¨®n de los papeles de Wikileaks (que public¨® EL PA?S) como un hito de un nuevo periodismo global y digital. ?Es la edad de oro de su generaci¨®n?
MR. La edad de oro siempre la veo en el futuro, pero lo de Wikileaks fue un destello en un momento de clara crisis econ¨®mica y del modelo de negocio. Vimos la parte buena de Internet en medio de la incertidumbre. De repente se pod¨ªa publicar algo con un impacto global, colaborar con medios de todo el mundo y con ayuda de la tecnolog¨ªa. Fue un momento de esperanza en ¨¦poca de despidos y de empresas que no terminaban de encontrar su camino. Hab¨ªa potencial. Y ese momento nos acompa?a hasta ahora. Tambi¨¦n demostr¨® que un personaje como Julian Assange necesit¨® a los medios para que sus papeles tuvieran impacto, presentados con los filtros adecuados, sin poner en peligro a afectados, valorando lo que era noticia y lo que no. Demostr¨® que el criterio period¨ªstico sigue siendo importante, no vale con soltar una filtraci¨®n enorme. Todav¨ªa hacen falta periodistas con un ojo para entender, para procesar, para explicar. No vale sin intermediarios.
JAMS. La obra de Assange fue magn¨ªfica. Un destello de libertad mundial y de esperanza en el periodismo serio y bien hecho.
La edad de oro siempre la veo en el futuro, pero lo de Wikileaks fue un destello en un momento de clara crisis econ¨®mica y del modelo de negocioMar¨ªa Ram¨ªrez, periodista
P. ?Cu¨¢l fue el momento de mayor miedo?
JAMS. Empiezo el libro precisamente diciendo ¡°llamadme miedo¡± como homenaje a Melville y Moby Dick. El miedo nos protege, nos hace ver los pros y contras, calcular riesgos, y el p¨¢nico nos paraliza. Yo sufr¨ª un secuestro, torturas y una ejecuci¨®n simulada por una informaci¨®n sobre la purga de generales moderados. Si llego a saber que iba a ser tan grave no lo escribo, Franco hab¨ªa muerto dos meses antes y parec¨ªa que pod¨ªamos ir m¨¢s all¨¢. Quer¨ªan saber mi fuente y si la llego a saber canto la Traviata, lo m¨ªo no fue valent¨ªa.
MR. Yo tengo bastante miedo en mi vida, hasta de los insectos o una calle oscura, pero cuando trabajo hay algo que sucede y a m¨ª misma me sorprende, perdemos las barreras que nos protegen, puedes estar tirada en una calle rodeada de caos y ser capaz de concentrarte porque est¨¢s obsesionada con mandar la cr¨®nica.
Pregunta. ?Qu¨¦ han aprendido cada uno del libro del otro?
MR. La valent¨ªa de cambiar tantas veces de trabajo, de empezar de cero otra vez, de volverlo a intentar. Eso me ha encantado y es una lecci¨®n que deber¨ªamos repetir.
JAMS. ?Mira qui¨¦n lo dice! [Ram¨ªrez ha estado en El Mundo, El Espa?ol y en El Diario]. Fracas¨¦ muchas veces, pero mi mayor fracaso, el proyecto m¨¢s bonito de mi vida fue El Sol, que sin embargo me ayud¨® a fundar 20 minutos. De ella me gusta que es muy rigurosa con los datos. T¨² cuentas el periodismo de hoy, que es cien veces mejor que el de antes. Cada vez que veo a los j¨®venes me maravillo y me decepcionan los de mi edad, que creen que vivimos tiempos brillantes. Aquello era la ruina, la oscuridad. El que diga que cualquier tiempo pasado fue mejor, no es verdad. Casi nunca. Casi siempre fue peor. Soy optimista y vitalista.
P. ?Digamos que ha cambiado el formato, pero el periodismo es el mismo?
JAMS. Los principios del periodismo son la b¨²squeda de la objetividad y la independencia y neutralidad sin conseguirlas nunca. Confirmar los datos por partida doble. La voluntad de acercarte a la realidad lo m¨¢ximo posible sin que la cr¨®nica pierda inter¨¦s. Y estamos muy bien. Han cambiado los formatos, pero la base del periodismo es la misma: la b¨²squeda de la verdad sin descanso sabiendo que nunca la vas a encontrar totalmente.
P. Volviendo a los j¨®venes. ?Tendremos que hacer periodismo en TikTok?
MR. La forma en que los j¨®venes consumen informaci¨®n ha cambiado mucho y nos pasa continuamente. Los periodistas vamos un poco por detr¨¢s adapt¨¢ndonos, busc¨¢ndolos y a veces ha habido exceso a la hora de abrazar plataformas de ¨²ltima moda. Por ejemplo, el v¨ªdeo, las redacciones han invertido muchos recursos en el v¨ªdeo y hay formatos que no han terminado de funcionar. Hay que adaptarse a d¨®nde est¨¢n las personas o usar un lenguaje que tenga que ver con c¨®mo nos leen o escuchan, pero sin caer en la ¨²ltima moda. Sigo creyendo que para contar historias en profundidad necesitas m¨¢s extensi¨®n, hace falta m¨¢s que unos segundos, como en Instagram o TikTok.
P. Cuenta que en Harvard le dieron un gran consejo para ser periodista: leer los cuentos de Ch¨¦jov dos veces al a?o.
MR. S¨ª, por su capacidad de empat¨ªa, que te lleva a entender a la persona que est¨¢s cubriendo y sus circunstancias. Es una parte esencial del reporterismo. Es un consejo que me ha gustado mucho. Estamos obsesionados con los hechos, pero la capacidad casi sentimental de conectar con el ambiente e identificarte con los personajes es importante.
JAMS. Yo prefiero a Cervantes, Dostoievski. Porque la gran literatura dice m¨¢s verdad que todo el periodismo junto. Cervantes te acerca mucho m¨¢s a la realidad, por ejemplo en El Quijote: ?Molinos o gigantes? La pregunta es fundamental. Como periodista, eso depende. Para Sancho son molinos, obviamente, porque es un simpl¨®n. Para el Quijote, arruinado por el fisco, el molino es el fisco que recauda y por tanto es un gigante. Cervantes vio lo que significaba para un hidalgo arruinado pagar los impuestos y lo supo interpretar: un gigante.
P. Hemos visto estos d¨ªas televisiones divulgando bulos sobre la ministra Irene Montero. ?C¨®mo vamos a distinguir las fake news si los medios las divulgan?
JAMS. Generando un pensamiento cr¨ªtico, ante todo. Hay que educar a los ni?os en la duda sobre lo que cuentan los maestros, los peri¨®dicos, todo. Antes los bulos se viv¨ªan en la taberna del pueblo, pero ha cambiado la velocidad y la cantidad. Lo dice Mar¨ªa en su libro. Internet hace que se agiganten la cantidad y se acelere la velocidad, pero la base es la misma.
MR. Es un problema grave. La minor¨ªa a la que llegan es una muy activa, muy ruidosa en redes y puede influir en los periodistas a trav¨¦s de los comentarios y eso es lo que nos deber¨ªa preocupar. En los colegios deber¨ªan ense?ar a mirar mejor la fuente de la informaci¨®n.
JAMS. Cuando compras un yogur te vienen los ingredientes, tantas calor¨ªas, az¨²car, lo que sea. Yo les digo a los j¨®venes: miren la fuente, tienes que identificarla lo m¨¢s posible. Eso de ¡°fuentes cercanas a la investigaci¨®n¡± es mentira. Es periodismo de mierda.
P. ?La prensa libre no es un regalo, como dice el t¨ªtulo de JAMS?
JAMS. Hay que conquistarla. En la transici¨®n y ahora. Est¨¢ en peligro y siempre hay que estar alerta. No fue un regalo, la conquistamos y se puede dar la vuelta en cualquier momento. Cuando los j¨®venes empiecen a pensar que les falta el ox¨ªgeno la buscar¨¢n y se pondr¨¢n en alerta y la defender¨¢n hasta con su vida.
P. ?D¨®nde est¨¢ el peligro?
JAMS. El peligro est¨¢ en la situaci¨®n acomodaticia, pusil¨¢nime. Parece que no pasa nada y se va permitiendo, no reaccionas ante la mentira, ante la injusticia, te va bien, te acomodas y eso es mortal. Muchos han heredado la libertad sin merecerla necesariamente, porque nacieron aqu¨ª, son libres, pero los que no han notado la falta de ox¨ªgeno tienen que ser conscientes y no lo ser¨¢n hasta que la vean en peligro. Hay que hacer una llamada de alerta. La libertad no fue un regalo y se puede perder en cualquier momento. No toc¨® en la t¨®mbola.
MR. Es una batalla continua, una batalla individual de cada reportero que a veces te puede costar el puesto de trabajo. Y no es f¨¢cil hacer esa elecci¨®n.
El di¨¢logo en Chamber¨ª se termina, Ram¨ªrez corre a organizar la cobertura sobre Johnson y Mart¨ªnez Soler marcha rumbo a nuevos proyectos porque, como dice, espera vivir hasta los 95. Pero la actualidad avanza y la publicaci¨®n de los audios de Ferreras y Villarejo en el que el director de Al rojo vivo reconoce que ha publicado mercanc¨ªa averiada sobre Pablo Iglesias nos hace reconectar.
La prensa libre est¨¢ en peligro y siempre hay que estar alerta. No fue un regalo, la conquistamos y se puede dar la vuelta en cualquier momentoJos¨¦ Antonio Mart¨ªnez Soler, periodista
P. ?Se ha puesto el periodismo al servicio de las cloacas?
MR. Las fuentes siempre son interesadas, tambi¨¦n la Garganta Profunda del Watergate, y aqu¨ª ha habido una fuente muy t¨®xica que muchos medios compart¨ªan. La clave es el proceso que viene despu¨¦s: comprobar los hechos y aplicar el criterio period¨ªstico para decidir si la noticia es relevante. Esa informaci¨®n lleg¨® a otros medios que decidieron no publicarla porque esto no pasaba el corte. Los periodistas somos responsables de lo que amplificamos. En Espa?a, seg¨²n el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, solo el 32% dice confiar en las noticias. Eso nos deber¨ªa preocupar a todos.
JAMS. Ferreras trata de cubrir su dudosa ¨¦tica profesional dando la palabra a su amigo Eduardo Inda y a Pablo Iglesias. Pero si un periodista sospecha que su fuente es un charco putrefacto no le da cr¨¦dito por mucho inter¨¦s que tenga esa noticia ¡°burda¡±. ?C¨®mo podemos defender la equidistancia entre el violador y la violada o entre el terrorista y su v¨ªctima y lavarnos las manos? Ferreras se ha desacreditado como periodista. La Polic¨ªa, que hace secreto lo p¨²blico, no suele ser una fuente fiable para los periodistas, que hacemos p¨²blico lo secreto. Cuando una fuente te miente tienes que borrarla de tu agenda, pero Ferreras no lo hizo. En medio siglo de profesi¨®n, apliqu¨¦ este viejo proverbio: ¡°La primera vez que me enga?es ser¨¢ culpa tuya, la segunda vez, ser¨¢ culpa m¨ªa¡±. Apl¨ªcate el cuento, Ferreras, y borra a Inda de tu agenda.