Adri¨¢n de Torres, valor frente al malo; temple con el bueno
El jienense sorprende y pierde la puerta grande con la espada en una interesante corrida concurso de ganader¨ªas

Hay que tener mucha paciencia, afici¨®n y fe en uno mismo para no aburrirse cuando las oportunidades escasean. Adri¨¢n de Torres es uno de esos casos, tan numerosos en el toreo. El joven diestro de Linares, que tuvo una interesante carrera novilleril, desapareci¨® del mapa tras tomar la alternativa en 2012. Hace ya diez a?os.
Pero De Torres, seguro de sus condiciones, no tir¨® la toalla. Y, tras su actuaci¨®n este lunes en la plaza de toros de Cenicientos, los aficionados nos alegramos por ello. Con el capote y con la muleta, Adri¨¢n de Torres se reivindic¨® como un torero a tener en cuenta que merece nuevas oportunidades.
Y lo hizo con el bueno, y tambi¨¦n con el malo. Dif¨ªcil tarea, en ambos casos. Porque si bien no era nada f¨¢cil templar y estar a la altura de la calidad de su segundo toro, de Adolfo Mart¨ªn, tampoco lo fue ponerse en el sitio y aguantar las miradas, parones y embestidas por las nubes de su primero, que llevaba el hierro de Juan Luis Fraile. Por eso su actuaci¨®n tuvo tanto m¨¦rito.
Ese tercero de Fraile, muy descarado y abierto de pitones, no tard¨® en mostrar su escasez de virtudes. Manso y a la defensiva en el caballo, no lo puso f¨¢cil en banderillas y lleg¨® al ¨²ltimo tercio distra¨ªdo y buscando la salida. Nadie daba un duro por ¨¦l, pero el diestro de Linares, sin probarlo siquiera, se ech¨® la muleta a la mano izquierda, lo cit¨® y aguant¨® la acometida sin mover las zapatillas ni un mil¨ªmetro. Y como el astado no pasaba y derrotaba siempre con la cara alta, De Torres ech¨® mano de valor seco para quedarse muy quieto y aguantar las escalofriantes miradas y parones del animal, que luc¨ªa dos pu?ales como pitones. Emoci¨®n por la v¨ªa del miedo, s¨ª, pero emoci¨®n al fin y al cabo. Tras unas manoletinas de infarto y una estocada ca¨ªda, pase¨® la oreja.
Muy diferente fue el sexto, un serio pero precioso toro de Adolfo Mart¨ªn, al que recibi¨® con un ramillete de ver¨®nicas extraordinarias. Fiel a su origen Saltillo, el de Adolfo embisti¨® con el hocico por el suelo, virtud que mantuvo hasta el final. Tres veces acudi¨® al caballo, donde cumpli¨®. Cort¨® en banderillas, pero lleg¨® al ¨²ltimo tercio rebosante de temple y nobleza. Y, de nuevo, sin perder el tiempo ni hacer concesi¨®n alguna a la galer¨ªa, Adri¨¢n de Torres convenci¨® a los tendidos, esta vez por medio de un pu?ado de tandas, irregulares, pero en las que hubo muletazos de mano baja de gran temple y hondura. Lamentablemente, a la obra le falt¨® la r¨²brica de la espada y se tuvo que conformar con dar una vuelta al ruedo.
M¨¢s pobre fue la imagen ofrecida por sus dos compa?eros de cartel, Sergio Serrano y David Galv¨¢n. Al primero le correspondi¨® un buen toro de La Quinta que abri¨® plaza y que, tras cumplir en varas, repiti¨® con nobleza, aunque con un punto de soser¨ªa. El segundo de su lote fue otro serio ejemplar de Samuel Flores que se dej¨® pegar en el caballo, pero que lleg¨® aplomado al ¨²ltimo tercio. Serrano, casi siempre despegado, no pas¨® de aseado.
Tampoco dio el paso Galv¨¢n, tan pulcro como falto de ambici¨®n. Es verdad que no tuvo opci¨®n con el descastad¨ªsimo toro de Partido de Resina, pero s¨ª debi¨® estar mejor con el de Pe?ajara, bravo en cuatro puyazos, aunque de contado fondo en la muleta.
No hubo ning¨²n toro completo, pero, tanto en el primero, como en el ¨²ltimo tercio, casi todos mantuvieron el inter¨¦s. Por no hablar de la excelente presentaci¨®n que lucieron todos. ?Qu¨¦ seriedad e integridad! Y la mejor noticia: los tendidos lucieron un fant¨¢stico aspecto. Pese al mantra -y deseo- de los ¡°taurinos¡±, el ¡°torismo¡± resiste.
Distintas ganader¨ªas / Serrano, Galv¨¢n, De Torres
Toros de La Quinta, cumplidor en varas, noble y repetidor en la muleta, aunque algo soso; Partido de Resina, cumplidor en varas, pero muy descastado; Juan Luis Fraile, manso, incierto y con la cara alta; Samuel Flores, se deja pegar en el caballo, pero aplomado; Peñajara, bravo en cuatro varas, pero a menos en el último tercio; y Adolfo Martín, cumplidor en varas, noble y de gran temple y humillación, aunque falto de transmisión y fiereza. Todos muy bien presentados.
Sergio Serrano: dos pinchazos y estocada contraria -aviso- (silencio); estocada corta algo trasera y atravesada y un descabello (silencio).
David Galván: cuatro pinchazos -aviso- y estocada baja y atravesada (silencio); estocada (silencio).
Adrián de Torres: estocada caída (oreja); estocada envainada, pinchazo hondo y un descabello (vuelta tras petición minoritaria).
Plaza de toros de Cenicientos (Madrid). 15 de agosto. Segunda corrida de la Feria del Toro. Corrida concurso de ganaderías. Alrededor de tres cuartos de entrada.
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