¡®?Nop!¡¯: Jordan Peele pulveriza el ¡®blockbuster¡¯ del verano

Jordan Peele, director conocido por las inquietantes f¨¢bulas de terror existencial D¨¦jame salir (2017) y Nosotros (2019), ambas alrededor del racismo estructural de la sociedad estadounidense, consigue con su tercer filme, ?Nop!, rizar el rizo de su tensa mirada con una pel¨ªcula de miedo fuera de toda norma que deconstruye el blockbuster del verano a trav¨¦s de un os...

Jordan Peele, director conocido por las inquietantes f¨¢bulas de terror existencial D¨¦jame salir (2017) y Nosotros (2019), ambas alrededor del racismo estructural de la sociedad estadounidense, consigue con su tercer filme, ?Nop!, rizar el rizo de su tensa mirada con una pel¨ªcula de miedo fuera de toda norma que deconstruye el blockbuster del verano a trav¨¦s de un osado cruce de g¨¦neros y referentes cinematogr¨¢ficos.

En el imaginario de Peele, construido con un poderoso pegamento hecho de humor, extra?eza y rabioso suspense, se solapan referencias generacionales que van de la apocal¨ªptica Se?ales, de M. Night Shyamalan, a Tibur¨®n, el cl¨¢sico de Steven Spielberg que transform¨® la pel¨ªcula del verano y la industria del cine y cuyo inolvidable capit¨¢n Quint, ese personaje a lo Ahab que inmortaliz¨® el actor brit¨¢nico Robert Shaw, recibe aqu¨ª un homenaje expl¨ªcito a trav¨¦s de la figura de un veterano director de fotograf¨ªa obsesionado con la caza anal¨®gica.

Aunque en ?Nop! la amenaza no es exactamente animal, sino extraterrestre, toda la pel¨ªcula est¨¢ cruzada por una reflexi¨®n animalista que se anuncia desde la cita del Antiguo Testamento que abre el filme (¡°Te arrojar¨¦ inmundicias, te har¨¦ vil, har¨¦ de ti un espect¨¢culo¡±) y se desarrolla en los dos episodios de animales cercados por una c¨¢mara. Una de ellas, la del chimpanc¨¦ en el plat¨® de televisi¨®n, extrema esa amenaza b¨ªblica que parece encontrar todo su sentido en el sinsentido del presente.

Desde su ¨®pera prima, Peele bucea en el inconsciente de la historia de su pa¨ªs para confrontar al espectador con su insoportable violencia. En ?Nop! los extra?os acontecimientos que llegan del cielo ocurren en un viejo rancho de caballos para pel¨ªculas de Hollywood regentado por una familia de vaqueros negros. Un padre y un hijo que interpreta Daniel Kaluuya sobreviven en medio del desierto como una isla en una industria donde ya nadie quiere nada real, ni siquiera un caballo, mientras ellos reivindican su sangre como la de los fundadores de una industria que languidece. La referencia al pionero Eadweard Muybridge y a uno de los jinetes negros de sus famosas im¨¢genes en movimiento es clave. Aunque nadie recuerde su nombre, el hombre negro ya estaba ah¨ª, galopando hacia la nada, antes que nadie.

Peele organiza una pel¨ªcula cuya envolvente abstracci¨®n extraterrestre evoca la maldici¨®n de la ballena blanca de Melville desde el land-art de Christo, artista famoso por envolver lugares y monumentos emblem¨¢ticos con kil¨®metros de tela. La mezcla desemboca en un filme loco y desafiante, cuyos gui?os de metacine incluyen un cl¨¢sico del cine negro como El halc¨®n malt¨¦s o Con la muerte en los talones, de Hitchcock, pero sobre todo se anclan en la inagotable El mago de Oz y en la cultura popular de los tornados. Una cumbre del viaje hacia lo extra?o que Peele entronca con el filme de Spielberg que ensanch¨® la pista de aterrizaje de las pel¨ªculas de ovnis, Encuentros en la tercera fase. Y todo, desde la iconograf¨ªa del w¨¦stern en la era del Black Lives Matter. ?Nop! es, en definitiva, una fantas¨ªa inc¨®moda y rara que solo un director con el osado talento de Peele es capaz de convertir en el espejo deformante de una sociedad igual de surreal y extra?a.