Nuestra sombra
Aunque est¨¢ firmemente enraizada en la cultura americana, a todo espectador le resultar¨¢ sencillo reapropiarse de parte de su generoso arsenal metaf¨®rico
Cuando un r¨®tulo, al comienzo de la pel¨ªcula, habla de las diversas redes de t¨²neles subterr¨¢neos que recorren el suelo estadounidense, es inevitable anticipar que la cuesti¨®n racial volver¨¢ a figurar en el centro de la pesadilla en el segundo largometraje de Jordan Peele. A fin de cuentas, una de esas redes de t¨²neles, el llamado Ferrocarril Subterr¨¢neo, construida en el siglo XIX, se traz¨® para proporcionar una v¨ªa de escape a los esclavos de las plantaciones del Sur que quer¨ªan alcanzar la libertad. Pero Peele, que en su extraordinaria D¨¦jame salir (2017) dej¨® claro lo inc¨®modo que puede sentirse un afroamericano rodeado de blancos, ofrece ah¨ª una falsa pista que, en el fondo, dice la verdad, porque, si bien podr¨ªan ser cuestiones m¨¢s de clase que de raza las que inspiren este mal viaje, lo que s¨ª acaba resultando inequ¨ªvoco es que Nosotros habla de lo que subyace bajo una naci¨®n (o su esp¨ªritu nacional): su inconsciente, su sombra.
NOSOTROS
Direcci¨®n: Jordan Peele.
Int¨¦rpretes: Lupita Nyong'o, Elisabeth Moss, Shahadi Wright Joseph, Winston Duke.
G¨¦nero: terror. Estados Unidos, 2019.
Duraci¨®n: 116 minutos.
As¨ª pues, sobre los cimientos de la sombra jungiana y de la concepci¨®n freudiana de lo siniestro (recordemos: lo familiar convertido en extra?o), el cineasta, a punto de coronarse como el Rod Serling negro al frente de su revisi¨®n de The Twilight Zone, construye un discurso que devuelve al cine de terror su condici¨®n de canario en la mina: quiz¨¢ dentro de unos cuantos a?os, alg¨²n te¨®rico del cine ver¨¢ en pel¨ªculas como esta o la inminente Naci¨®n salvaje de Sam Levinson algo parecido a lo que detect¨® Siegfried Kracauer en el expresionismo alem¨¢n. Nosotros es una pel¨ªcula firmemente enraizada en la cultura americana, pero a todo espectador le resultar¨¢ sencillo reapropiarse de parte de su generoso arsenal metaf¨®rico para relacionarlo con algo que est¨¢ ocurriendo mucho m¨¢s cerca de su casa.
El modo de rodar de Peele ¨Csus ¨¢ngulos y composiciones de c¨¢mara, el ceremonial ritmo de sus movimientos- logra que incluso en la imagen m¨¢s trivial se perciba la presencia de un ¨¢ngulo oscuro, se manifieste la inminente erupci¨®n de un sustrato turbio. Las vacaciones de una familia afroamericana al espacio que la madre experimenta como su particular lugar del trauma abren la puerta a una pesadilla especular, no exenta de retorcido humor, donde cada personaje se enfrentar¨¢ a su doble mal¨¦fico (y cada int¨¦rprete dar¨¢ un asombroso recital de versatilidad). La poderosa alegor¨ªa de una naci¨®n tomada por su sombra alcanza la resonancia de lo verdaderamente perdurable.
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