Paloma D¨ªaz-Mas, fil¨®loga y escritora: ¡°La historia de los sefard¨ªes nos hace comprender mejor la nuestra¡±
La nueva acad¨¦mica de la RAE ingresa en la instituci¨®n con un discurso sobre la vida del judeoespa?ol a trav¨¦s de los tratados cient¨ªficos que produjo un idioma hoy casi extinto
Como si fuera una especie animal perseguida, el judeoespa?ol es una lengua en peligro de extinci¨®n seg¨²n la Unesco. Sin embargo, hay quien todav¨ªa lucha por preservar su bello recuerdo, que incorpor¨® al castellano de los jud¨ªos expulsados en el siglo XV de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica palabras de las lenguas de los territorios de su di¨¢spora, entre otros, del turco, el hebreo, el b¨²lgaro¡ La fil¨®loga y escritora Paloma D¨ªaz-Mas...
Como si fuera una especie animal perseguida, el judeoespa?ol es una lengua en peligro de extinci¨®n seg¨²n la Unesco. Sin embargo, hay quien todav¨ªa lucha por preservar su bello recuerdo, que incorpor¨® al castellano de los jud¨ªos expulsados en el siglo XV de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica palabras de las lenguas de los territorios de su di¨¢spora, entre otros, del turco, el hebreo, el b¨²lgaro¡ La fil¨®loga y escritora Paloma D¨ªaz-Mas (Madrid, 68 a?os), que ha ingresado esta noche en la Real Academia Espa?ola (RAE), es una de esas personas que estudia y ama la cultura y la literatura de los sefard¨ªes. Por ello ha dedicado su discurso, Ciencia en judeoespa?ol, a los tratados que han contado en esta lengua c¨®mo las vacunas luchaban contra una pandemia o la funci¨®n de los intestinos en nuestro cuerpo.
D¨ªaz-Mas, que ocupar¨¢ la silla i, vacante desde el fallecimiento de la bioqu¨ªmica Margarita Salas, el 7 de noviembre de 2019, es la octava mujer en el actual pleno de la instituci¨®n, que integrar¨¢n con ella 41 acad¨¦micos (hay 46 plazas en total). En la habitual referencia del nuevo miembro de la corporaci¨®n a los antecesores de su silla, D¨ªaz-Mas ha calificado a Salas, pupila de Severo Ochoa, como ¡°una solvente investigadora¡± que, sin embargo, en los a?os sesenta tuvo que ver c¨®mo ¡°era conocida por ser la mujer de Eladio Vi?uela¡±, el cient¨ªfico con el que se cas¨®.
A rengl¨®n seguido, pronunciando en judeoespa?ol las partes elegidas en esta lengua, ha desgranado su selecci¨®n de obras cient¨ªficas: como el Di¨¢logo del colorado, impreso en Sal¨®nica en 1601, que no trataba de ese color, sino de la escarlatina, a prop¨®sito de una epidemia de esta enfermedad desatada en el entonces puerto otomano. Su autor fue el m¨¦dico Daniel de ?vila, ¡°nacido en Espa?a o en Portugal¡± y que se cree perteneci¨® ¡°a una de aquellas familias conversas que esquivaban como pod¨ªan a la Inquisici¨®n y practicaban a escondidas el juda¨ªsmo¡±, dijo. De ?vila llev¨® su saber al imperio otomano, donde escribi¨® su obra en aljam¨ªa, ¡°en lengua romance con letras hebreas¡±, en un estilo que ¨¦l mismo defini¨® ¡°dulse y suabe¡±. Estudi¨® la enfermedad, los tratamientos (¡°fregamientos, lavatorios¡±) o ¡°c¨®mo se curar¨¢n las paridas del colorado¡±.
Otro hito, algo anterior, fue el del cient¨ªfico Mo?¨¦ Almosnino, ¡°descendiente de jud¨ªos expulsados de Huesca¡±, quien en misi¨®n diplom¨¢tica en Constantinopla, en 1566, maravillado por la capital imperial, redact¨® all¨ª mismo una Cr¨®nica de los reyes otomanos. La escribi¨® ¡°en castellano con aragonesismos, catalanismos, hebra¨ªsmos, turquismos...¡±, y era mucho m¨¢s que un libro de viajes. ¡°Habla de la perfecci¨®n del n¨²mero 10, de por qu¨¦ es tan extremo el clima de Constantinopla, de la salubridad p¨²blica y, lo que m¨¢s le admiraba, la ingenier¨ªa aplicada a las obras p¨²blicas¡±. En especial, un puente al que se acerc¨® ¡°por veer y comprender bien todo modo de la f¨¢brica, coza digna de venir de muy largo camino¡±.
Elegida en el pleno de la RAE del 22 de abril de 2021, D¨ªaz-Mas ¡ªa la que ha respondido con el discurso de bienvenida el acad¨¦mico Jos¨¦ Mar¨ªa Merino¡ª, naci¨® en 1954 y estudi¨® Filolog¨ªa Rom¨¢nica y Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, donde se doctor¨® en 1981 con la tesis Temas y t¨®picos en la poes¨ªa luctuosa sefard¨ª. Sin embargo, su primera vocaci¨®n fue la literaria. Debut¨® con un libro de microrrelatos (Biograf¨ªas de genios, traidores, sabios y suicidas) en 1973, con solo 19 a?os.
Desde entonces, ha desarrollado una doble faceta de fil¨®loga y escritora. De 1983 a 2001 fue profesora de Literatura Espa?ola en la Facultad de Letras de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, en Vitoria. All¨ª tambi¨¦n imparti¨® clases de Lengua y Literatura Sefard¨ªes. En paralelo, en 1984 fue finalista del Premio Herralde de novela con El rapto del Santo Grial, a la que siguieron El sue?o de Venecia (Premio Herralde en 1992), La tierra f¨¦rtil (1999) y Lo que olvidamos (2016); adem¨¢s, los cuentos de Nuestro milenio (1987), los relatos autobiogr¨¢ficos Una ciudad llamada Eugenio (1992) y Como un libro cerrado (2005,) y los libros de narrativa de no ficci¨®n Lo que aprendemos de los gatos (2014) y El pan que como (2020). Algunas de sus obras se han traducido al franc¨¦s, alem¨¢n, ingl¨¦s, portugu¨¦s y griego.
Como investigadora, ha pertenecido al Instituto de Lengua, Literatura y Antropolog¨ªa del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), donde dirigi¨® el programa Los sefard¨ªes ante s¨ª mismos y sus relaciones con Espa?a. Sus trabajos se ha ocupado de cuestiones como la literatura en judeoespa?ol producida en la di¨¢spora sefard¨ª desde el siglo XVIII.
La funci¨®n de las tripas
Precisamente de ese siglo es otro de los tratados que mencion¨®: Meam loez (que significa ¡°de un pueblo que no habla hebreo¡±). Se trata de ¡°un comentario de la Biblia que verti¨® el saber rab¨ªnico¡±. Una enciclopedia a varias manos que se ensanch¨® hasta 1773 y abarc¨® materias como astronom¨ªa, f¨ªsica, anatom¨ªa¡ En ella se explicaba, por ejemplo, por qu¨¦ el agua del mar es salada: ¡°Por la calyentura de los sielos, pues seg¨²n ver¨¦sh una kaldera de agua ke estando en la lumbre, kuanto m¨¢s se apura, se haze salada, lo mezmo es esto¡±. Tan bella resulta la descripci¨®n de ¨®rganos: ¡°El koras¨®n, ke es el rey del kuerpo, ke a¨ª es la morada del esp¨ªritu vivo¡±; o de manera m¨¢s prosaica se hablaba de la funci¨®n de las ¡°tripas¡±: ¡°Resibir el esti¨¦rkol de la komida i bebienda¡±. Tampoco faltaba informaci¨®n sobre c¨®mo se alimenta el feto: ¡°La boka serada, i el ombligo abierto ke por aly¨ª kome de lo ke kome su madre i beve de lo ke beve su madre¡±.
En 1922, el doctor Al?ert ?aul public¨® en Constantinopla el Libro de hi?i¨¦n (Libro de higiene), sobre enfermedades contagiosas, con prescripciones que han vuelto a la actualidad un siglo despu¨¦s, como el ¡°asolamiento¡± (confinamiento) y la ¡°vaks¨ªn¡± (vacuna), cuya funci¨®n defin¨ªa as¨ª: ¡°Ha?er ayudicas deba?o del cuero de micro?es muertos, a_fin de pu?jar la fortale?a del cuerpo¡±. En aquella d¨¦cada todav¨ªa los sefard¨ªes hablaban judeoespa?ol en Turqu¨ªa y los Balcanes. ¡°Un cuarto de siglo despu¨¦s, la situaci¨®n hab¨ªa cambiado radicalmente¡± por el asesinato de miles de personas a manos de los nazis y la emigraci¨®n a Am¨¦rica, que rompi¨® ¡°la cadena de transmisi¨®n de esa lengua¡±.
Desde entonces, la d¨¦bil llama del judeoespa?ol ha pervivido gracias a ¡°libros de memorias, novelas autobiogr¨¢ficas, recuerdos de infancia¡¡±. Y hoy, cuando escuchamos hablar el ¡°espa?olico¡± a jud¨ªos como Benno Aladjem, b¨²lgaro afincado en Barcelona, que as¨ª llama al idioma que aprendi¨® de sus abuelas, ¡°nos pueden parecer muy lejanos en el tiempo¡±, apunt¨® D¨ªaz-Mas, ¡°pero su historia nos hace comprender mejor la nuestra, nos reconocemos en ellos¡±.