¡®Cari?o, cu¨¢nto te odio¡¯: cuando adaptar un ¡®best seller¡¯ rom¨¢ntico no provoca amor en pantalla

El romanticismo no est¨¢ de moda, pero Cari?o, cu¨¢nto te odio, novela de la canadiense Sally Thorne, ha vendido seis millones de ejemplares en todo el mundo. Son las eternas contradicciones del mercado, los medios de comunicaci¨®n y hasta la sociolog¨ªa, aquellas que se ocupan de confirmar que la vida y el ocio no tienen un ¨²nico camino, sino muchos. Y que algunos de ellos pueden ser odiosos para el contrario.

De hecho, para refutar el dato literario, y establecer una nueva contradicci¨®n, las comedias rom¨¢nticas, g¨¦nero cl¨¢sico desde las screwball comedies de los a?os treinta, con m¨¢s o menos vitriolo, con mayores o menores dosis de az¨²car, casi han desaparecido de las carteleras. En los ochenta, los noventa e inicios de este siglo se estrenaba tres o cuatro al mes. Ahora la llegada (tard¨ªa) de la versi¨®n cinematogr¨¢fica de la novela de Thorpe se convierte casi en una anomal¨ªa porque el g¨¦nero parece haberse pasado al formato de serie televisiva. El fomento del romanticismo ?o?o, ingenuo y refrescante de siempre, aunque desde el sof¨¢ de casa.

Cari?o, cu¨¢nto te odio es una comedia rom¨¢ntica de manual que extrae su esencia de aquella expresi¨®n tan rancia y peligrosa que afirmaba como un mantra desde que ¨¦ramos ni?os que ¡°los que se pelean se quieren¡±. Aqu¨ª, en el marco de la oficina; en concreto, en una gran editorial, consecuencia de la fusi¨®n de otras dos y unidas para salir de la crisis, pero con objetivos y modos de actuar radicalmente opuestos: una de ellas, de apego por la gran literatura; la otra, de sandeces que se vendan como churros. Una contradicci¨®n m¨¢s.

La pel¨ªcula dirigida por Peter Hutchings arranca fatal. La primera media hora es infame en su presentaci¨®n de personajes: monocorde, con malos textos, sin apenas di¨¢logos, solo con risibles juegos de odio entre los protagonistas, emblema cada uno de ellos de los dos modos de actuar de esa editorial de doble cara. Sin embargo, conforme la tensi¨®n sexual no resuelta acaba virando hacia el fuego er¨®tico, en primer lugar, y despu¨¦s hacia el cari?o verdadero y el inicio de la relaci¨®n, la historia mejora. Al menos, para ir convirti¨¦ndose en una comedia rom¨¢ntica de siempre, de las discretas y olvidables, s¨ª, pero no en el espanto al que apuntaba su primer tercio.

No hubiera estado nada mal que en una pel¨ªcula ambientada alrededor de los libros estos tuvieran m¨¢s presencia, y con una profundidad mayor que la de un par de mensajes de autoayuda, una taza de desayuno con el lema ¡°leer es sexy¡± y un par de chistes flojos sobre Mefist¨®feles y leer Guerra y paz a los doce a?os. Pero, a cambio, en la fase de amor (y no de odio) entre la pareja, hay una estupenda secuencia en una boda gracias a una bonita declaraci¨®n p¨²blica de admiraci¨®n por parte de ella sobre ¨¦l, espetada a su cerril aspirante a suegro y basada en algo muy de verdad: el amor provoca que el otro, a tu lado, sea mejor cada d¨ªa en todos los aspectos. Y, para qu¨¦ enga?arnos, los int¨¦rpretes protagonistas, Lucy Hale y Austin Stowell, son guap¨ªsimos, sexis y entre ambos hay buena qu¨ªmica. Y esto, para los fans del g¨¦nero, s¨ª que resulta imprescindible.