Viola Davis, la ni?a que creci¨® en un infierno infestado de ratas para despu¨¦s triunfar en Hollywood
La actriz se ha convertido en la artista n¨²mero 18 que conquista los cuatro premios m¨¢s importantes de la industria del entretenimiento: Emmy, Grammy, Oscar y Tony
Mientras rodaba en Sud¨¢frica La mujer rey, Viola Davis encarg¨® la remodelaci¨®n de su casa de Los ?ngeles. La actriz pidi¨® a una dise?adora local que rebajara el tono minimalista e inyectara m¨¢s estilo al espacio en el que vive desde hace cinco a?os junto a su marido, el tambi¨¦n actor Julius Tennon, y Genesis, la hija de 12 a?os que la pareja adopt¨®. La interiorista dio al comedor principal de la residencia del barrio de Toluca Lake un toque monocrom¨¢...
Mientras rodaba en Sud¨¢frica La mujer rey, Viola Davis encarg¨® la remodelaci¨®n de su casa de Los ?ngeles. La actriz pidi¨® a una dise?adora local que rebajara el tono minimalista e inyectara m¨¢s estilo al espacio en el que vive desde hace cinco a?os junto a su marido, el tambi¨¦n actor Julius Tennon, y Genesis, la hija de 12 a?os que la pareja adopt¨®. La interiorista dio al comedor principal de la residencia del barrio de Toluca Lake un toque monocrom¨¢tico con un papel tapiz de nubes que cuesta casi 500 d¨®lares por cada diez metros.
La residencia ha sido destacada en el n¨²mero actual de la revista Architectural Digest. En este puede apreciarse el trabajo que la dise?adora hizo en el cuarto de trofeos, donde Davis, de 57 a?os, ha colocado su Oscar, su Emmy y su Tony. Ser¨¢ la habitaci¨®n que acoja el Grammy que la actriz consigui¨® el 5 de febrero, convirti¨¦ndose en la artista n¨²mero 18 que logra el EGOT al triunfar en los cuatro grandes premios de la televisi¨®n, la industria musical, el cine y el teatro en EE UU (Emmy, Grammy, Oscar y Tony).
En la estanter¨ªa, adem¨¢s de los trofeos, hay fotograf¨ªas familiares, libros y una versi¨®n enmarcada de I have a dream, el c¨¦lebre discurso del reverendo Martin Luther King. Con su conquista, Davis entra a una lista en la que se encuentran los compositores Richard Rodgers, Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, las actrices Audrey Hepburn y Rita Moreno y los directores Mel Brooks y Mike Nichols, entre otros. Se convierte en la tercera afroamericana en lograrlo despu¨¦s de Whoopi Goldberg y Jennifer Hudson.
La lujosa residencia de Davis y su esposo contrasta profundamente con la casa de infancia de Davis, quien antes de convertirse en realeza de Hollywood hizo decenas de s¨®lidas actuaciones en decenas de t¨ªtulos hasta que logr¨® roles m¨¢s llamativos en Duda (2008), junto a Meryl Streep, y The Help (2011), que le valieron su primera y segunda nominaci¨®n al Oscar. Esto no se tradujo necesariamente en m¨¢s trabajo, pues le llegaban ofertas para algunos d¨ªas de trabajo, pero no grandes papeles. Esto la convenci¨® a iniciar su productora JuVee, que fund¨® en 2011 junto a su esposo para ampliar la oferta de papeles a las mujeres negras en la industria. En 2017 consigui¨® la estatuilla de la Academia del cine gracias a Fences, dirigida por Denzel Washington. Se hizo con el Emmy dos a?os antes gracias a C¨®mo defender a un asesino (How to get away with murder), el exitoso drama de tribunales de ABC.
Viola creci¨® en Central Falls, un diminuto pueblo de Rhode Island, al este del pa¨ªs. Llegaron all¨ª por su padre, Dan, un violento alcoh¨®lico que golpeaba brutalmente a su mujer y que era cuidador de caballos. El hombre mud¨® a su familia porque all¨ª se encontraban dos de los hip¨®dromos m¨¢s visitados del pa¨ªs, que viv¨ªan en ese momento una ¨¦poca de gloria. Pero aquella bonanza nunca toc¨® a la puerta de los Davis, que se instalaron en el 128 de la calle Washington. La artista afirma que el n¨²mero 128 se convirti¨® en sin¨®nimo del infierno en la tierra.
¡°Nunca jam¨¢s entraba a la cocina. Las ratas se hab¨ªan apoderado de los armarios y la encimera. El yeso de la pared se hab¨ªa ca¨ªdo, dejando al descubierto las tablas de madera que sosten¨ªan unida la casa¡±, se?ala Davis en su biograf¨ªa, Finding me. El libro se convirti¨® en un superventas en mayo de 2022, poco despu¨¦s de su lanzamiento. ¡°Despu¨¦s de leer el primer p¨¢rrafo, supe que este iba a ser un libro que querr¨ªa compartir con el mundo¡±, dijo entonces Oprah Winfrey, la famosa presentadora de televisi¨®n, que sum¨® la biograf¨ªa a su popular club de lectura. El libro lleva desde entonces m¨¢s de 27 semanas en la lista de los m¨¢s vendidos en Amazon. Davis obtuvo el Grammy por dar voz a sus memorias.
Viola es la quinta de seis hijos. Naci¨® en agosto de 1965 en Carolina del Sur, solo meses despu¨¦s de que Martin Luther King encabezara la marcha en Selma, Alabama, un hito en la defensa de los derechos de los afroamericanos. El nacimiento pudo haber llegado en medio del movimiento de los derechos civiles en EE UU, pero la infancia descrita por la artista estuvo marcada por la brutal historia del sur esclavista. Davis naci¨® en una caba?a dentro de una plantaci¨®n, donde sus abuelos hab¨ªan sido esclavos. Su madre, Mae Alice se cas¨® con 15 a?os con su esposo, de 22. Ninguno termin¨® el instituto.
¡°Las ratas siempre sal¨ªan de la nada. Pod¨ªas estar sentada en el sof¨¢ viendo la televisi¨®n y, de repente, una saltaba al sill¨®n. U otra sal¨ªa disparada de un hoyo en la pared y corr¨ªa a esconderse debajo del sof¨¢¡±, escribe la actriz sobre su casa de infancia en Rhode Island, que carec¨ªa de calefacci¨®n o agua caliente en invierno. All¨ª fue abusada sexualmente por su ¨²nico hermano var¨®n, uno de los pocos recuerdos en los que no profundiza en un libro donde salda cuentas con un pasado doloroso.
Ella y sus hermanas se quedaban dormidas escuchando c¨®mo los animales ro¨ªan sus juguetes o se com¨ªan aves en el techo de la casa. Las ni?as se cubr¨ªan el cuello con mantas para evitar que las mordisquearan. En una conversaci¨®n reciente, Davis dijo que en sus veinte se dio cuenta de que llevaba toda una vida sin una buena noche de sue?o. Dorm¨ªa, de corrido, no m¨¢s de dos horas. ¡°Por eso me quedaba dormida en las clases, me da miedo la oscuridad, todas las cosas horribles de mi infancia pasaban a la mitad de la noche¡±, cont¨®. El miedo era tan paralizante que prefer¨ªa mearse encima que pararse al ba?o. Viola Davis moj¨® la cama hasta los 14 a?os.
El teatro como escape
Las hermanas se hicieron expertas cazadoras de roedores con un gran bate rojo de pl¨¢stico. Ese fue el premio obtenido al ganar un concurso de talento local con un n¨²mero c¨®mico basado en los programas de televisi¨®n favoritos de las Davis. Aquel fue el primer roce de Viola con la actuaci¨®n. Tambi¨¦n fue la primera actividad tras la que recibi¨® aplausos y comentarios positivos despu¨¦s de una ni?ez llena de escasez y humillaciones. El teatro le sirvi¨® de escapatoria y refugio. Ella y su hermana, Dianne, fueron las primeras en la familia que fueron a la universidad.
Deloris, su hermana mayor y ella, inventaron a Jaji y Jaja, dos mujeres blancas y ricas, con vajilla para el t¨¦ y abundantes joyas. Sus mentes convert¨ªan durante horas el deprimente apartamento sin calefacci¨®n en una mansi¨®n de Beverly Hills. ¡°Jug¨¢bamos mientras ten¨ªamos de fondo el sonido de mi madre siendo golpeada y gritando de dolor. Cre¨ªamos estar en ese mundo hasta que Deloris romp¨ªa el hechizo diciendo: ¡®No eres Jaja, eres pobre, recibes asistencia y no tienes diamantes¡±, cuenta Davis.
Despu¨¦s de estudiar teatro en la universidad de Rhode Island, donde menos del 1% del alumnado era negro, asi¨¢tico o latino, Davis se puso como objetivo irse a Nueva York por una sencilla raz¨®n. Quer¨ªa estudiar en una escuela donde le fuera m¨¢s f¨¢cil tener trabajos para pagarse la vida. Se prob¨® para entrar a Juilliard con El color p¨²rpura y Las mujeres sabias de Moliere. La audici¨®n no fue f¨¢cil para una mujer negra de casi 80 kilos entre alumnos que hab¨ªan estudiado canto y ballet desde peque?os. Pero lo consigui¨®. Fue la segunda afroamericana en una generaci¨®n con 856 estudiantes de diferentes disciplinas.
Hay un nombre del mundo de las tablas que atraviesa la vida de Davis: August Wilson. El dramaturgo, fallecido en 2005, se propuso escribir la cr¨®nica definitiva de la vida negra en Estados Unidos a lo largo de un dec¨¢logo de obras. Cada una abordar¨ªa una d¨¦cada en la que exaltaba la vida de varios personajes cotidianos. A estas obras se les conoce como el Ciclo de Pittsburgh. El esfuerzo fue premiado con dos premios Pulitzer, que han hecho de Wilson uno de los escritores recientes m¨¢s aclamados.
Davis se hizo una famosa en el teatro con Siete Guitarras, una de las obras de Wilson. El montaje de 1996 sobre un grupo de amigos de un guitarrista de blues. A Viola le fue f¨¢cil interpretar a Vera, una exnovia del m¨²sico, un personaje movido por el dolor. Su actuaci¨®n la llev¨® por todo el pa¨ªs y su trabajo fue alabado por Angela Bassett, Halle Berry, Barbara Streisand o Vanessa Redgrave. ¡°M¨¢s que los Oscar o los Emmy, Broadway lo es todo. Est¨¢ a la altura de lo que es el sue?o¡±, asegura.
Fences es otra de las obras de Wilson que dieron a Viola Davis mucho renombre. La actriz us¨® su compleja historia familiar para encarnar a Rose, la esposa de Troy, quien fue en su juventud un prometedor jugador negro de b¨¦isbol (Denzel Washington). La realidad de los 50 lo transform¨® en un empleado del cami¨®n de la basura. Rose deb¨ªa mantener junta a su familia, aunque le llevara a sacrificar sus sue?os y soportar los enga?os. Washington y Davis ganaron en 2010 el premio Tony por sus actuaciones en la obra de teatro.
El actor adapt¨® la obra al cine y dirigi¨® a Davis seis a?os despu¨¦s en la que es considerara una de sus mejores actuaciones. ¡°Por primera vez experiment¨¦ lo que es sentir que merec¨ªa algo¡±, confiesa la actriz. Su intuici¨®n fue correcta. En febrero de 2017, cuando gan¨® el Oscar a mejor actriz de reparto, Viola Davis record¨® en el teatro Dolby a Jaji y Jaja. ¡°Muchas gracias por la imaginaci¨®n¡±, dijo a Deloris, su hermana presente, en un gui?o a uno de los momentos de libertad de su dura infancia.