Use Lahoz, escritor: ¡°Escribir hoy una novela larga es un acto de transgresi¨®n¡±

Dice Use Lahoz (Barcelona, 47 a?os) que para ¨¦l escribir una novela es como adentrarse en un bosque. ¡°No s¨¦ muy bien por d¨®nde voy pero s¨¦ qu¨¦ elementos tengo que encontrar y ad¨®nde quiero llegar¡±, explica. As¨ª, este periodista y profesor de la universidad parisina de Sciences Po ha recorrido territorios tan estimulantes como Los Baldrich (2009), Los buenos amigos (2016), Jauja (2019) y, recientemente, Verso suelto, no...

Dice Use Lahoz (Barcelona, 47 a?os) que para ¨¦l escribir una novela es como adentrarse en un bosque. ¡°No s¨¦ muy bien por d¨®nde voy pero s¨¦ qu¨¦ elementos tengo que encontrar y ad¨®nde quiero llegar¡±, explica. As¨ª, este periodista y profesor de la universidad parisina de Sciences Po ha recorrido territorios tan estimulantes como Los Baldrich (2009), Los buenos amigos (2016), Jauja (2019) y, recientemente, Verso suelto, novela sobre el despertar al deseo de Sandra, una adolescente lesbiana, que pasea, entre otros muchos asuntos, por la b¨²squeda ilimitada del placer. ¡°Si hubiera querido escribir sobre la contenci¨®n, lo hubiera hecho¡±, advierte. No es el caso, evidentemente.

Pregunta. ?Estamos posiblemente ante su novela m¨¢s personal?

Respuesta. Es muy dif¨ªcil separar lo que hacemos y lo que somos. Yo estoy en todas mis novelas, ya no en un personaje, sino en todos. Y en los espacios, y en las escenograf¨ªas y en las tramas¡­ No s¨¦ si es mi novela m¨¢s personal, pero s¨¦ que es una novela en la que estoy, eso seguro. La chispa de esta novela es una conversaci¨®n que yo tengo en el 2015 en Par¨ªs con una amiga de una amiga m¨ªa que me cuenta una historia muy similar a un episodio del libro. A partir de ah¨ª, yo cambio completamente la historia. Pero al final son los personajes los que me van dando los temas y yo trato de no defraudarlos. Por eso intento humanizarlos lo m¨¢ximo posible.

P. En todos sus libros destila cari?o hacia sus personajes, comprensi¨®n hacia hacia sus virtudes y debilidades. ?Pero se puede decir que en esta a¨²n m¨¢s?

R. Los personajes son hijos m¨ªos, pero tambi¨¦n son hijos de su tiempo, y por eso en esta novela se comportan de otra manera distinta a otras novelas m¨ªas. A m¨ª, Sandra, la protagonista de Verso suelto, me ha cautivado por la libertad con la que vive su sexualidad y, evidentemente, es un reflejo del movimiento emancipatorio que las mujeres est¨¢n llevando a cabo actualmente.

P. ?De d¨®nde le viene esa afici¨®n por escribir novelas largas?

R. Escribir una novela larga, con trama, con planteamiento, nudo y desenlace en esta ¨¦poca de la imagen, el ritmo fren¨¦tico y la realidad fragmentada, es un acto de transgresi¨®n similar al de leer. El libro ya es en s¨ª el gran elemento de transgresi¨®n. Adem¨¢s, la transgresi¨®n es necesaria y fundamental para la vida, porque, ?qu¨¦ ser¨ªa de nosotros si solo obedeci¨¦ramos?

Intento humanizar lo m¨¢s posible a mis personajes para no defraudarlos

P. Hay varias escenas en la novela de sexo entre mujeres. ?No se ha sentido un intruso?

R. Cuando abres una novela est¨¢s firmando un pacto ficcional con el autor. Hay determinados temas, como la fragilidad de la amistad, el temor a las p¨¦rdidas o al desamor, la imposibilidad de sostener sentimientos... Son temas que son universales. Brokeback Mountain y La vida de Ad¨¨le, por ejemplo, para m¨ª son dos obras maestras que tienen mucho que ver con la novela, historias muy potentes sobre temas universales independientemente de qui¨¦n las haya creado.

P. En el libro es muy importante la evoluci¨®n de la imagen que tenemos de nuestros padres.

R. S¨ª, para m¨ª el protagonismo est¨¢ sobre todo en la relaci¨®n entre el padre, la hija y la madre. Todos los caminos de huida que emprende Sandra acaban en su madre, y yo creo que eso es algo que nos pasa a todos, que tendemos a regresar a nuestra madre o, al menos, a su recuerdo. Pero esa evoluci¨®n tambi¨¦n sucede con la gran amistad de su vida. C¨®mo a veces las relaciones alargadas en el tiempo pueden hacer que se termine la idealizaci¨®n o se ponga en tela de juicio. Y eso forma parte de los dilemas morales que yo tengo que poner en mis personajes. Es decir, yo busco personajes que quieran probar la vida.

P. ?Qu¨¦ tiene la amistad para que le dedique usted tantas p¨¢ginas?

R. La amistad es tan importante en nuestra vida que nos hemos inventado una cosa que se llama el amigo invisible. Como dice un poema de Eug¨¦nio de Andrade, un amigo es a veces el desierto, otras el agua. Y yo creo que Sandra se da cuenta de que el paso del tiempo trae muchos problemas. Cuando eres joven, es m¨¢s f¨¢cil tener amigos que pareja, pero cuando eres mayor es m¨¢s f¨¢cil tener pareja que tener, o mantener, amigos. Y eso es lo que le pasa a Sandra, que da mucho valor a la amistad porque ha tenido que buscar sus referentes, sus apoyos, fuera de la familia.

La amistad es tan importante en nuestra vida que nos hemos inventado una cosa que se llama el amigo invisible¡±

P. Otro asunto habitual en tus libros es el de las clases sociales.

R. Toda la novela est¨¢ atravesada por el dinero. El capitalismo es tan genial que hace que quien menos dinero tiene m¨¢s lo valora y el que m¨¢s tiene puede vivir al margen de ¨¦l. No era algo premeditado. No me sent¨¦ un d¨ªa pensando que iba a hablar de esto, pero es un tema que est¨¢ presente en nuestras relaciones diarias y en esta novela se ha colado desde la primera hasta la ¨²ltima p¨¢gina.

P. Vive en Barcelona, da clases en Francia, escribe, adem¨¢s de novelas, reportajes de viajes... ?C¨®mo ha conseguido hacer una rutina para escribir?

R. Yo trabajo con el material de mi vida y mi memoria. Igual que Joseph Brodsky dec¨ªa que viajar enriquece la memoria, cuando escribes una novela, que es otro viaje, esta se enciende y acude a echarte una mano; te va regalando comportamientos humanos, escenas, territorios y paisajes de los que si no te pusieras a escribir no te acordar¨ªas. Para m¨ª escribir es otra manera de jugar, yo veo a mi hijo y es maravilloso porque ¨¦l juega igual que yo escribo: no estamos pendientes de la rentabilidad econ¨®mica. Yo escribo por la rentabilidad emocional. Escribes sin saber si al final te pagar¨¢n algo. Esa es la gracia de la escritura...