Carta abierta de V¨ªctor Erice sobre su ausencia en el festival?de?Cannes

A estas horas ya todo el mundo estar¨¢ al tanto de que no he asistido a la presentaci¨®n de Cerrar los ojos en Cannes Premi¨¨re. Tom¨¦ esta decisi¨®n el pasado 28 de abril, cuando se la comuniqu¨¦ por carta al delegado general del Festival, Thierry Fr¨¦maux.

Mi primer prop¨®sito fue mantenerme en lo posible al margen de los ecos que pudiera suscitar, buscando refugiarme en un silencio consolador. Pero el 21 de mayo, le¨ª en...

A estas horas ya todo el mundo estar¨¢ al tanto de que no he asistido a la presentaci¨®n de Cerrar los ojos en Cannes Premi¨¨re. Tom¨¦ esta decisi¨®n el pasado 28 de abril, cuando se la comuniqu¨¦ por carta al delegado general del Festival, Thierry Fr¨¦maux.

Mi primer prop¨®sito fue mantenerme en lo posible al margen de los ecos que pudiera suscitar, buscando refugiarme en un silencio consolador. Pero el 21 de mayo, le¨ª en EL PA?S una cr¨®nica de Gregorio Belinch¨®n, titulada La competici¨®n de Cannes no quiere a Espa?a, en la cual, citando fuentes del certamen, se daba como motivo de la no inclusi¨®n de Cerrar los ojos en la competici¨®n oficial que el director no hab¨ªa ¡°rematado su cuarto largometraje hasta hace apenas unos d¨ªas.¡± Lo cual era falso.

Cerrar los ojos se envi¨® al Comit¨¦ de Selecci¨®n del Festival de Cannes el 24 de marzo, en un QuickTime que integraba el final cut de la pel¨ªcula, aunque sin las ¨²ltimas correcciones de luz propias del etalonaje digital, y las correspondientes a las mezclas finales, pero que daba cuenta fidedigna no s¨®lo de la existencia de la obra, sino de su entidad cinematogr¨¢fica. Un work in progress, procedimiento bastante habitual usado por los productores en esas circunstancias, aceptado por los comit¨¦s de selecci¨®n de los festivales.

En la presente edici¨®n, despu¨¦s del QuickTime, se remiti¨® a Cannes un DCP de Cerrar los ojos, con el etalonaje y las mezclas de sonido finales, que ha sido el proyectado en el Palacio de Festivales. Por tanto, es faltar a la verdad afirmar o insinuar que el Comit¨¦ no ha podido verla al no estar ¡°terminada¡± hasta hace unos d¨ªas, aduciendo que ese ha sido el motivo de que no haya figurado en Competici¨®n. Puede que m¨¢s de uno se pregunte: si la pel¨ªcula estaba lista para ser proyectada en Cannes Premi¨¨re, ?por qu¨¦ no lo estaba para ser presentada a Competici¨®n?

Pero hay m¨¢s. Entre marzo y abril, a la espera de lo que el Comit¨¦ de la Selecci¨®n Oficial decidiera, recib¨ª de la prestigiosa secci¨®n Quinzaine des Cin¨¦astes, a trav¨¦s de su delegado general, Julien Rejl, y Jean Narboni, decano de la cr¨ªtica especializada francesa, la propuesta de inaugurar en Cannes la Quinzaine con mi pel¨ªcula, en una sesi¨®n especial. Un evento que en anteriores ediciones se ha ofrecido a directores consagrados, como Francis Ford Coppola. De inmediato escrib¨ª a Thierry Fr¨¦maux para decirle que si Cerrar los ojos no iba a ser seleccionada, me lo comunicara con tiempo suficiente (es algo que se acostumbra a hacer), para poder as¨ª considerar las otras opciones que a la pel¨ªcula se le ofrec¨ªan. En Cannes (Quinzaine des Cin¨¦astes), y fuera de Cannes (Festival de Locarno o Mostra de Venecia). Pero en ese tiempo de espera, Fr¨¦maux nunca dio se?ales de vida. El comit¨¦ de la Quinzaine mantuvo su ofrecimiento durante semanas, hasta agotar el tiempo de sus protocolos.

Me enter¨¦ del destino final de Cerrar los ojos por la rueda de prensa oficial en la ma?ana del 13 de abril. Como ya he dicho, el 28 de ese mismo mes comuniqu¨¦ a Fr¨¦maux mi voluntad de no asistir a su presentaci¨®n, explic¨¢ndole mis motivos.

Lo que me movi¨® entonces poco tiene que ver con una reacci¨®n de protesta o rechazo al no haber sido incluida mi pel¨ªcula en la Competici¨®n. Nada m¨¢s lejos de mis intenciones que reclamar, como algo obligado, un puesto en dicha selecci¨®n. Entre otras cosas porque cabe dentro de lo posible que el Comit¨¦ haya considerado que no reun¨ªa los m¨¦ritos suficientes para figurar en la misma. Mis motivos para no estar presente en el festival han sido de otra naturaleza.

A la hora de decidir la premi¨¨re mundial de Cerrar los ojos, entre dos interlocutores como Thierry Fr¨¦maux y yo (director y coproductor de esa pel¨ªcula), que nos conoc¨ªamos desde hace ya alg¨²n tiempo, lo natural hubiera sido el di¨¢logo y la consulta. Es decir, la consideraci¨®n del otro. Es justamente lo que he echado de menos en su relaci¨®n conmigo. Y no para que me concediera un favor o un privilegio, sino para que me diera la oportunidad de valorar y elegir entre las otras alternativas que Cerrar los ojos ten¨ªa.