Carles Sans: ¡°Actuar solo me da subid¨®n¡±
El ¡°guapo¡±, seg¨²n su autodefinici¨®n, del tr¨ªo c¨®mico Tricicle vuelve a escena tras la disoluci¨®n del grupo con ¡®Por fin solo¡¯, un mon¨®logo en el que habla por los codos despu¨¦s 40 a?os practicando el humor sin palabras.
Quedamos a mediod¨ªa en el madrile?¨ªsimo Caf¨¦ Comercial, lleno a esta hora de culturetas de 20 a 90 a?os, enfrascados en sus cafelitos y sus libros, sus cuadernos de papel y/o sus tabletas electr¨®nicas. Puede que sean mis prejuicios, pero, en medio de tan mesetario paisanaje, Carles Sans, con su pelazo blanqu¨ªsimo y su pantal¨®n, su polo y su chaqueta desestructurada negra, es la viva estampa del estererotipo del intelectual y/o artista catal¨¢n que tienen los madril...
Quedamos a mediod¨ªa en el madrile?¨ªsimo Caf¨¦ Comercial, lleno a esta hora de culturetas de 20 a 90 a?os, enfrascados en sus cafelitos y sus libros, sus cuadernos de papel y/o sus tabletas electr¨®nicas. Puede que sean mis prejuicios, pero, en medio de tan mesetario paisanaje, Carles Sans, con su pelazo blanqu¨ªsimo y su pantal¨®n, su polo y su chaqueta desestructurada negra, es la viva estampa del estererotipo del intelectual y/o artista catal¨¢n que tienen los madrile?os. Charlamos en un velador de la primera planta, donde hay un peque?o escenario al que el entrevistado, con su florida gestualidad f¨ªsica y su notable retranca verbal, podr¨ªa subirse en cualquier momento y meterse a este y a cualquier p¨²blico en el bolsillo. Lleva m¨¢s de 40 a?os haci¨¦ndolo.
?Le llamo Carlos o Carles? Es que me da apuro no pronunciarlo bien.
Como te sea m¨¢s c¨®modo. Me hago cargo de que no es sencillo [entonces, ¨¦l silabea repetidamente su nombre en catal¨¢n can¨®nico, yo intento reproducirlo, e iniciamos un pimp¨®n verbal con su apelativo como pelota con el que acabamos ambos muertos de la risa]. Vale, dilo como quieras.
Carles Sans Padr¨®s... ?Tiene ocho apellidos catalanes?
S¨ª. Incluso m¨¢s.
?Se rio mucho con la pel¨ªcula?
Me hizo m¨¢s gracia la primera, Ocho apellidos vascos.
?Cuesta re¨ªrse de uno mismo?
No, en mi espect¨¢culo, yo mismo soy carne de chiste. Tiene m¨¢s que ver con que segundas partes igual no siempre son tan buenas. En serio, con Tricicle, y ahora, solo, nunca he notado un trato diferente del p¨²blico por ser catal¨¢n. Y f¨ªjate que est¨¢bamos actuando en Madrid en plena ¨¦poca del boicot al cava catal¨¢n y el mism¨ªsimo d¨ªa de la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia. Nuestro humor es blanco, blanqu¨ªsimo. Pensado para hace re¨ªr a ni?os de ocho a?os y a ancianos de 90, en Barcelona, Madrid o Tokio.
?Es c¨®mico, mimo, payaso?
Todo eso, pero, si dices c¨®mico, parece que hay un sentido reivindicativo en la palabra. Y no. Soy actor, me dedico a interpretar y a comunicar. Independientemente del g¨¦nero y del instrumento. Por cierto, ahora todos los actores j¨®venes hacen de todo: cantan, bailan, tocan, est¨¢n much¨ªsimo m¨¢s preparados que nosotros. Nos dan mil vueltas.
Pero solo algunos calan en el imaginario de la gente.
Eso sigue siendo as¨ª. De mi promoci¨®n del Institut Catal¨¢ de Teatro, solo seguimos dos en activo. De cada 100 actores, trabajan cinco, la mitad de ellos vive solo de actuar y solo el cero coma logra ser singular y reconocido. El otro d¨ªa o¨ª a alguien decir que Tricicle forma parte de la memoria sentimental del pa¨ªs y reconozco que me emocion¨¦. Me pone mucho.
Tricicle estuvieron juntos 40 a?os. ?Lo suyo fue como un divorcio de un matrimonio largo?
M¨¢s que matrimonio, ¨¦ramos un tr¨ªo, poliamorosos antes de que se inventara el t¨¦rmino. Pero, s¨ª, aun as¨ª, la pasi¨®n se apaga, aunque creo que no del todo. Podr¨ªamos haber seguido, estoy convencido. Pero ten¨ªamos una obsesi¨®n, que era no copiarnos a nosotros mismos. Y, cuando pens¨¢bamos en algo nuevo, resulta que ya lo hab¨ªamos hecho. El humor sin palabras es muy complicado. No puedes explicar cualquier cosa en silencio y, encima, hacer re¨ªr. Es muy dif¨ªcil, y se nos iban agotando las ideas.
Tampoco eran muy prol¨ªficos.
Es que los ¨¦xitos nos duraban muchos a?os, y no ¨ªbamos a ser tan tontos de, en mitad de un show que la gente nos ped¨ªa continuamente, ponernos a inventarnos otro. Recuerda que somos catalanes [gui?o]. Con lo que nos costaba crear un espect¨¢culo...
?... tanto?
Much¨ªsimo. El humor gestual es un trabajo de orfebrer¨ªa para uno, imag¨ªnate para tres. Adem¨¢s, hab¨ªa mucho desgaste, porque personalmente nos llevamos muy bien, pero los procesos creativos eran muy duros. Cada uno defend¨ªa su idea a cara de perro. ?bamos a muerte.
?Problemas de egos?
Al rev¨¦s, nos entend¨ªamos casi sin hablar, Paco [Mir], Joan [Gr¨¤cia] y yo hablamos el mismo idioma art¨ªstico. Jam¨¢s hubo un intento de copar el liderazgo, la raz¨®n por la que muchos grupos se separan. Nosotros, no. Aprovechamos las habilidades de cada uno. Si uno era bueno en capacidad de s¨ªntesis, se explotaba esa faceta. Otro, en expresividad en el escenario, pues para ¨¦l. Yo era el guapo, eso salta a la vista [gui?o].
Habr¨ªa que ver una de sus tormentas, o tsunamis, de ideas. Se descoyuntar¨ªan.
S¨ª, eran tremendas, pero gracias a ellas sal¨ªa lo que sal¨ªa. La idea que pasaba ese triple tamiz, por unanimidad, era muy buena.
?Ha dicho que no todo se puede expresar sin palabras? ?Eso no es tirar piedras a su tejado?
Eso es as¨ª. Las emociones, s¨ª. Miedo, amor, duda, odio, todas. Pero, por ejemplo, no pudimos hacer un espect¨¢culo sobre pol¨ªticos sin hablar. Ten en cuenta que todo el mundo lo tiene que pillar a la primera en todo el mundo y todo el mundo se tiene que re¨ªr. El mimo cl¨¢sico de toda la vida a veces no hace gracia. Hacer re¨ªr es muy dif¨ªcil. El silencio del p¨²blico acojona mucho. Si un p¨²blico va a un drama y no llora, no se queja, pero si va a re¨ªrse y no se r¨ªe sale estafado y diciendo que eres una mierda de c¨®mico. Y la risa no es impostable ni sobornable. Si yo, desde el escenario, veo a alguien con cara de palo, digo la madre que lo pari¨®, y me paso el resto del tiempo a ver si se r¨ªe.
?Eso le sucede ahora solo?
Pues mira, lo tengo testado y, en hora y media, se r¨ªen unas 400 veces. Aunque siempre hay alg¨²n t¨ªo con cara de palo, s¨ª. Ese es el reto.
A Tricicle les dieron en 2019 la medalla de las Bellas Artes, y el Max de teatro a toda la trayectoria hace nada. ?M¨¢s vale tarde?
En Espa?a somos muy dados a dar los premios al principio y al final de las carreras. Al principio, para animarte, porque eres la novedad. Y al final, cuando ven que te retiras, o que te haces mayor, te los dan todos antes de que la palmes, por si acaso.
En Por fin solo se r¨ªe de su hipocondr¨ªa y de su ¡®nueva¡¯ barriga. ?Es la mediana edad una frontera dif¨ªcil para un se?or?
S¨ª, lo es. La edad es una realidad implacable en la que t¨² tratas de defenderte como puedes, pero contra la cual, al final, solo llevas una espada de madera. Eso, desde el punto de vista personal. Luego esta el profesional. Me lo dice hasta mi amigo, el gran arquitecto ?scar Tusquets. Le preguntan por qu¨¦ cerr¨® el estudio. Y ¨¦l dice: no lo cerr¨¦, me lo cerraron. Esto es igual. Te dejan de llamar, porque piensan que eres muy caro, o que ser¨¢s muy exigente, o porque ya est¨¢s muy visto, y dicen, vamos a llamar a un t¨ªo m¨¢s joven. Eso est¨¢ bien y es natural, pero t¨² te sientes un t¨ªo s¨²per ¨²til, en plena forma, y no entiendes que no te llamen.
?Por eso rompi¨® a hablar en escena?
Cuando, hace dos a?os, en Tricicle dijimos de cerrar la persiana, me di cuenta de que yo, personalmente, como hombre y como actor, no quer¨ªa cerrarla. Me siento muy a gusto en un escenario, creo que me quedan cosas por hacer. Romper a hablar en escena fue un paso delicad¨ªsimo. Mis amigos me dec¨ªan que mejor retirarse con un ¨¦xito que con un fracaso. Como ves, eso es amor y confianza.
?Y qu¨¦ siente usted?
Subid¨®n. Actuar solo me da un subid¨®n espectacular. Es muy excitante ver que, a estas alturas, a¨²n hab¨ªa ah¨ª un pico que subir. Y en eso estamos.
O sea, que no vuelve por pasta, ni por ¡®mono¡¯ de escenario, como otros.
M¨¢s que volver, contin¨²o en el escenario. Y contin¨²o por el mismo motivo que siempre: porque me gusta, y tambi¨¦n un poco para seguir viviendo.
EL GRACIOSO DE LA CLASE
Carles Sans Padró (Badalona, 67 años) fue modelo infantil, el niño de los turrones Antiu Xixona, por ejemplo, entre otros muchos anuncios publicitarios de los sesenta. Entre eso, y la cantidad de veces que lo expulsaban del aula por travieso en el colegio de los Escolapios de Badalona, donde vivía con su padre, agente comercial, y su madre, ama de casa, los estudios no eran su fuerte. Aun así, empezó Derecho, carrera que dejó, con gran disgusto familiar, tras conocer en la escuela de teatro a Joan Gràcia y Paco Mir y fundar el trío Tricicle, con el que pasaron de actuar en la calle a triunfar en todo el mundo. Disuelto el grupo el invierno pasado después de 40 años de giras y de haber ganado el premio Max de teatro a toda la carrera, Sans estrena el monólogo 'Por fin solo', que está de gira por España y llegará a Madrid en septiembre.