Lo que los verdaderos arque¨®logos piensan de Indiana Jones
Los expertos critican que la saga de Spielberg les muestre como ¡°buscatesoros¡± y que el protagonista destroce yacimientos para hacerse con un objeto m¨¢gico
En la primera de las pel¨ªculas que componen la saga de Indiana Jones, En busca del arca perdida (1981), el Gobierno estadounidense encarga al protagonista ¨Dun profesor de Arqueolog¨ªa llamado Indiana Jones, Indy¨D hacerse con el Arca de la Alianza, un impresionante cofre de oro donde se guardan las Tablas de la Ley que Dios le entreg¨® a Mo...
En la primera de las pel¨ªculas que componen la saga de Indiana Jones, En busca del arca perdida (1981), el Gobierno estadounidense encarga al protagonista ¨Dun profesor de Arqueolog¨ªa llamado Indiana Jones, Indy¨D hacerse con el Arca de la Alianza, un impresionante cofre de oro donde se guardan las Tablas de la Ley que Dios le entreg¨® a Mois¨¦s, para trasladarlo a Estados Unidos. Pero los nazis ya se hab¨ªan adelantado y pod¨ªan hacer uso en cualquier momento de su apocal¨ªptico poder destructivo. La Segunda Guerra Mundial estaba a punto de declararse. En 1939, el Gobierno de Francisco Franco acord¨® con el de Adolf Hitler ¨Desto es real, no ficci¨®n¨D abrir la necr¨®polis visigoda de Castiltierra (Segovia) para demostrar el origen ario que un¨ªa supuestamente a ambas naciones. Todo alentado por la Falange y la connivencia del Secretario General de Excavaciones, Julio Mart¨ªnez-Santa Olalla. Se abrieron m¨¢s de 400 tumbas y se expoliaron sus ricos ajuares, que salieron en valija diplom¨¢tica hacia Alemania. En la obra cinematogr¨¢fica de Steven Spielberg, el arca acaba en los almacenes del ?rea 51, una base secreta del Estado de Nevada. En el caso de Castiltierra, la mayor parte de los elementos funerarios godos se guardan en Germanisches Nationalmuseum de N¨²remberg y nunca han vuelto.
La arque¨®loga Esperanza Mart¨ªn (directora de los yacimientos de Flaviaugusta y Lucus Asturum, entre otros) da charlas en colegios sobre la importancia de proteger el patrimonio. Justo antes del estreno ma?ana mi¨¦rcoles de la quinta y ¨²ltima entrega de la saga cinematogr¨¢fica, Indiana Jones y el dial del destino, de James Mangold, la experta considera que ¡°las pel¨ªculas de Indy tienen cosas buenas y malas¡±. ¡°El protagonista [Harrison Ford] es una persona culta y educada, pero tambi¨¦n es un destructor nato. Alguien que destroza yacimientos arqueol¨®gicos con el fin de encontrar un tesoro m¨¢gico¡±. La especialista cree que estos filmes de Hollywood describen a los profesionales como ¡°personas que luchan continuamente, aventureras, fuera de la realidad y, lo m¨¢s peligroso, buscatesoros que son capaces de destruir todo con el fin de lograr su objetivo¡±.
Para Mart¨ªn, de todas formas, ¡°mucho peor es Tadeo Jones [remedo animado para ni?os], donde el protagonista carece de formaci¨®n cient¨ªfica alguna [en la pel¨ªcula afirma que trabaja de alba?il], lo que viene a significar que cualquiera puede ser arque¨®logo¡±. Adem¨¢s, contin¨²a la experta, ¡°a Tadeo le acompa?a una joven que es m¨¢s lista que ¨¦l, pero de la que se burlan algunos personajes porque es mujer, a pesar de tener una alta cualificaci¨®n. ?Ese el mensaje que queremos mandar a nuestros hijos?¡±.
Jordi Serrallonga es profesor colaborador de Prehistoria, Antropolog¨ªa y Evoluci¨®n Humana en la Universidad Oberta de Catalu?a, trabajo que compatibiliza con investigaciones en ?frica, Am¨¦rica, Ocean¨ªa y Asia. Acaba de publicar Un arque¨®logo n¨®mada en busca del Dr. Jones (Desperta Ferro), un libro donde muestra su admiraci¨®n por la conocida pel¨ªcula estadounidense y recupera los buenos recuerdos de su infancia al verla por primera vez. ¡°Encasquetarme el fedora [el tipo de sombrero que lleva Indiana] en cualquier selva, desierto, sabana, monta?a u oc¨¦ano deviene en el escenario de una historia donde el recuerdo de Jones ¨Dy no su agraciado f¨ªsico¨D me acompa?a en todo momento. Es f¨¢cil. Aunque en el mundo real jam¨¢s haya existido un buscador de tesoros que responda al sobrenombre de Indy o de Indiana, el doctor Jones es un avatar que bebe de lo que fue, es y ser¨¢ la arqueolog¨ªa¡±.
Manuel Rojo Guerra, catedr¨¢tico de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, admite que regal¨® por su cumplea?os a una de sus colaboradoras en las espectaculares investigaciones que realizan en El Pend¨®n (Burgos) ¡°un sombrero de Indy y un l¨¢tigo¡±. ¡°Es que le encanta la saga de Spielberg e hicimos unas risas. Pero mi opini¨®n sobre esta clase de pel¨ªculas no es positiva, ya que no reflejan la realidad de la arqueolog¨ªa. Es una aventura cinematogr¨¢fica que utiliza la arqueolog¨ªa como excusa¡±, afirma. ¡°Puede que alg¨²n estudiante se haya interesado por nuestra disciplina tras ver a Indiana, pero la arqueolog¨ªa es un trabajo duro, serio, de laboratorio. Nada que ver¡±. Al igual que sus colegas, Rojo sostiene que ¡°en este trabajo no todo vale para conseguir un fin. Nosotros practicamos el respeto, la metodolog¨ªa adecuada para llegar a conclusiones cient¨ªficas, no reventamos edificios para hallar una puerta secreta¡±.
Vicente Lull, director del proyecto de excavaci¨®n de La Almoloya-La Bastida, ¨²ltimo premio Palarq de arqueolog¨ªa y catedr¨¢tico de Prehistoria en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, asegura que ¡°Indiana Jones ha contribuido a popularizar la arqueolog¨ªa, sin duda alguna, pero al mismo tiempo la ha banalizado. La idea de un macho protagonista, aventurero, heteropatriarcal, atractivo y seductor ha convencido a mucha gente a lanzarse a una profesi¨®n hermosa, pero moribunda, si pensamos en la escasa inversi¨®n p¨²blica que se dedica a investigar y salvaguardar una herencia social colectiva que, curiosamente, se llama patrimonio, por adoptar un gen¨¦rico interesado¡±.
En Espa?a, la inversi¨®n media, IVA aparte, de una excavaci¨®n ronda los 18.000 euros. La mayor parte de los equipos arqueol¨®gicos ¨Dcatedr¨¢ticos incluidos¨D suelen aprovechar sus d¨ªas de verano para excavar, emplean becarios o reci¨¦n licenciados en las labores de investigaci¨®n y gastan las escasas subvenciones recibidas de las administraciones p¨²blicas, universidades y fundaciones privadas en pagar el alojamiento y manutenci¨®n de los j¨®venes, la contrataci¨®n de peones para las tareas m¨¢s duras y el abono de los trabajos de laboratorio. Nada que ver con el intr¨¦pido profesor de Spielberg que cruza el mundo en solitario y que carece de problemas econ¨®micos.
Lull cree, no obstante, que la ¡°cultura hija del tebeo y del turismo tiene una cara amable que genera beneficios y debemos aprovecharlos¡±. ¡°Creo que la mayor virtud del impacto Jones en arqueolog¨ªa reside en que hayamos abandonado el salacot colonialista por el sombrero de ala fedora marr¨®n, que te achicharra tanto que imaginas que est¨¢s en la ¨¦poca que excavas. Y entonces, te ves con el l¨¢tigo en las manos y te preguntas qu¨¦ est¨¢s haciendo y para qui¨¦n¡±, apunta.
Esperanza Mart¨ªn explica: ¡°Lo peor de Indiana Jones es que la m¨ªtica Arca de la Alianza acaba en un almac¨¦n de una base militar en Estados Unidos sin que nadie pueda admirarla, en vez de un museo, que es donde deber¨ªa estar¡±. Aunque este se halle en N¨²remberg, a 1.844 kil¨®metros de donde fue robado el tesoro visigodo de Castiltierra.