La investigaci¨®n sobre la enigm¨¢tica cultura de El Argar gana el premio Palarq de arqueolog¨ªa
Esta civilizaci¨®n estaba formada por un centenar de ciudades fortificadas en el sureste peninsular y desapareci¨® hace 3600 a?os tras un gigantesco incendio
En el a?o 1550 antes de nuestra era, El Argar, una de las culturas m¨¢s enigm¨¢ticas de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, desapareci¨® literalmente. La conformaban m¨¢s de un centenar de ciudades fortificadas que se levantaban sobre 35.000 kil¨®metros cuadrados del sureste peninsular. El espa?ol Rogelio de Inchaurrandieta y los belgas Enrique y Luis Siret fueron los primeros en excavarla a finales del siglo XIX. Hoy, la Fundaci¨®n Palarq, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que apoya las misiones arqueol¨®gicas y paleontol¨®gicas espa?olas, ha concedido su premio (80.000 euros) al Proyecto Almoloya-Bastida: poder, g¨¦nero y parentesco en una civilizaci¨®n olvidada de la Edad del Bronce, encabezado por Universidad Aut¨®noma de Barcelona y dirigido por el catedr¨¢tico de Prehistoria Vicente Lull.
¡°La sociedad de El Argar¡±, explica en un comunicado Palarq, ¡°posey¨® un nivel de complejidad pol¨ªtica y econ¨®mica equiparable estructuralmente a una civilizaci¨®n¡±. Las ciudades m¨¢s importantes, como La Bastida de Totana o Almoloya (Murcia), ocupaban una media de cinco hect¨¢reas e inclu¨ªan obras p¨²blicas para la gesti¨®n y aprovechamiento del agua (cisternas, diques, canales), edificaciones para la toma de decisiones pol¨ªticas (salas de audiencias), viviendas, talleres y almacenes, adem¨¢s de zonas alfareras especializadas y otras de producci¨®n metal¨²rgica. Administraban un territorio parcelado en ¨¢reas destinadas a la agricultura de secano y regad¨ªo. Pero hace unos 3.500 a?os, y tras violentas rebeliones seguidas de incendios, esta cultura se esfum¨® sin m¨¢s.
En 2013, los arque¨®logos de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) hallaron en uno de los edificios de La Almoloya lo que se considera el primer parlamento europeo. En su subsuelo se encontraron decenas de tumbas, una de las cuales, la que conten¨ªa a una princesa, destacaba por su ajuar: diadema de plata, cuatro dilatadores de oreja de oro y plata, anillos, un pu?al, brazaletes, piedras semipreciosas... Bajo su cuerpo yac¨ªa un var¨®n con el que no guardaba relaci¨®n gen¨¦tica y que hab¨ªa muerto a?os antes. Nadie sabe qui¨¦nes eran, pero s¨ª que sus restos se correspond¨ªan con los de destacados integrantes de la cultura arg¨¢rica. Posiblemente fueran matrimonio.
Otro de los misterios que rodean a esta civilizaci¨®n es su costumbre de intercambiar mujeres entre poblados, y cuando estas ten¨ªan descendencia femenina volv¨ªan a repetir el proceso con las hijas. Los investigadores lo han demostrado analizando 68 cuerpos femeninos donde no se ha encontrado a ninguna mujer adulta emparentada gen¨¦ticamente con otra, a excepci¨®n de madres con sus ni?as muertas prematuramente.
A esta tercera edici¨®n de los premios, presidida por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, se presentaron 18 proyectos, entre los que destacaron Abric Roman¨ª: Explorando la Tecnolog¨ªa de la Madera de los Neandertales (Capellades, Barcelona), del Institut Catal¨¤ de Paleoecologia Humana i Evoluci¨® Social; La Draga en el contexto de las primeras comunidades neol¨ªticas peninsulares, de la Instituci¨®n Mil¨¢ y Fontanals; Arqueolog¨ªa en la ciudad y territorio de Tusculum (Italia), de la Escuela Espa?ola de Historia y Arqueolog¨ªa en Roma-CSIC y el Pintia: creaci¨®n de bases infraestructurales y museogr¨¢ficas para la investigaci¨®n, conservaci¨®n y difusi¨®n del conocimiento del oppidum vacceo-romano de Pintia, de la Universidad de Valladolid.
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