La voz de Nadine Sierra ilumina la noche mallorquina en el Festival Cap Rocat

Cuesta creer que Nadine Sierra sea real, parafraseando la letra de Stephen Sondheim, en I feel pretty (Me siento guapa), del musical West Side Story. La soprano estadounidense (Fort Lauderdale, Florida, 35 a?os) cerr¨® la noche del pasado domingo, 6 de agosto, su participaci¨®n en la exitosa gala de clausura del malloqu¨ªn Festival Cap Rocat con una versi¨®n fresca y encantadora de la popular canci¨®n de Leonard Bernstein (cuya melod¨ªa est¨¢ inspirada ...

Cuesta creer que Nadine Sierra sea real, parafraseando la letra de Stephen Sondheim, en I feel pretty (Me siento guapa), del musical West Side Story. La soprano estadounidense (Fort Lauderdale, Florida, 35 a?os) cerr¨® la noche del pasado domingo, 6 de agosto, su participaci¨®n en la exitosa gala de clausura del malloqu¨ªn Festival Cap Rocat con una versi¨®n fresca y encantadora de la popular canci¨®n de Leonard Bernstein (cuya melod¨ªa est¨¢ inspirada en el Minueto pastoral WO36, de Clementi). Pero fue, en realidad, un emotivo homenaje a su amiga y colega Pretty Yende.

La soprano sudafricana tuvo que cancelar in extremis su participaci¨®n en esta gala por el reciente fallecimiento de su madre. Y Sierra no dud¨® en dedicar a Yende y a su progenitora esta canci¨®n, que en condiciones normales hubieran compartido sobre el escenario. E incluso con el mismo teatrillo visto en mayo pasado, en la Philharmonie de Par¨ªs, donde la sudafricana jug¨® con la letra de Sondheim en su primera intervenci¨®n: ¡°I am Pretty¡± (¡±Yo soy Pretty¡±).

El tenor italiano Francesco Demuro (Porto Torres, Cerde?a, 45 a?os) fue el reemplazo de ¨²ltima hora, al igual que en Budapest, el pasado 29 de julio, en el teatro al aire libre de la Isla Margarita. Un programa inicialmente pensado para las dos sopranos que tuvo que reconfigurarse en tiempo r¨¦cord para dejar a un lado los duetos de Elisabetta, regina d¡¯Inhilterra, de Rossini, y de Norma, de Bellini, y a?adir escenas para soprano y tenor de Lucia de Lammermoor, de Donizetti, y La traviata, de Verdi. No obstante, tampoco faltaron varios hits para tenor como Una furtiva lacrima, La donna e mobile, O sole mio y Nessun dorma. Y hasta se a?adi¨® un peque?o fragmento de zarzuela.

El resultado fue una experiencia memorable, tanto por lo art¨ªstico como por el enclave al aire libre del concierto: la parte m¨¢s elevada de Cap Rocat, en Cala Blava. Esta antigua fortaleza militar excavada en piedra arenisca, declarada Bien de Inter¨¦s Cultural y Monumento Nacional, fue reconvertida en un lujoso hotel, en 2010. Una especie de teatro de los sentidos, ideado por el arquitecto Antonio Obrador, mimetizado con el edificio original y con el paisaje de esta zona protegida de la Bah¨ªa de Palma.

Desde 2021 alberga un peque?o festival de m¨²sica cl¨¢sica. Una propuesta que surgi¨®, en plena pandemia, impulsada musicalmente por el director de orquesta Pablo Mielgo (Madrid, 47 a?os), titular de la Simf¨°nica de les Illes Balears (OSIB). Una gala l¨ªrica que entonces arranc¨® con dos importantes voces baleares, la soprano Irene M¨¢s y el bajo-bar¨ªtono Sim¨®n Orfila, y al a?o siguiente protagoniz¨® la soprano Sondra Radvanoski. Precisamente, la incorporaci¨®n de Ilias Tzempetonidis como director art¨ªstico, en 2022, un gestor vinculado al San Carlo de N¨¢poles (y antes a La Scala de Mil¨¢n o la ?pera de Par¨ªs), impuls¨® decisivamente su conversi¨®n en un desfile de estrellas.

Los tres d¨ªas de la presente edici¨®n de 2023 arrancaron, el pasado 4 de agosto, con una versi¨®n en concierto de Cavalleria rusticana, de Mascagni. Un reparto de lujo encabezado por la mezzosoprano El¨©na Garan?a junto al tenor Michael Fabiano, el bar¨ªtono Luca Salsi y la soprano Maria Agresta, que Deutsche Grammophon ha filmado y publicar¨¢ a finales de agosto en su plataforma Stage+. Un concierto donde el director Henrik N¨¢n¨¢si cubri¨® la baja por enfermedad de Nicola Luisotti al frente de la OSIB y al que sigui¨®, el d¨ªa 5, una clase magistral de Garan?a y un recital del pianista Arcadi Volodos con obras de Mompou y Scriabin como homenaje a Alicia de Larrocha en su centenario. Cada cita tuvo lugar en una ubicaci¨®n diferente de Cap Rocat, pues si la ¨®pera se pudo ver en el auditorio de la parte alta con un aforo para unos 600 espectadores, el recital se ubic¨® en un sal¨®n donde unas 200 personas envolv¨ªan al pianista.

La gala de clausura, del pasado 6 de agosto, regres¨® al referido auditorio en una noche despejada que permit¨ªa ver las estrellas, aunque aderezada por un creciente viento. Se abri¨® con una versi¨®n correcta y fluida de la obertura de Las bodas de F¨ªgaro, de Mozart, con Pablo Mielgo al frente de la OSIB. La flexibilidad de Mielgo brill¨® mucho m¨¢s en el acompa?amiento de las voces, empezando por la cavatina de Norina, de Don Pasquale, de Donizetti. Nadine Sierra comenz¨®, con la cabaletta So anch¡¯io la virt¨´ magica, su despliegue en encanto y pirotecnia con impolutos ataques en el do sobreagudo. Se le uni¨® Francesco Demuro, en el finale primo de Lucia de Lammermoor. Fue su mejor momento musical, aunque tambi¨¦n el m¨¢s flojo de la orquesta. Pero ambos elevaron la cabaletta Verranno a te sull¡¯aure y la culminaron afrontando el temible sobreagudo a d¨²o sobre ¡°Su questo pegno allor!¡±

Demuro se mostr¨® mucho m¨¢s firme en el registro pleno y los agudos de trompeter¨ªa (a veces exagerados), pues en las medias voces perd¨ªa algo de color. Lo pudimos comprobar en las arias m¨¢s populares de L¡¯elisir d¡¯amore, de Donizetti, y de Rigoletto, de Verdi. Por el contrario, Sierra marcaba distancia en sus actuaciones en solitario. Qued¨® claro en su admirable vals Ah, je veux vivre del Romeo y Julieta, de Gounod, un t¨ªtulo con el que debutar¨¢ a finales de octubre en ABAO Bilbao Opera. Y especialmente en el finale primo de La traviata, que fue musicalmente lo mejor de la noche; al final de su cabaletta a?adi¨® un impresionante mi bemol sobreagudo, a pesar de que Verdi nunca lo escribi¨®.

La segunda parte de la gala fue mucho m¨¢s festiva. La amplificaci¨®n, que cont¨® con t¨¦cnicos provenientes de los Proms londinenses, son¨® ahora mucho m¨¢s equilibrada, aunque tuvieron que lidiar con el viento. Los m¨²sicos de la OSIB lo sufrieron en la obertura de Las alegres comadres de Windsor, de Otto Nicolai, pero la pericia de Mielgo hizo que terminasen mucho mejor que empezaron. Sierra mostr¨®, a continuaci¨®n, su habilidad cantando en alem¨¢n Vilja-Lied, de La viuda alegre, de Lehar, y triunf¨® m¨¢s en la polaca Me llaman la primorosa, de la zarzuela El barbero de Sevilla, de Nieto y Gim¨¦nez. Demuro disfrut¨® recre¨¢ndose en los dejes napolitanos y en los agudos de O sole mio y convenci¨® menos en Nessun dorma, de Turandot, de Puccini. Por su parte, Sierra se llev¨® a su terreno B¨¦same Mucho, de la pianista Consuelo Vel¨¢zquez (cuya melod¨ªa fue inspirada por el inicio de Quejas o la Maja y el Ruise?or, de Granados). Ambos tuvieron su mejor momento musical de la segunda parte, en el d¨²o Parigi, o cara, de La traviata. Y no falt¨®, como propina, el famoso brindisi de la misma ¨®pera aderezado con palmeados del p¨²blico.

Ya est¨¢n en marcha los planes para la cuarta edici¨®n del Festival Cap Rocat que contar¨¢, en 2024, con cuatro actuaciones musicales llenas de estrellas: adem¨¢s de una ¨®pera en versi¨®n de concierto, un recital y una gala l¨ªrica, se a?adir¨¢ un concierto sinf¨®nico. Una cita veraniega con la m¨²sica cl¨¢sica en un marco incomparable que crece y se consolida, a pesar de sostenerse asociada tan solo a la Fundaci¨®n Madina Mayurqa y de no contar con fondos p¨²blicos. Lo reconoc¨ªa el fundador del festival, Antonio Obrador, el pasado 2 de agosto en el Diario de Mallorca. No obstante, en la gala de clausura se destac¨® la presencia de la nueva presidenta de las Illes Balears, Margalida Prohens, y del nuevo presidente del Consell de Mallorca, Lloren? Galm¨¦s.