¡®Godland¡¯: un imponente viaje a los confines de la Tierra y del arte
La pel¨ªcula, de una deslumbrante plasticidad tan etnogr¨¢fica como pict¨®rica, muestra nuestra peque?ez ante una pantalla suprema
Una pel¨ªcula sobre los pioneros y acerca de la existencia de Dios y el poder de sus dos m¨¢s relevantes creaciones, la Tierra y el ser humano ¡ªla primera como fuerza capaz de doblegar al segundo por medio de la ira de su naturaleza¡ª, que es al mismo tiempo un w¨¦stern y el mejor cine de aventuras, que es m¨ªstica y es f¨ªsica. Tiene todo el sentido, porque los extremos a veces se tocan. Y el cine de autor, complejo y trascendente, seco y calmo, puede estar radicado en ciertos postulados del cine de g...
Una pel¨ªcula sobre los pioneros y acerca de la existencia de Dios y el poder de sus dos m¨¢s relevantes creaciones, la Tierra y el ser humano ¡ªla primera como fuerza capaz de doblegar al segundo por medio de la ira de su naturaleza¡ª, que es al mismo tiempo un w¨¦stern y el mejor cine de aventuras, que es m¨ªstica y es f¨ªsica. Tiene todo el sentido, porque los extremos a veces se tocan. Y el cine de autor, complejo y trascendente, seco y calmo, puede estar radicado en ciertos postulados del cine de g¨¦nero. As¨ª, otorg¨¢ndose sentido mutuo, se acaba componiendo una obra may¨²scula.
Godland, tercer largometraje del island¨¦s Hlynur P¨¢lmason, presentado con excelente acogida en la secci¨®n Una Cierta Mirada del festival de Cannes, podr¨ªa ser la pel¨ªcula del verano para la cinefilia m¨¢s exploradora, la que busca m¨¢s all¨¢ de los confines, de lo que ven todos los dem¨¢s. Como el protagonista, un sacerdote dan¨¦s que a finales del siglo XIX recibe el encargo de su iglesia de viajar hasta la inh¨®spita Islandia, hasta ¡°ese miserable reba?o de desgraciados y mediocres¡±, para conformar una iglesia y fotografiar a sus habitantes. De hecho, un texto inicial informa de que la historia est¨¢ inspirada en las primeras fotos (solo siete) que se conservan de la costa de Islandia, realizadas con el procedimiento de colodi¨®n h¨²medo.
Junto a los conceptos de viaje, frontera y conquista del w¨¦stern (aqu¨ª, en palabras de su director, casi ser¨ªa mejor llamarlo northern) presentes con raz¨®n y continuidad en la primera mitad del relato, est¨¢ el enfrentamiento entre dos energ¨ªas: la del progreso, la mente, la espiritualidad, la sabidur¨ªa teol¨®gica y hasta la tecnolog¨ªa (y esa c¨¢mara fotogr¨¢fica primigenia), representada por el pastor protestante; y la de las tradiciones, la fuerza f¨ªsica y la sabidur¨ªa del terru?o, personificada en el hombre que lo gu¨ªa desde la civilizada Dinamarca hasta la desapacible Islandia, tierra sin ¨¢rboles, porque no crecen o se los comen los animales, en un tiempo en el que el segundo pa¨ªs a¨²n no estaba independizado del primero. Un fascinante combate mente-cuerpo que, de todos modos, termina fusion¨¢ndose porque en ese trayecto moral, adem¨¢s de f¨ªsico, que supone la conquista del nuevo territorio, ambos hombres se contaminan el uno al otro hasta confundirse.
Pel¨ªcula de una deslumbrante plasticidad tan etnogr¨¢fica como pict¨®rica, Godland aparece adem¨¢s en la pantalla con unas formas desacostumbradas, que encajan a la perfecci¨®n con aquel origen fotogr¨¢fico: en formato 1.33:1, estrecho, casi cuadrado, y con las cuatro esquinas del encuadre redondeadas, a la manera de las m¨¢s a?ejas im¨¢genes. La impresi¨®n para el espectador, por tanto, es la de otro viaje, este cinematogr¨¢fico, hasta un tiempo, un lugar y unas formas en las ant¨ªpodas de la sala en la que se disfruta el espect¨¢culo, que tambi¨¦n lo es.
Entre los imponentes paisajes por los que transcurre el viaje hasta su destino, y las inclemencias del tiempo, la banda sonora de corte disonante de Alex Zhang Hungtai surge como constante augurio del peligro y el extra?amiento. Y P¨¢lmason, del que ya se estren¨® en Espa?a la calmada por fuera y furibunda por dentro Un blanco, blanco d¨ªa (2019), aplica rigor en su puesta en escena, con hermosos movimientos laterales y una composici¨®n en sus interiores que puede remitir a Carl Theodor Dreyer, pero que en sus exteriores, ayudada por el formato antiguo, el del cine mudo, muestra estampas casi exactas a aquel desenlace en el vasto desierto de Avaricia (1924), de Erich Von Stroheim.
El sacerdote protagonista es un hombre de la iglesia al que Dios, por medio de su creaci¨®n, la Tierra, intimida con su omnipotencia, degrad¨¢ndolo hasta la toma de conciencia de su insignificancia. Godland, cinematogr¨¢ficamente, tambi¨¦n nos muestra nuestra peque?ez ante una pantalla suprema.
Godland
Dirección: Hlynur Pálmason.
Intérpretes: Elliott Crosset Hove, Ingvar Eggert Sigurdsson, Vic Carmen Sonne.
Género: drama. Islandia, 2022.
Duración: 143 minutos.
Estreno: 11 de agosto.