Descubrimiento, conquista y colonizaci¨®n con luces y sombras: as¨ª se ense?a en Espa?a la llegada de los europeos a Am¨¦rica
Los alumnos aprenden m¨¢s sobre los pueblos precolombinos y los docentes abordan el tema de forma m¨¢s cr¨ªtica, pero algunos expertos aseguran que se siguen transmitiendo muchos clich¨¦s
Hubo un tiempo en el que el ¡°descubrimiento¡± de Am¨¦rica se ense?aba en las escuelas espa?olas de forma completamente acr¨ªtica, como una haza?a heroica, cumbre de un sentimiento nacional y cat¨®lico. Hace muchas d¨¦cadas que ya no es as¨ª, que las sombras que ti?eron aquel acontecimiento se abrieron paso en el relato escolar, sin embargo, el tema suele ser todav¨ªa v¨ªctima frecuente de ¡°clich¨¦s¡± a la hora de ser transmitido en las aulas, seg¨²n se?ala la especialista Ana Irigoyen en el libro La Historia moderna en la ense?anza secundaria (Universidad de Castilla-La Mancha, 2020).
Se sigue usando de forma muy extendida en los curr¨ªculos escolares y en los libros de texto la palabra ¡°descubrimiento¡±, de lo cual se volv¨ªa a quejar recientemente el presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que rechaza tambi¨¦n otro vocablo muy repetido, ¡°conquista¡±, ya que defiende que fue, simple y llanamente, una ¡°invasi¨®n¡±. Este sustantivo no suele asomar por ninguna parte, es cierto, pero s¨ª el de ¡°colonizaci¨®n¡±. Asimismo, cada vez hay m¨¢s espacio para las culturas precolombinas en los manuales escolares, coinciden profesores y estudiosos del asunto, en especial, para mayas, incas y aztecas, la gran civilizaci¨®n que domin¨® lo que hoy es M¨¦xico hasta la llegada de los espa?oles.
En todo caso, y sin quitar importancia a lo que digan las leyes y los textos, lo cierto es que, al final, la ¨²ltima palabra la tiene cada profesor, con sus propias convicciones personales y pedag¨®gicas y su propia perspectiva del asunto. ¡°En los libros de texto que usamos aparece como descubrimiento, pero en clase les explico que los espa?oles llegaron con sus armas y sus privilegios y colonizaron ese territorio¡±, cuenta David Masi¨¢ (41 a?os), maestro de primaria en un colegio p¨²blico de Catarroja, en Valencia. Su objetivo, explica, es abrir un debate y que los estudiantes expongan sus puntos de vista. ¡°Muchos ven una injusticia que les arrebataran con la fuerza todo lo que era suyo, y otros defienden que fue bueno para la expansi¨®n de Espa?a¡ Yo siempre les cuento que hubo abuso de poder y se cometieron asesinatos¡±, a?ade.
En la educaci¨®n primaria, el tema se suele ense?ar en 5? curso (10 a?os) y el curr¨ªculo b¨¢sico para todo el pa¨ªs no menciona expresamente el encuentro (o colisi¨®n) entre Europa y Am¨¦rica en 1492. Pero s¨ª lo hacen algunas comunidades en sus desarrollos de contenidos (las autonom¨ªas pueden completar los m¨ªnimos que establece el Estado). As¨ª, hablan de ¡°descubrimiento de Am¨¦rica¡± los temarios oficiales de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y Le¨®n, Andaluc¨ªa, Navarra, La Rioja y Cantabria. Pa¨ªs Vasco utiliza tambi¨¦n los t¨¦rminos ¡°conquista¡±, ¡°colonizaci¨®n¡± y ¡°exploraci¨®n¡±. El de la Comunidad Valenciana, donde ense?a Masi¨¢, no habla de descubrimiento, sino solo de ¡°colonizaci¨®n¡±.
En el primer ciclo de la secundaria obligatoria (de 12 a 14 a?os) el curr¨ªculo estatal dice que hay que ense?ar ¡°Los descubrimientos geogr¨¢ficos: Castilla y Portugal. Conquista y colonizaci¨®n de Am¨¦rica¡±. Y en los criterios para evaluar a los alumnos sobre estos temas se incluye este: ¡°Sopesa interpretaciones conflictivas sobre la conquista y colonizaci¨®n de Am¨¦rica¡±. Es decir, que se establece una aproximaci¨®n cr¨ªtica al asunto.
Cada editorial refleja todo esto con diferentes matices en sus manuales, pero en general, tambi¨¦n ha habido una evoluci¨®n en este sentido en los ¨²ltimos lustros, seg¨²n escriben los profesores Gema Mu?oz, de la Universidad Complutense, Montserrat Pastor y Jos¨¦ Manuel G¨®mez, de la Aut¨®noma de Madrid, en La Historia moderna en la ense?anza secundaria: ¡°Se trata la cuesti¨®n americana desde el inicio, cobrando importancia los viajes de descubrimiento, la conquista y la colonizaci¨®n incidiendo en la pol¨¦mica sobre la legitimidad con respecto al territorio americano¡±. Junto a la expedici¨®n de Col¨®n y el Tratado de Tordesillas, tambi¨¦n se trata, de forma sucinta, la ca¨ªda del imperio azteca tras la toma de Tenochtitl¨¢n en 1521.
Los profesores de la Universidad de Alicante Francisco Jos¨¦ Mart¨ªnez Llorca y Juan Ram¨®n Moreno Vera detectaron en los manuales numerosas carencias generalizadas en su an¨¢lisis publicado en 2017. ¡°Las civilizaciones precolombinas en muchos de los libros no son m¨¢s que tratadas como ind¨ªgenas que no tuvieron m¨¢s remedio que someterse al poder del imperio espa?ol [¡], pocos son los que las consideran importantes y rese?ables, como si no existieran hasta que los espa?oles decidieron conquistarlas¡±, escriben en su trabajo titulado El descubrimiento de Am¨¦rica y las culturas precolombinas en los libros de texto de Ciencias Sociales. Adem¨¢s, echan de menos el t¨¦rmino mestizaje y, sobre todo, se quejan de que no se explica con todas ¡°las connotaciones negativas¡± con las que se muestran otros ¡°abusos de poder y sometimiento a pueblos y colectivos¡± ocurridos a lo largo de la historia. Y se llega a enfocar en ocasiones ¡°desde un punto de vista heroico, de muestra de poder, e incluso ¡®necesario¡¯ para el progreso¡±.
Pero, de nuevo, es importante recordar que, en ¨²ltima instancia, cada docente aporta matices distintos. En sus clases de Historia y Geograf¨ªa en un instituto p¨²blico de La Palma, Jos¨¦ P¨¦rez (57 a?os) divide esa historia en dos etapas: el descubrimiento y la posterior colonizaci¨®n. ¡°Lo tratamos como un descubrimiento porque la expedici¨®n no contemplaba topar con esas tierras, sino encontrar nuevas rutas por el mar para comerciar con Oriente, en realidad fue un descubrimiento¡±, afirma. Les explica que los ingleses fueron m¨¢s respetuosos con la identidad de las culturas aut¨®ctonas, mientras que los espa?oles y los portugueses optaron por la evangelizaci¨®n e impusieron su ideolog¨ªa. ¡°Ah¨ª entra en juego la colonizaci¨®n y sobre eso tratamos las consecuencias negativas, como las enfermedades que llevaron y el contacto desigual que se dio entre las diferentes culturas¡±.
Helena Rueda, profesora de historia en un instituto p¨²blico de Madrid, cree que la historiograf¨ªa acad¨¦mica ya ha superado ese debate, y habla de un encuentro entre culturas. ¡°Cada vez se trata la historia desde un punto de vista menos eurocentrista, de todos modos, como en cualquier proceso hist¨®rico, hay luces y sombras¡±, apunta. Ella no cuenta que los espa?oles llegaron y arrasaron, porque ¡°tambi¨¦n llevaron cultura¡±. ¡°Fue la primera globalizaci¨®n del mundo y la leyenda negra contra los espa?oles que hay en Am¨¦rica est¨¢ falseada, no fueron unos b¨¢rbaros¡±. Rueda relata a sus alumnos otros episodios hist¨®ricos como el del monarca belga Leopoldo II, que en el siglo XIX tortur¨® a los habitantes del Congo con el pretexto de explotar el caucho. ¡°Les cortaba las manos¡ En ¨¦pocas anteriores el salvajismo estaba muy extendido, no era un rasgo identitario de los espa?oles¡±.
Puedes seguir EL PA?S EDUCACI?N en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.