Pol¨¦mica por el proyecto que representar¨¢ a Per¨² en la Bienal de Venecia 2024
El jurado apost¨® por ¡®Cosmic Traces¡¯, del fot¨®grafo Roberto Huarcaya, una propuesta criticada por varios especialistas por no enmarcarse en el esp¨ªritu de la 60¡ã edici¨®n de la muestra
La pr¨®xima Bienal de Venecia, que se celebrar¨¢ entre abril y noviembre de 2024, es una edici¨®n que promueve una ruptura radical con las miradas m¨¢s r¨ªgidas del arte contempor¨¢neo: por primera vez un latinoamericano asumir¨¢ el encargo de ser el curador de la exposici¨®n. El brasile?o Adriano Pedrosa ha dejado en evidencia que su nombramiento no ser¨¢ una an¨¦cdota, pues ha planteado que la 60¡ã edici¨®n reivindique la figura del extranjero y, en ese sentido, le d¨¦ visibili...
La pr¨®xima Bienal de Venecia, que se celebrar¨¢ entre abril y noviembre de 2024, es una edici¨®n que promueve una ruptura radical con las miradas m¨¢s r¨ªgidas del arte contempor¨¢neo: por primera vez un latinoamericano asumir¨¢ el encargo de ser el curador de la exposici¨®n. El brasile?o Adriano Pedrosa ha dejado en evidencia que su nombramiento no ser¨¢ una an¨¦cdota, pues ha planteado que la 60¡ã edici¨®n reivindique la figura del extranjero y, en ese sentido, le d¨¦ visibilidad a la producci¨®n de artistas que suelen ser desplazados y no reciben los mismos reflectores. ¡°El artista queer, que se ha movido dentro de diferentes sexualidades y g¨¦neros y ha sido perseguido por ello; el outsider, que se sit¨²a en los m¨¢rgenes del mundo de arte; y el artista ind¨ªgena, frecuentemente tratado como un extranjero en su propia tierra¡±, ha descrito Pedrosa. Ser¨¢n ellos los grandes protagonistas del evento que llevar¨¢ por nombre Extranjeros por todas partes.
Aunque no est¨¦n en la obligaci¨®n, varios pa¨ªses han hecho eco del llamado de Pedrosa y enviar¨¢n a artistas inmigrantes, exiliados, afrodescendientes, ind¨ªgenas e incluso aquellos cuyas ra¨ªces pertenecen a antiguas colonias. Es el caso de la peruana de ascendencia japonesa Sandra Gamarra, quien ser¨¢ la primera artista no nacida en Espa?a que representar¨¢ al pa¨ªs de Picasso. La elecci¨®n de Estados Unidos tambi¨¦n ser¨¢ un suceso: por primera vez en casi 130 a?os de la Bienal de Venecia, el pabell¨®n norteamericano girar¨¢ en torno a la obra de un artista ind¨ªgena. Se trata de Jeffrey Gibson cuyos or¨ªgenes son los pueblos choctaw y cheroqui. Irlanda, por su parte, enviar¨¢ a la artista queer, Eimear Walshe. Y la lista contin¨²a.
En Per¨² ¡ªun pa¨ªs donde viven 55 pueblos originarios en los andes y la amazon¨ªa¡ª el tenor de la elecci¨®n ha sido distinto. A fines de agosto, tras analizar 27 propuestas, un jurado determin¨® que el proyecto ganador que ocupar¨¢ el pabell¨®n peruano en Venecia sea Cosmic Traces del fot¨®grafo lime?o Roberto Huarcaya, fundador y director del Centro de la Imagen durante veinte a?os, asiduo participante de exposiciones colectivas y ferias de arte en Europa, Am¨¦rica y Asia y con pasado en la Bienal de Venecia: en 2001 junto al ceramista Carlos Runcie Tanaka y en 2016, cuando ambient¨® el espacio del evento de arquitectura con Amazogramas, un proyecto que Huarcaya trabaja desde hace una d¨¦cada y que consiste en capturar las sombras de la naturaleza en papeles fotosensibles de gran formato. Estos fotogramas son el punto de partida de Cosmic Traces.
La historiadora del arte Patricia Ciriani, una de los trece miembros del jurado de este concurso organizado por el Patronato Cultural del Per¨², se opuso a la postulaci¨®n de Cosmic Traces por dos razones: porque aunque los fotogramas de Huarcaya sean otros, se apoya en una idea que ya no es in¨¦dita y porque a su parecer no dialoga con el prop¨®sito de Pedrosa. ¡°Es como aceptar que no tenemos mucho m¨¢s que ofrecerle al mundo. Su equipo curatorial es impecable, pero es un proyecto que Huarcaya recicla desde el 2014 y que se autopromociona sin necesidad del Per¨². Adem¨¢s, es exactamente lo opuesto a la ruta que traza Pedrosa de revalorar a los artistas marginados e impulsar que los pueblos originarios hablen desde su perspectiva en lugar de hablar por ellos. Que es lo que hace Huarcaya desde Lima: ir a la Amazonia y tomar una huella fotogr¨¢fica. Es como otra forma de reproducir la predaci¨®n de los recursos originarios¡±, explica Ciriani.
En esa misma l¨ªnea, el artista loretano Christian Benday¨¢n, quien represent¨® al Per¨² en la Bienal de Venecia en 2019, sostiene que en esta edici¨®n ¡°se abri¨® una puerta que estuvo cerrada por siglos para las voces siempre relegadas, ninguneadas e invisibilizadas y que el Per¨² simplemente la cerr¨®¡± al no inclinarse por propuestas como la de la artista shipiba Olinda Silvano y Harry Ch¨¢vez, denominada Koshi Ken¨¦ (El poder del Ken¨¦), que qued¨® en segundo lugar. ¡°Sobreponer los intereses institucionales y personales han hecho que no se priorice el lineamiento de esta bienal y el objetivo de concursar por el Le¨®n de oro; ya en la edici¨®n anterior se vio la falta de coherencia tem¨¢tica. Estamos hablando de un pabell¨®n de representaci¨®n nacional, por m¨¢s que sea administrado por una instituci¨®n privada. La ausencia del Ministerio de Cultura contribuye a¨²n m¨¢s a la poca representatividad del pa¨ªs¡±, se?ala Benday¨¢n.
Ha habido quienes incluso han criticado la idoneidad del nombre, Cosmic Traces (rastros c¨®smicos), como la antrop¨®loga Luisa Elvira Belaunde: ¡°El jurado ha premiado con el primer puesto el uso del ingl¨¦s para una bienal que convoca a celebrar la convivencia con la diferencia en todos sus sentidos y, en especial, el pensamiento de los pueblos ind¨ªgenas¡±. Alfredo Villar, curador de Koshi Ken¨¦ (El poder del Ken¨¦), el proyecto liderado por Olinda Silvano que se qued¨® a tan solo un voto de defender el estandarte peruano en Venecia, cuestiona las estructuras del arte peruano, reflejadas en c¨®mo estuvo conformado el jurado: trece miembros, todos de Lima ¡ªexcepto el paraguayo Ticio Escobar¡ª o de instituciones de la capital, y apenas tres mujeres. ¡°No es solo la din¨¢mica de este concurso, sino la din¨¢mica del sistema art¨ªstico peruano que est¨¢ centralizado en Lima y compuesto por organizaciones privadas y principalmente por hombres. Reflexionemos sobre c¨®mo se deciden los prestigios y se validan las carreras en este pa¨ªs¡±, critica Villar. Un dato no menor del concurso es que fue necesario un desempate entre Silvano y Huarcaya, pues un jurado se ausent¨® en la votaci¨®n final.
La versi¨®n de Huarcaya
Roberto Huarcaya atendi¨® nuestras consultas, junto a Alejandro Le¨®n, miembro de su equipo. Asegura que su proyecto s¨ª se ajusta al sentido de la bienal y al paraguas tem¨¢tico de Pedrosa. ¡°La propuesta curatorial nos habla del otro, de la otredad desde el plano de la migraci¨®n, pero tambi¨¦n de planos no tan literales. Estamos llevando al l¨ªmite la propuesta curatorial central y estamos asumiendo a la naturaleza como sujeto, como el gran otro en la cadena de otredades¡±, argumenta Huarcaya. Le¨®n lo secunda: ¡°Respetamos las cr¨ªticas, pero el tema de la bienal no son los pueblos originarios. Y no es un requisito ni en el concurso nacional ni en la bienal. El tema es ser extranjero en todas partes¡±.
En su defensa, Huarcaya cuenta que su muestra tendr¨¢ un invitado adicional que aportar¨¢ una pieza de autor: se trata de una escultura concebida por el reconocido Antonio Pareja, artista de origen ayacuchano. Lo extra?o es que la presencia de Pareja no figura en el documento de presentaci¨®n de Cosmic Traces ni tampoco forma parte del equipo ganador, inscrito en el concurso del Patronato Cultural del Per¨². Huarcaya insiste en que esta obra se discuti¨® durante la sustentaci¨®n y que no es una decisi¨®n de ¨²ltimo minuto frente a los reproches. ¡°Concursamos con la idea de la pieza, no con la pieza que est¨¢ en construcci¨®n. Hemos postulado con un proyecto expositivo¡±, dice Huarcaya.
En cuanto a que sea un proyecto reciclado, Huarcaya prefiere cederle la palabra a Le¨®n: ¡°una cosa son los fotogramas del pasado y otra lo que desarrollaremos en la Bienal de Venecia. Es una propuesta nueva y espec¨ªfica para la bienal. No nos confundamos¡±. Sobre el uso del ingl¨¦s para representar al Per¨², Le¨®n a?ade: ¡°Esto puede ser cuestionable y nosotros somos conscientes. Pero el ingl¨¦s es el idioma que m¨¢s se usa internacionalmente en el mundo del arte contempor¨¢neo y uno de los idiomas oficiales en Venecia¡±.
El curador Max Hern¨¢ndez, integrante del jurado, est¨¢ a favor de Cosmic Traces pues a su modo de ver funcionar¨¢ en el pabell¨®n peruano. ¡°Si me preguntas si Roberto Huarcaya cuenta como poblaci¨®n originaria, evidentemente no. Pero lo que evalu¨® el jurado eran proyectos curatoriales, no si el artista se adecuaba a la idea del curador general. Entiendo el malestar, pero me parece inexacto decir que hemos perdido la gran oportunidad al no ser representados con un proyecto como el de Olinda Silvano, porque seguir¨¢n habiendo bienales. Las oportunidades no se han acabado¡±.
Olinda Silvano, artista shipiba de amplia trayectoria, asentada desde hace d¨¦cadas en la comunidad nativa de Cantagallo, no se desmorona y cuenta que seguir¨¢ adelante con Koshi Ken¨¦ (El poder del Ken¨¦), proyecto que se sostiene sobre el dise?o ancestral del pueblo shipibo-konibo. ¡°No negar¨¦ que me doli¨® no haber sido elegida, pero seguir¨¦ luchando. No habr¨¦ ido a la universidad, pero resguardo el legado de mis antepasados, y espero que eso tambi¨¦n se valore. No me voy a quedar. Ya llegar¨¢ el d¨ªa en que el Per¨² sea representado en la Bienal de Venecia por un artista ind¨ªgena. Creo en Dios y en mis ancestros¡±.
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