Hijo de padres extranjeros, ciudadano de ninguna parte
Jonathan Escoffery explora con humor la b¨²squeda de una identidad propia de los descendientes de inmigrantes en una novela que fue finalista al ¨²ltimo Premio Booker
En un pa¨ªs de inmigrantes como Estados Unidos, todav¨ªa muchos de sus habitantes se sienten como un barco varado en tierra de nadie. Ciudadanos con pasaporte americano nacidos de padres extranjeros, que no encajan ni en sus pa¨ªses de origen ni en el lugar donde vinieron al mundo. Es lo que le ocurre a Trelawney, uno de los personajes de Si os sobrevivo (AdN), novela de Jonathan Escoffery (Houston, 43 a?os): para los estadounidenses es jamaicano y para los jamaicanos, estadounidense. Y no solo eso. Entre los negros ...
En un pa¨ªs de inmigrantes como Estados Unidos, todav¨ªa muchos de sus habitantes se sienten como un barco varado en tierra de nadie. Ciudadanos con pasaporte americano nacidos de padres extranjeros, que no encajan ni en sus pa¨ªses de origen ni en el lugar donde vinieron al mundo. Es lo que le ocurre a Trelawney, uno de los personajes de Si os sobrevivo (AdN), novela de Jonathan Escoffery (Houston, 43 a?os): para los estadounidenses es jamaicano y para los jamaicanos, estadounidense. Y no solo eso. Entre los negros se ve demasiado blanco y entre los blancos, demasiado negro.
Aunque podr¨ªa parecerse a otros compatriotas originarios del Caribe, no habla espa?ol, como ellos. No hay hueco para ¨¦l en ning¨²n grupo. Sus padres llegaron a Miami desde Jamaica y ¨¦l es el segundo hijo, el m¨¢s peque?o. Tampoco encuentra su lugar dentro de la familia, ni en el mercado laboral: despu¨¦s de estudiar en la universidad, navega sin rumbo por un mar de precariedad. Acepta un trabajo que consiste en pegarle un pu?etazo en la cara a una chica que dice estar preparando un proyecto fotogr¨¢fico e incluso pasa una temporada viviendo como sintecho. Aunque pueda parecer improbable, las historias que ¨¦l y sus allegados protagonizan desatan tantas sonrisas como compasi¨®n y hasta conmoci¨®n. ¡°Suelo escribir sobre situaciones complicadas y temas serios como la raza, la etnicidad y la identidad, pero intento hacerlo de un modo que no resulte deprimente¡±, explica Escoffery en una videollamada. ¡°Creo que, seg¨²n de d¨®nde vengan los lectores, estos entienden mis historias de una manera u otra¡±.
Igual que Trelawney, el autor es estadounidense de ra¨ªces jamaicanas. Como su personaje, se crio en Miami, una urbe cosmopolita cuya idiosincrasia forma parte de las historias que narra. ¡°Creo que los jamaicanos son personas que a veces se romantizan y a veces se simplifican de un modo que no se corresponde con la complejidad de la experiencia humana en una ciudad como Miami¡±, abunda Escoffery, quien, m¨¢s all¨¢ de las similitudes con su biograf¨ªa, subraya que todo lo que cuenta en la colecci¨®n de relatos interconectados que componen el libro es puramente ficticio. ¡°Las ¨²nicas partes en las que procur¨¦ asegurarme de no ser demasiado inventivo son cuando hablo de racismo o de las tensiones que pueden existir entre comunidades en un lugar como Miami¡±, remarca. ¡°No quer¨ªa exacerbar esas tensiones solo para crear una historia divertida, porque creo que ser¨ªa ¨¦ticamente reprobable¡±. Lo que no significa, por descontado, que la discriminaci¨®n no atraviese la experiencia vital de los personajes.
La identidad ¡ªlos modos en los que se expresa, su b¨²squeda, su significado¡ª marca el trasfondo de la novela. Detr¨¢s de esta se esconde irremediablemente la instituci¨®n de la familia. ¡°Lo gracioso es que nunca me hab¨ªa propuesto concentrarme en la familia, pero luego me di cuenta de que todo el mundo viene de alguna parte. Cuando pensaba en Trelawney, sab¨ªa que no pod¨ªa independizarse de su identidad ¨¦tnica, pero tampoco pod¨ªa independizarse de su familia ni de su herencia cultural, incluso aunque le costara sentirse aceptado en esa comunidad¡±, se?ala. Uno de los marcadores de ese legado que se diluye al saltar entre generaciones es el lenguaje. Al crecer en Estados Unidos, el protagonista habla un ingl¨¦s mucho m¨¢s est¨¢ndar que el de su padre, que se expresa en un patois que invade las p¨¢ginas donde aporta su punto de vista. Aqu¨ª debe resaltarse la labor de traducci¨®n de Julia Osuna, que ha formulado con acierto un spanglish que remite a la mezcla de idiomas de la lengua criolla jamaicana.
Autor de historias cortas, becario de escritura creativa en la Universidad de Stanford y tambi¨¦n profesor de escritura creativa, Escoffery fue seleccionado como finalista del Premio Booker de 2023, uno de los galardones literarios m¨¢s prestigiosos de habla inglesa (que recay¨® en el irland¨¦s Paul Lynch por la novela Prophet Song). ¡°Sobre todo me ha servido para expandir mi audiencia m¨¢s all¨¢ de EE UU¡±, responde el escritor a qu¨¦ ha significado el hito de superar esa criba con su primer libro. ¡°Antes no escuchaba nada de los lectores extranjeros, y de repente me empez¨® a escribir gente del Reino Unido, de Australia, de India¡ Recientemente estuve en Inglaterra y Gales y fue incre¨ªble ver la cantidad de lectores que se presentaron para ver a los finalistas del Booker. Creo que todos los finalistas nos mir¨¢bamos los unos a los otros sin dar cr¨¦dito, porque est¨¢bamos subidos en un escenario en estadios enormes. Nunca hab¨ªa visto tal cantidad de gente en un evento literario¡±.
En la actualidad, el autor trabaja en un par de historias cortas que quiere ¡°quitarse de encima¡± lo m¨¢s r¨¢pido posible para dedicarse de lleno a su nueva novela, en la que regresar¨¢ a Florida para tratar la situaci¨®n que se vive en las aulas, asuntos como ¡°lo que se puede ense?ar, los libros que se proh¨ªben y a qui¨¦n se permite expresarse¡±. Un tema local que, al igual que la cuesti¨®n de la identidad y la raza, puede exportarse con facilidad a un mundo crecientemente globalizado, como Escoffery ha podido comprobar con Si os sobrevivo. ¡°Hay ciertos puntos del libro que han calado en mucha gente, como la mezcla de razas y el significado de la multiculturalidad¡±, resume el autor. ¡°Cuando tus padres provienen de diferentes lugares, eso te pone ante la cuesti¨®n de si eres italiano o irland¨¦s, de si eres jamaicano o haitiano. Eso repercute en mucha gente que se ha hecho alguna vez esa pregunta, personas que se han visto obligadas a plantearse esa cuesti¨®n porque otros se la han planteado a ellos¡±.