Trump, Ner¨®n y compa?¨ªa
Las quejas son de lo m¨¢s tonto, pero a veces la distinci¨®n entre tonter¨ªa e inteligencia es muy el¨¢stica
Cabe suponer que el famoso primer extraterrestre que un d¨ªa pisar¨¢ la Tierra ver¨¢ enseguida que somos adictos a la queja. En La provincia del hombre El¨ªas Canetti comenta ese h¨¢bito tan humano de quejarse de todo y dice que las quejas son lo m¨¢s tonto que existe en el mundo, ¡°siempre estamos enfadados con alguien, siempre hay uno u otro que se nos ha acercado demasiado. Siempre hay quien ha cometido una injusticia con nosotros. ?Por qu¨¦? ?Qu¨¦ significa que esto y aquello ...
Cabe suponer que el famoso primer extraterrestre que un d¨ªa pisar¨¢ la Tierra ver¨¢ enseguida que somos adictos a la queja. En La provincia del hombre El¨ªas Canetti comenta ese h¨¢bito tan humano de quejarse de todo y dice que las quejas son lo m¨¢s tonto que existe en el mundo, ¡°siempre estamos enfadados con alguien, siempre hay uno u otro que se nos ha acercado demasiado. Siempre hay quien ha cometido una injusticia con nosotros. ?Por qu¨¦? ?Qu¨¦ significa que esto y aquello no lo consentimos? Con esas quejas se va llenando la vida¡¡±.
Bueno, las quejas son de lo m¨¢s tonto, pero a veces la distinci¨®n entre tonter¨ªa e inteligencia es muy el¨¢stica, porque la estupidez humana abunda tanto que alcanza a los inteligentes, que no paran de decir burradas todo el rato sin propon¨¦rselo.
Kafka, ironista supremo porque parec¨ªa reconocer el lado c¨®mico de sus quejas interminables, manejaba la lucidez m¨¢s oscura de la historia de la literatura, lo que le llev¨® a decir que el miedo era para ¨¦l, junto con la indiferencia, su principal sentimiento frente a otras personas.
?Est¨¢ nuestro mundo hoy m¨¢s dominado que nunca por el terror y la indiferencia? La sociedad del espect¨¢culo pol¨ªtico, que tantos decibelios ha subido, puede que influya en esta sensaci¨®n. En una entrevista en Nueva York, el escritor mexicano ?lvaro Enrigue dice tener la impresi¨®n (se non ¨¨ vero, ¨¨ ben trovato) de que la pol¨ªtica forma parte, desde hace tiempo, de ¡°la cultura del entretenimiento¡±. Y dice tambi¨¦n que si uno ve, por ejemplo, el mapa pol¨ªtico de Estados Unidos o de Argentina, lo primero en lo que piensa es en largarse de all¨ª inmediatamente, pero que parece haber como una burocracia detr¨¢s de esas rep¨²blicas que hace que sigan funcionando: ¡°Supongo que as¨ª era el Imperio Romano, los emperadores pod¨ªan hacer las locuras que fueran porque hab¨ªa una m¨¢quina que segu¨ªa trabajando¡±.
No es que as¨ª fuera el Imperio Romano, sino que es probable que sigamos en ¨¦l. Ya que ?lvaro Enrigue cita a la Roma de los Ner¨®n, Cal¨ªgula y compa?¨ªa, no estar¨¢ de m¨¢s recordar que Philip K. Dick, tras haber so?ado tiempo atr¨¢s que buscaba un libro que se titulaba El Imperio nunca cay¨®, el 20 de febrero de 1974 confirm¨® que segu¨ªamos en el Imperio Romano cuando, al abrir la puerta a la empleada de farmacia que le sub¨ªa unos analg¨¦sicos, advirti¨® que esta llevaba un colgante en forma de Ichthys (el s¨ªmbolo del pez cristiano) que el escritor percibi¨® rodeado de un halo sobrenatural e interpret¨® como una se?al de que iba a poder revivir, como as¨ª ocurri¨®, episodios de su antigua vida como cristiano de primera hora.
Cabe pensar que el mundo de hoy ¨Csumido en el caos total, en un no mundo, donde las fake news crean la idea de que tenemos ante nosotros una realidad alternativa¨C le sorprender¨ªa muy poco a Philip K. Dick, porque ver¨ªa reproducida con exactitud su mente, su visi¨®n del mundo, aquella que sus lectores cre¨ªan que era ciencia ficci¨®n.