Elia Suleiman, director de cine: ¡°Los pa¨ªses que ahora niegan el genocidio palestino fueron los primeros en ser genocidas¡±
El director m¨¢s importante de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas de Palestina llega a Madrid para una retrospectiva que le dedica la Filmoteca
Una pareja ¨¢rabe est¨¢ obligada por la tensi¨®n pol¨ªtica en Oriente Pr¨®ximo a verse en el aparcamiento del punto de control que separa Israel de Palestina. ?l viene de Jerusal¨¦n; ella, de Ramala. Para atravesar el control, prohibido para ambos, cuentan con un globo con la cara de Yasir Arafat, primer presidente de la Autoridad Nacional Palestina, con el que los soldados se quedan distra¨ªdos. Esa escena de humor absurdo fusionado con realidad social de Intervenci¨®n divina (2002), que ¨¦l protagoniz¨®, podr¨ªa definir a l...
Una pareja ¨¢rabe est¨¢ obligada por la tensi¨®n pol¨ªtica en Oriente Pr¨®ximo a verse en el aparcamiento del punto de control que separa Israel de Palestina. ?l viene de Jerusal¨¦n; ella, de Ramala. Para atravesar el control, prohibido para ambos, cuentan con un globo con la cara de Yasir Arafat, primer presidente de la Autoridad Nacional Palestina, con el que los soldados se quedan distra¨ªdos. Esa escena de humor absurdo fusionado con realidad social de Intervenci¨®n divina (2002), que ¨¦l protagoniz¨®, podr¨ªa definir a la perfecci¨®n la filmograf¨ªa del director palestino m¨¢s importante de los ¨²ltimos 30 a?os, Elia Suleiman (Nazaret, 63 a?os). Esa huida del tono grave y serio del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª podr¨ªa ser la raz¨®n de las claras indicaciones dadas por ¨¦l para la entrevista del jueves: ¡°Nada de preguntas sobre pol¨ªtica¡±.
¡°Siento la presi¨®n por parte de la prensa que me contin¨²a preguntando sobre Gaza todo el d¨ªa. Quieren que sea un representante pol¨ªtico. No se dan cuenta de que llevan consigo un discurso colonial que te encierra en una nacionalidad, incluso si no todas mis pel¨ªculas tienen que ver con Palestina¡±, asegura Suleiman, quien ha llegado a Madrid para un ciclo de cine que le dedica la Filmoteca en enero y febrero. El ganador de cuatro premios en Cannes viene recibiendo una avalancha de preguntas sobre su opini¨®n acerca de la ofensiva israel¨ª en la Franja de Gaza, que ha dejado m¨¢s de 25.000 muertos. Es inevitable, sin embargo, tanto por su obra como por su pensamiento, que entre en ese terreno: ¡°Se contin¨²a diciendo el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª y no es un conflicto. Es la ocupaci¨®n de un pa¨ªs por parte de otro¡±, asegura en el Cine Dor¨¦, donde se proyectar¨¢n sus cuatro largometrajes y varios de sus cortos.
A pesar de inundar su narrativa con un humor sobrenatural, burdo, que bebe del slapstick del cine mudo, Suleiman tambi¨¦n plaga sus im¨¢genes de violencia, de soldados israel¨ªes apuntando a civiles, de ¨¢rabes con las manos atadas y ojos vendados o de polic¨ªas requisando casas. ¡°Cuando empec¨¦ a componer las im¨¢genes en el montaje (yo monto mis pel¨ªculas a la hora de hacer el guion), a veces coexisten los sentimientos de melancol¨ªa y risa, o de desesperaci¨®n, porque de ah¨ª vienen muchos momentos de humor, citando a Boris Vian. Me pas¨¦ meses, incluso a?os, tratando de hacer existir ese tipo de cosmos entre todas las diferentes emociones que experimentamos, incluso la violencia del d¨ªa a d¨ªa¡±.
La pel¨ªcula de Suleiman ¨Dquien comenz¨® su carrera a inicios de los noventa, siendo un inmigrante sin papeles en Nueva York¨D que aborda de forma m¨¢s frontal la guerra entre Israel y Palestina es The Time That Remains (2009). El filme entrelaza la historia de la familia del director con la ocupaci¨®n israel¨ª; comienza en 1948 con la toma de Nazaret y con el padre del cineasta siendo parte del ej¨¦rcito de la resistencia. Suleiman se representa a s¨ª mismo, como en todas sus pel¨ªculas, a trav¨¦s del personaje de E.S., que es mudo. El contexto de la historia, que abarca 60 a?os de conflicto, es adverso, pero, y al igual que en el resto de sus producciones, el enfrentamiento ocurre ah¨ª fuera, la mayor¨ªa de las veces fuera del cuadro, de forma tangencial. Lo que importa es el relato de la familia que inevitablemente se ve sacudida por los sucesos.
Algunos festivales no quisieron mi pel¨ªcula por no ser lo suficientemente palestina¡±.
¡°Para contar el mundo, tienes que dejar de lado las responsabilidades morales y ¨¦ticas que crees que tienes. Debes tomar una distancia necesaria de los hechos para no ser reactivo o impulsivo y construir im¨¢genes complejas, porque si comienzas a hacer declaraciones de panfleto, tu pel¨ªcula ser¨¢ ef¨ªmera en el tiempo¡±, sostiene Suleiman, quien en su adolescencia huy¨® a Londres para evitar una orden de detenci¨®n por supuestas actividades delictivas. En sus im¨¢genes pasan personas comunes que les ha tocado vivir bajo esas condiciones, son vecinos ¨¢rabes que viven en un Nazaret bajo el control israel¨ª.
Entre ellos fluye el odio contra los jud¨ªos, pero tambi¨¦n conversaciones y preocupaciones banales: el cotilleo con el otro vecino, alguna an¨¦cdota aldeana o un chiste pasado de ¨¦poca. Son personajes que, en muchas ocasiones, son copias de los vecinos que ten¨ªa Suleiman en Nazaret, que define como un gueto. ¡°Es normal que choquen entre ellos, al no tener prosperidad ni medios, pero tambi¨¦n se cuentan chistes, hablan sobre esto y lo otro¡±.
Si The Time That Remains es la pel¨ªcula que m¨¢s directamente aborda la ocupaci¨®n de Palestina, su m¨¢s reciente producci¨®n, It Must Be Heaven (2019), es la que la deja m¨¢s al margen. Contiene las constantes de su filmograf¨ªa: muchos gags visuales que lo han hermanado con Chaplin, Buster Keaton o Roy Anderson; una estructura fragmentada que repite personajes y situaciones c¨®micas; y escenas llenas de humor mordaz y afilado. No obstante, es el ¨²nico filme que no sucede solo en Palestina, sino tambi¨¦n en Nueva York y Par¨ªs: Suleiman se enfrenta a la internacionalizaci¨®n de su condici¨®n como palestino.
Al no ser tan evidente la coyuntura, la pel¨ªcula tuvo problemas en encontrar espacios de exhibici¨®n: ¡°Algunos festivales no quer¨ªan la pel¨ªcula porque no era lo suficientemente palestina. El director de un festival muy importante le dijo lo mismo a uno de mis actores¡±. No dud¨® en meter en el filme esa escena absurda, que solo pod¨ªa suceder en la vida real. ¡°Aceptan una pel¨ªcula cuando se ajusta a su agenda. Ahora, si tiene clich¨¦s, mucho mejor a¨²n, por ejemplo, si es una israel¨ª que se enamora de un palestino, seguro que se lleva un premio¡±.
Suleiman, reconocido en 2022 con un premio especial por la Academia de Cine Europeo, denuncia una hipocres¨ªa de Occidente que usa la bandera de Palestina cuando se acomoda a sus objetivos. ¡°Tienes pa¨ªses que han hecho masacres como Francia o Alemania y ahora niegan el genocidio palestino. Los primeros genocidas niegan el genocidio [denunciado por Sud¨¢frica en La Haya]¡±, asevera ya totalmente absorbido en la discusi¨®n y con su precepto de no politics olvidado. ¡°El problema es que queremos seguir como est¨¢bamos hasta ahora. El fascismo se est¨¢ arrastrando por todas partes, en Asia, en Argentina, pero tambi¨¦n en Berl¨ªn, con las galer¨ªas siendo chantajeadas para no mostrar obras que vayan en contra de la ocupaci¨®n. No estoy tan seguro de cu¨¢ndo se desmoronar¨¢ la historia, pero si no abrimos los ojos a este tipo de forma espeluznante que estamos siendo, nos vamos a enfrentar a problemas serios¡±.